La minería industrial de Samca acumula 163 empleos directos y 23 millones de inversión

El proyecto Dando Valor a la Tierra, con el que el Grupo Samca sitúa la minería industrial como “motor de progreso social” de la misma manera que anteriormente lo fue la energética, ha propiciado hasta la fecha la generación de 163 empleos directos y 2.000 indirectos en las comarcas turolenses, así como la inversión de más de 23 millones de euros en instalaciones productivas, investigación geológica y colaboración en proyectos locales.

El Museo Minero MWINAS, promovido por la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, acogió este miércoles la presentación de esta iniciativa de valor compartido de la filial Euroarce Minería y sus principales resultados en un acto al que asistieron los responsables del Grupo Samca encabezados por su vicepresidente, Guillermo Luengo; representantes institucionales como la directora general de Energía y Minas del Gobierno de Aragón, Yolanda Vallés, la presidenta de la Comarca de Andorra-Sierra de Arcos, Naiara Loras y el director del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), Luis Simal; o los alcaldes de las diferentes localidades turolenses en las que se realizan las actuaciones mineras, industriales, ambientales, culturales, patrimoniales o turísticas contempladas en la iniciativa.

El acto sirvió, además, para celebrar el primer premio logrado por Dando Valor a la Tierra, en la categoría de Proyectos al Valor Añadido a la Sociedad, en los recientes Premios Nacionales Minería y Vida.

Progreso social

Dando Valor a la Tierra engloba un amplio conjunto de acciones que han servido para crear valor compartido a partir de la actividad minera en la provincia.

En concreto, Samca ha invertido 4,5 millones de euros en investigación geológica, 15 millones en la planta de fachadas ventiladas Faveker, ubicada en Alcorisa; y otros 4 millones de euros en convenios sociales con la comunidad local.

Dando Valor a la Tierra incluye numerosos convenios con la Comarca Andorra-Sierra de Arcos y sus ayuntamientos, y acciones tan diversas como la rehabilitación de viviendas en Estercuel y Gargallo, el desarrollo de comunidades energéticas, la instalación de plantas fotovoltaicas de autoconsumo para edificios municipales, la cooperación para la conservación del patrimonio arqueológico y geológico, el apoyo a un proyecto de centro de formación profesional para trabajos mineros y mecánicos, y apoyos al proyecto europeo Caminos Mineros o al mantenimiento de las tradiciones populares.

Además, ha permitido impulsar iniciativas pioneras como la reforestación con olivar tradicional de la mano de Apadrina un Olivo, un proyecto de especies florales aromáticas y la creación de hábitats favorables para especies polinizadoras y mariposas, así como pastos para la actividad ganadera.

Incluye, además, diversas colaboraciones con la Fundación Dinópolis y el Área de Paleontología del Instituto Geológico y Minero de España para la preservación de los restos paleontológicos descubiertos como consecuencia de la actividad minera.

El vicepresidente del Grupo Samca, Guillermo Luengo, quiso compartir el premio con todas las personas y entidades que colaboran en estas acciones con la compañía, que trabaja con las premisas de “generar y mantener empleo en las áreas mineras, crear valor añadido y apostar por actividades a largo plazo que aporten estabilidad y sostenibilidad económica, medioambiental y social”.

Más allá del carbón

Samca aparcó en el año 2018 su actividad minera del carbón que tan buen rédito socioeconómico aportó al territorio. Antes ya había apostado por la minería industrial a través de las arcillas que valoriza en Gres de Aragón y desde hace siete años en Faveker. De forma paralela levantó Forgasa, en Ariño, su proyecto de biofertilizantes con leonardita.

Hoy, Euroarce proyecta duplicar la extensión actual de la mina La Dehesa, que explota desde 1998 en Estercuel, Crivillén y Gargallo para la extracción de arcillas. Es la principal mina en España de arcillas blancas para la industria cerámica, con una producción anual que ya supera las 750.000 toneladas anuales. Mediante procedimiento administrativo el Inaga resolverá la evaluación de impacto ambiental, y la Dirección General de Energía y Minas fallará la solicitud de ampliación y el plan de restauración de 200 hectáreas de nueva superficie a explotar. Ello garantizará seguir con la actividad “por muchas más décadas”, dijo Luengo.

