El dinosaurio ‘Europelta’ moviéndose entre los paleontólogos en el documental ‘La mina de los dinosaurios’
La aventura divulgativa ha sido de película con los audiovisuales de la Fundación Dinópolis
Las producciones fílmicas que han hecho los científicos acercan sus investigaciones al conocimiento del público
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y aunque no sea del todo cierto, la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis ha hecho de la producción audiovisual uno de sus recursos más importantes para divulgar esta ciencia en sus veinticinco años de historia. Empezó participando en producciones de otros, como la popular serie de Televisión Española Memoria de España, y no tardó en producir sus propios trabajos, algunos de los cuales han sido premiados y han participado en festivales cinematográficos.
En la Fundación Dinópolis no deja de ser sorprendente ver las cosas que se han hecho desde que se creó hace un cuarto de siglo. Su trabajo es la investigación y la preservación del patrimonio paleontológico junto con su divulgación, y para hacer esto último no han escatimado su ingenio y han hecho del cine y las producciones audiovisuales un aliado permanente.
Son trabajos en los que se han involucrado directamente en los guiones y la puesta en escena, que han contado con grandes profesionales de la talla de Javier Trueba, y cuya calidad ha sido reconocida tanto por el público como por los expertos en los festivales y concursos a los que se han presentado. A través de estas producciones han devuelto la vida a los dinosaurios turolenses, no con la espectacularidad de las películas de Spielberg porque para nada tienen que ver los recursos del rey Midas de Hollywood con los que tiene esta institución científica, pero sus resultados han sido de una calidad singular por la dedicación y cariño con que se han involucrado en estas producciones.
Aparte de los cortometrajes y audiovisuales que han hecho, en la mayoría de los casos para exhibirlos en las sedes de Territorio Dinópolis repartidas por toda la provincia, han participado en otros trabajos que han contribuido a su vez a promocionar el parque paleontológico.
La cinefilia de los paleontólogos de Dinópolis, empezando por su primer director gerente, Luis Alcalá, y terminando por el actual, Alberto Cobos, han contribuido a esa implicación. El parque paleontológico nació huérfano de audiovisuales en sus contenidos, pero no tardaron después en incorporarse a sus instalaciones tanto en la sede central como en los satélites, con pequeños documentales temáticos sobre los contenidos de los mismos.
En el Museo Aragonés de Paleontología que alberga Dinópolis, dos audiovisuales se sumaron pronto a sus contenidos expositivos, siendo protagonistas los dos primeros paleontólogos que entraron a trabajar en la Fundación, Rafael Royo Torres y Alberto Cobos.
El primer protagonizó un audiovisual sobre el dominio de los mamíferos tras la extinción de los dinosaurios, que está en la Sala de los Mamíferos, y el segundo otro sobre la evolución que dio lugar a las aves, que se encuentra en la Sala de los Dinosaurios donde las réplicas de los esqueletos de Deinonychus y Diatryma. En ambos casos su voz fue doblada como le hacían a Maribel Verdú en sus inicios.
A la par, los paleontólogos empiezan a aparecer en producciones estatales de amplia difusión como la serie Memoria de España, que recorre en varios episodios la historia de nuestro país. El primer capítulo, titulado en En el inicio de los tiempos, trata de la evolución de la vida, y Teruel es la gran protagonista a la hora de hablar de los dinosaurios que poblaron lo que hoy es España. Luis Alcalá, irreconocible por su juventud, puesto que se trata de una producción de 2003, aparece mostrando las gigantescas huellas de unos dinosaurios, mientras Alberto Cobos y Rafael Royo se interpretan a sí mismos haciendo prospecciones en el campo. Han pasado ya dos décadas.
Hoy esa presencia en programas nacionales continúa promocionando la riqueza paleontológica de Teruel y lo que es Territorio Dinópolis. La última aparición ha sido en la serie documental de RTVE ¡Qué animal!, el programa de divulgación científica conducido por la bióloga Evelyn Segura cuya octava temporada se estrenó el mes pasado y uno de cuyos primeros capítulos ha estado dedicado a los Animales del pasado. Buena parte se rodó en la provincia en torno a los recursos paleontológicos que tiene, y en el que Alberto Cobos habla de los dinosaurios junto a los dos esqueletos originales montados de Proa valdearinnoensis y Europelta carbonensis.
Estos dos dinosaurios volverían a la vida a través del cine de la mano de la Fundación y del prestigioso realizador y fotógrafo Javier Trueba, pero antes los paleontólogos de esta institución emprenderían otros proyectos audiovisuales por cuenta propia.
