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La primera fase de la mina Valdecastillo de Seno inicia el proceso de restauración La primera fase de la mina Valdecastillo de Seno inicia el proceso de restauración
Proceso de restauración de la mina Valdecastillo, en Seno. Grupo Pamesa

La primera fase de la mina Valdecastillo de Seno inicia el proceso de restauración

Quedarán 5,5 hectáreas de tierra vegetal adecuadas para uso agrícola
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Grupo Pamesa ha iniciado las tareas de restauración en la mina Valdecastillo, en el término municipal de Seno, después de agotar la primera de las tres fases de explotación que tiene autorizadas para la extracción de arcilla blanca bajoaragonesa.

Los trabajos incluyen el movimiento de más de un millón de metros cúbicos de material estéril para el relleno del hueco minero, la formación de taludes y la conformación de la superficie final restaurada tras el extendido de 180.000 metros cúbicos de tierra vegetal en una superficie de 5,5 hectáreas.

A finales de noviembre se procederá a la revegetación y siembra con más de mil kilos de semillas de plantación, un hito que será palpable en julio de 2025. En concreto, se sembrará un 10% de Festuca arundinacea, Vicia sativa, Medicago sativa y Melilotus officinalis; y un 15% de Onobrychis viciifolia, Lolium rigidum, Poa trivialis y Agropyrum elongatum.

Aptos para uso agrícola

Una vez restaurados, los terrenos serán aptos para uso agrícola tras la devolución de los terrenos a sus propietarios originales. Así lo asegura la responsable de Minas de Grupo Pamesa, Susana Tejada, que pide “un voto de confianza” a la población local hasta ver los resultados de esta primera restauración para convencerse de que la actividad de la minería es hoy responsable con el medio ambiente y se somete a los dictados del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga).

“La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) es de obligado cumplimiento y recoge la evaluación de los proyectos de exploración minera. Marca programas de vigilancia medioambiental, en muchos casos mensuales, que obligan al seguimiento de los trabajos de explotación con respecto al cumplimiento del programa y las medidas correctoras indicadas en la DIA. Se hace seguimiento de la calidad atmosférica, niveles sonoros, hidrografía, controles paleontológicos y arqueológicos, suelos y tierra vegetal, controles de procesos erosivos, flora y vegetación, fauna o patrimonio cultural”, indica Tejada.

“La DIA nos obliga a hacer un seguimiento mensual de los compromisos ambientales y para ello tenemos a una empresa de Teruel contratada que supervisa estos programas de vigilancia medioambientales que demuestran que estamos cumpliendo”, apostilla la responsable de minería.

“Hemos llegado hace seis años a Teruel y, como somos relativamente jóvenes, no nos ha dado tiempo a que la gente vea el resultado final de las restauraciones ambientales. Vengo de Riodeva con un premio de restauración a nivel europeo y este buen hacer se está plasmando también en la minería de arcillas”, garantiza la ingeniera de minas.

Buenas prácticas

La responsabilidad ambiental en minería es una extensión de las buenas prácticas medioambientales de Grupo Pamesa. Sus fábricas reciclan las piezas cerámicas que no son aptas para comercializar, incorporándolas de nuevo al proceso productivo tras un triturado. Tiene permiso para desintegrar 80.000 toneladas anuales de testillo cocido y 177.000 de crudo.

En cuanto al agua, Pamesa Grupo Empresarial está volcado en reducir su consumo y por ello cuenta con cuatro depuradoras con las que recupera el líquido utilizado en el proceso de pulido.

Respecto al agua limpia, ha logrado reducir en sus siete fábricas el 25% del consumo. Además, la compañía recupera 400.000 metros cúbicos de aguas residuales procedentes de más de 30 industrias de azulejos y esmaltes, introduciéndolas en el proceso de molienda para su posterior atomizado.

Con respecto a las energías renovables, el Grupo ha desarrollado el mayor parque fotovoltaico en autoconsumo de Europa con una superficie total de 115.677 metros cuadrados. Cuenta con una potencia instalada de 21,4 megavatios, con la que podría abastecer anualmente a 4.000 viviendas.

Además, Grupo Pamesa está invirtiendo en un combustible a base de hidrógeno para reemplazar el gas natural en su proceso productivo, el eCombustible, completamente libre de emisiones de carbono. Se generará mediante un proceso de electrólisis.

En 1994, Grupo Pamesa fue pionero en utilizar la cogeneración en su proceso de atomizado de arcilla para la producción cerámica. Se trata de una tecnología gracias a la cual, de una única fuente de energía primaria (normalmente gas natural), obtiene simultáneamente dos tipos de energía: energía mecánica, que utiliza para generar electricidad; y energía térmica, que utiliza como fuente de calor para los atomizadores. Además, aprovecha el calor de los hornos para atomizar la tierra o alcanzar la temperatura óptima de secado.

Por último, el departamento de medioambiente ha realizado charlas de formación en temas medioambientales a más de 700 personas del Grupo con el objetivo de sensibilizar a todos los trabajadores.

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