A nivel nacional, la provincia de Teruel se ha convertido en el principal proveedor de la industria cerámica, un hito que alcanzó “hace un par de años fruto de una conjugación de dos variables: una, que en los años del covid hubo mucha más actividad de reformas (en hogares) y eso hizo subir el mercado, y la otra que el mercado de importación principal, que es Ucrania y Rusia, quedó cerrado” por la guerra.

Frente a una materia prima de exportación con “más calidades”, la minería de Teruel “supo posicionarse para dar una solución y unas prestaciones muy similares”, dijo Luengo, gracias a la labor de investigación de grupos como Samca.

El apetito de arcillas blancas de Teruel y del sur de Zaragoza se traduce en que Energía y Minas tiene en estos momentos 20 expedientes sobre la mesa “entre permisos de investigación y concesión”, explicó Vallés, quien se sumó a las felicitaciones al Grupo Samca, cuya historia, dijo, “está unida claramente con la de la parte norte de Teruel”.

En cuanto a los procedimientos de concesión de los permisos, la directora general aseguró que los expedientes “son garantistas” y tienen que cumplir íntegramente con las declaraciones de impacto ambiental. Desde los años 90 del siglo pasado son obligatorios los planes de restauración, en los que las empresas “cada vez se implican más”, señaló. En algunos términos municipales, el exceso de permisos de investigación les puede llamar a alerta”, reconoció. “Desde la administración lo que intentamos con las concesiones es que sean de manera progresiva, que se ejecuten de manera que se vayan cerrando explotaciones” y estas cumplan “los requisitos ambientales”.

Por su parte, Loras agradeció a Samca “toda la labor que hace en el territorio” y felicitó al grupo empresarial “por el reciente reconocimiento que refleja la medida de la labor que hacen en favor de los municipios de la comarca”.

Planta de biofertilizantes 

El Grupo Samca ha invertido 7,5 millones de euros más este año en la ampliación de la planta de Fertilizantes Organominerales de Aragón SA (Forgasa) en Ariño, en la que trabajarán 50 personas cuando entre a pleno rendimiento en 2025 tras implementar la línea de productos líquidos.

Esta inversión se suma a los 45 millones de euros que la empresa lleva invertidos desde que cerró en 2018 su última explotación de carbón a cielo abierto en esta misma localidad, como una de las soluciones para absorber la mano de obra que se perdió con la minería energética.

Recursos endógenos

“Partiendo de unas materias primas que están en la zona nos hemos ido diversificando en muchos sectores, intentando naturalmente dar mayor valor añadido y generar productos ciertamente diferenciados que, de lo contrario, no nos permitirían competir con otros jugadores de un cariz mucho más global”, indicó el vicepresidente de Samca, Guillermo Luengo.

De modo que Samca ha decidido continuar ampliando y reinvirtiendo beneficios en los negocios del grupo, una de sus señas de identidad, en este caso en la industria de biofertilizantes “destinada a productos líquidos que viajan a la otra parte del Globo, siendo el inicio la parte de sólidos”. Comenzará a lanzar productos al mercado “si todo va bien en el primer trimestre de 2025”.

Cuando la planta esté a pleno rendimiento, a tres turnos, trabajarán en esta sección otras 10 o 12 personas sobre una plantilla actual de 30 empleados directos más 10 de contrata. En total, medio centenar.

Se trata de uno de los centros de fabricación de fertilizantes más modernos de Europa, fruto de años de investigación y colaboración con universidades.

Comprende un centro de I+D+i de 1.900 metros cuadrados, compuesto por un laboratorio acreditado en las normas ISO 17025 y 14000 y por dos plantas piloto, una para el desarrollo de productos sólidos y la otra centrada en productos sólidos solubles.

La tecnología y las máquinas de granulación de Forgasa son únicas en España y permiten ofrecer la fórmula completa del fertilizante en cada porción de producto.

Forgasa presume de potenciar la economía circular al aprovechar para fertilizantes un recurso autóctono como la leonardita (derivado natural del carbón), que a su vez contribuye a fijar población en el medio rural.