En 2005 produjeron El Gigante Europeo. Excavando un dinosaurio, sobre el hallazgo e investigaciones de Turiasaurus riodevensis. El documental se exhibe desde entonces junto a la vitrina de los fósiles originales de este dinosaurio icónico de la provincia y de España. Además, se hizo un DVD que se difundió dentro de la serie de publicaciones divulgativas ¡Fundamental! En él, hecho con la Televisión Local de Teruel, se reconstruyó y animó digitalmente a un gigantesco turiasaurio que recorre los alrededores de Riodeva con el skyline de la localidad de fondo.
En el mismo espacio del museo se exhibe otro documental histórico de la Fundación, realizado en 2007 por los paleontólogos Luis Luque y Nacho Fierro, que se estrenó en mayo de ese año dentro de las actividades del Día Internacional de los Museos. El trabajo recuerda el hallazgo en Tanzania de Brachiosaurus y relata una expedición de estos dos paleontólogos a Tendaguru en busca del campamento que un equipo alemán estableció en el país africano a principios del siglo XX para excavar los fósiles de este animal y llevarlos a Alemania. El audiovisual rescata la parte más épica de la paleontología, la de las expediciones de finales del siglo XIX y principios del XX, en busca de la última frontera de la humanidad; en aquella época la de su pasado geológico, puesto que hoy es el espacio.
Elaborados con medios propios, otras producciones de la Fundación han contado con la participación de profesionales para poder ser exhibidos en todas las salas de proyección con que cuenta en sus satélites, o bien en espacios como El último minuto, donde se puede conocer la participación de la institución científica en varias campañas a África en busca de los orígenes de la humanidad con investigadores de otros equipos nacionales de primer orden en esta materia.
Un salto cualitativo se dio hace una década cuando el cineasta Javier Trueba empezó a colaborar con la Fundación Dinópolis en sus producciones audiovisuales. Fruto de ese trabajo fue el espectacular documental La mina de los dinosaurios, con la realización de Trueba y la dirección científica de los paleontólogos.
El documental, que se exhibe en la sala de proyecciones de Valcaria, el satélite de Dinópolis en Ariño, trata sobre los hallazgos en la Mina Santa María de la localidad, el yacimiento de dinosaurios más grande de Europa por su extensión. Utiliza los últimos recursos en imagen, incluido el uso de drones, y la reconstrucción y animación digital de los animales del pasado hallados en el lugar. Los dinosaurios Proa y Europelta vuelven a la vida y se mueven junto a los paleontólogos por el yacimiento. La película fue reconocida con el premio al mejor corto de Ciencia y Acción y participó en festivales de cine.
Fue el inicio de una colaboración con Trueba que llevó a la Fundación a recorrer varios países como Francia y Argentina a la búsqueda de otros dinosaurios gigantes como el turolense Turiasaurus. En el país galo rodaron en Angeac y en Argentina en la Patagonia, donde apareció hace una década Patagotitan mayorum, el dinosaurio gigante más grande encontrado hasta la fecha en el mundo. Esos materiales ilustraron algunos de los cortos que hizo la Fundación durante la pandemia y que se difundieron por las redes sociales. En total fueron 47 entregas, que con el resto de películas hechas en todos estos años, conforman esa gran pequeña filmoteca de la Fundación Dinópolis.
En la historia de la Fundación Dinópolis hay multitud de pequeños y grandes guiños al mundo del cine, no solo en sus producciones audiovisuales sino también en su labor cotidiana. En el documental que se exhibe en El último minuto sobre la evolución humana hay un homenaje a 2001. Odisea del espacio, la película de Stanley Kubrick, y el último dinosaurio definido por los paleontólogos está dedicado a Buñuel y para su presentación se evocó el cartel de la película Los olvidados. Las píldoras o minicortos que se difundieron durante la pandemia están llenos de referencias cinéfilas, y los vehículos de la Fundación han sido bautizados con nombres como 007 Licence to dig, Riodeva Queen y Blade Runner.
En la Fundación Dinópolis no deja de ser sorprendente ver las cosas que se han hecho desde que se creó hace un cuarto de siglo. Su trabajo es la investigación y la preservación del patrimonio paleontológico junto con su divulgación, y para hacer esto último no han escatimado su ingenio y han hecho del cine y las producciones audiovisuales un aliado permanente.
Son trabajos en los que se han involucrado directamente en los guiones y la puesta en escena, que han contado con grandes profesionales de la talla de Javier Trueba, y cuya calidad ha sido reconocida tanto por el público como por los expertos en los festivales y concursos a los que se han presentado. A través de estas producciones han devuelto la vida a los dinosaurios turolenses, no con la espectacularidad de las películas de Spielberg porque para nada tienen que ver los recursos del rey Midas de Hollywood con los que tiene esta institución científica, pero sus resultados han sido de una calidad singular por la dedicación y cariño con que se han involucrado en estas producciones.
