La consolidación y restauración de la Escalinata ya tiene proyecto y las obras costarán casi 600.000 euros
La actuación se enmarca en el convenio firmado entre el Ayuntamiento de Teruel y la Fundación Santa María de Albarracín con financiación de la empresa TérvalisLa Escalinata de Teruel es uno de los monumentos más fotografiados de la ciudad. Con sus 120 escalones salva los 26 metros de diferencia que hay entre la estación del ferrocarril y el paseo del Óvalo, pero además este Bien de Interés Cultural es un compendio de la historia de la ciudad. Construida hace un siglo por el ingeniero turolense José Torán de la Rad, con elementos neomudéjares y modernistas en su decoración, el paso del tiempo ha dejado huella en sus materiales de construcción.
Ahora, ha salido a exposición pública el proyecto de obra para la consolidación y mantenimiento de La Escalinata, redactado por el arquitecto Javier Sanz Sabugo, cuyo presupuesto base de licitación es de 586.129,70 euros.
El proyecto plantea soluciones para los diferentes problemas detectados. El proyecto ha identificado las posibles causas de las lesiones detectadas que se califican en mecánicas, físicas y químicas.
En el primer caso se trata de grietas y fisuras que aparecen en diferentes puntos, como puede ser junto al túnel o en varias uniones entre pilares y balaustradas o antepechos.
Entre las lesiones físicas detectadas destaca la desaparición o deterioro de piezas cerámicas por causas variadas que van desde el vandalismo a los efectos de los agentes climatológicos como el viento y la lluvia, filtraciones y falta de mantenimiento.
La erosión ha afectado tanto a los elementos pétreos, como son gárgolas o escudos heráldicos, como a las fábricas de ladrillo o al rejuntado del pavimento.
A las lesiones mecánicas y físicas se suman también las lesiones químicas. Por todo el monumento han aparecido plantas y líquenes enraizados, tanto en los muros como en las cornisas y revestimientos, que favorecen la retención de humedad y pueden penetrar por las fisuras facilitando la descomposición de los morteros.
Uno de los elementos arquitectónicos más representativos de la Escalinata son sus farolas, que están sufriendo problemas de oxidación debido a los efectos del agua de lluvia y las escorrentía y se han detectado inicio de corrosión.
Un fenómeno curioso que se ha detectado en el deterioro de la Escalinata es el de las eflorescencias. Se trata de depósitos de sales que cristalizan en la superficie exterior de los muros y producen manchas blanquecinas.
Los problemas de humedad, la existencia de grafitis y los depósitos superficiales de suciedad confluyen en este monumento. Para darles solución el proyecto plantea una serie de medidas de intervención pero previamente el Ayuntamiento tendrá que acometer el saneado de humedades que provienen del paseo del Óvalo y que pasan por la localización y reparación de las fugas que producen estas humedades, una actuación que está previsto llevar a cabo, según confirmó el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado. Para ello el monumento cuenta en su interior con una galería subterránea que cruza desde la calle Victor Pruneda hasta la calle Nueva, desde donde se podría intervenir.
Una vez solucionado el problema de las humedades habrá que intervenir en el monumento y para ello el equipo redactor del proyecto plantea una limpieza generalizada, la eliminación de la vegetación, el picado y rejuntado en las superficies de fábricas y en pavimentos, la consolidación, restauración y reposición de piezas cerámicas, la impermeabilización de los faldones, la restauración de farolas así como de los elementos pétreos y ladrillos.
El objetivo del proyecto es que con estas actuaciones se altere lo menos posible la imagen de la Escalinata, pero manteniendo su estabilidad y deteniendo su proceso de degradación para poder recobrar sus valores deteriorados por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.
Con esta filosofía de “máximo respeto hacia la forma constructiva y los materiales que contiene” se acudirá a materiales iguales a los originales o que permitan armonizar con el bien, con una adecuada integración por su textura y color.
Así, se llevará a cabo la reparación de grietas con el atado con barras de acero inoxidable y se reconstruirá las roturas de ladrillo y mampostería. Las piezas cerámicas se repondrán o sustituirán. Además, se ha previsto realizar un inventario de toda la cerámica existente en este monumento que se utilizará para la fabricación de nuevas piezas.
Para retirar la vegetación, se acudirá a un tratamiento biocida superficial y para eliminar la oxidación de las farolas habrá que desmontarlas y llevarlas a un taller para su tratamiento. En cuanto a las eflorescencias se proponen varias soluciones de intervención como la limpieza de chorro de arena de sílice, sistema que también se puede utilizar para eliminar los grafitis.
Este proyecto se va a incluir dentro de las actuaciones que forman parte del convenio alcanzado entre el Ayuntamiento de Teruel y la Fundación Santa María de Albarracín, especialista en recuperación del patrimonio, para intervenir en diferentes monumentos de la ciudad.
Como patrono de la Fundación Santa María de Albarracín, figura la Fundación Térvalis que financia estas intervenciones en el patrimonio de la capital. En una primera anualidad los técnicos en Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín recuperaron las fuentes históricas del Deán y de los Doce Chorros, junto a la Catedral, la primera, y la iglesia gótica de los Franciscanos, la segunda. Una vez que se apruebe el proyecto de la Escalinata, en exposición pública, se podrá intervenir en ella y recuperar la belleza que tenía cuando en la década de los veinte del pasado siglo llegaban los viajeros a Teruel en tren y era lo primero que contemplaban de la ciudad al llegar a ella.