Aparte de los cortometrajes y audiovisuales que han hecho, en la mayoría de los casos para exhibirlos en las sedes de Territorio Dinópolis repartidas por toda la provincia, han participado en otros trabajos que han contribuido a su vez a promocionar el parque paleontológico.
La cinefilia de los paleontólogos de Dinópolis, empezando por su primer director gerente, Luis Alcalá, y terminando por el actual, Alberto Cobos, han contribuido a esa implicación. El parque paleontológico nació huérfano de audiovisuales en sus contenidos, pero no tardaron después en incorporarse a sus instalaciones tanto en la sede central como en los satélites, con pequeños documentales temáticos sobre los contenidos de los mismos.
En el Museo Aragonés de Paleontología que alberga Dinópolis, dos audiovisuales se sumaron pronto a sus contenidos expositivos, siendo protagonistas los dos primeros paleontólogos que entraron a trabajar en la Fundación, Rafael Royo Torres y Alberto Cobos.
El primer protagonizó un audiovisual sobre el dominio de los mamíferos tras la extinción de los dinosaurios, que está en la Sala de los Mamíferos, y el segundo otro sobre la evolución que dio lugar a las aves, que se encuentra en la Sala de los Dinosaurios donde las réplicas de los esqueletos de Deinonychus y Diatryma. En ambos casos su voz fue doblada como le hacían a Maribel Verdú en sus inicios.
A la par, los paleontólogos empiezan a aparecer en producciones estatales de amplia difusión como la serie Memoria de España, que recorre en varios episodios la historia de nuestro país. El primer capítulo, titulado en En el inicio de los tiempos, trata de la evolución de la vida, y Teruel es la gran protagonista a la hora de hablar de los dinosaurios que poblaron lo que hoy es España. Luis Alcalá, irreconocible por su juventud, puesto que se trata de una producción de 2003, aparece mostrando las gigantescas huellas de unos dinosaurios, mientras Alberto Cobos y Rafael Royo se interpretan a sí mismos haciendo prospecciones en el campo. Han pasado ya dos décadas.
Hoy esa presencia en programas nacionales continúa promocionando la riqueza paleontológica de Teruel y lo que es Territorio Dinópolis. La última aparición ha sido en la serie documental de RTVE ¡Qué animal!, el programa de divulgación científica conducido por la bióloga Evelyn Segura cuya octava temporada se estrenó el mes pasado y uno de cuyos primeros capítulos ha estado dedicado a los Animales del pasado. Buena parte se rodó en la provincia en torno a los recursos paleontológicos que tiene, y en el que Alberto Cobos habla de los dinosaurios junto a los dos esqueletos originales montados de Proa valdearinnoensis y Europelta carbonensis.
Estos dos dinosaurios volverían a la vida a través del cine de la mano de la Fundación y del prestigioso realizador y fotógrafo Javier Trueba, pero antes los paleontólogos de esta institución emprenderían otros proyectos audiovisuales por cuenta propia.
En 2005 produjeron El Gigante Europeo. Excavando un dinosaurio, sobre el hallazgo e investigaciones de Turiasaurus riodevensis. El documental se exhibe desde entonces junto a la vitrina de los fósiles originales de este dinosaurio icónico de la provincia y de España. Además, se hizo un DVD que se difundió dentro de la serie de publicaciones divulgativas ¡Fundamental! En él, hecho con la Televisión Local de Teruel, se reconstruyó y animó digitalmente a un gigantesco turiasaurio que recorre los alrededores de Riodeva con el skyline de la localidad de fondo.
En el mismo espacio del museo se exhibe otro documental histórico de la Fundación, realizado en 2007 por los paleontólogos Luis Luque y Nacho Fierro, que se estrenó en mayo de ese año dentro de las actividades del Día Internacional de los Museos. El trabajo recuerda el hallazgo en Tanzania de Brachiosaurus y relata una expedición de estos dos paleontólogos a Tendaguru en busca del campamento que un equipo alemán estableció en el país africano a principios del siglo XX para excavar los fósiles de este animal y llevarlos a Alemania. El audiovisual rescata la parte más épica de la paleontología, la de las expediciones de finales del siglo XIX y principios del XX, en busca de la última frontera de la humanidad; en aquella época la de su pasado geológico, puesto que hoy es el espacio.
Elaborados con medios propios, otras producciones de la Fundación han contado con la participación de profesionales para poder ser exhibidos en todas las salas de proyección con que cuenta en sus satélites, o bien en espacios como El último minuto, donde se puede conocer la participación de la institución científica en varias campañas a África en busca de los orígenes de la humanidad con investigadores de otros equipos nacionales de primer orden en esta materia.
Un salto cualitativo se dio hace una década cuando el cineasta Javier Trueba empezó a colaborar con la Fundación Dinópolis en sus producciones audiovisuales. Fruto de ese trabajo fue el espectacular documental La mina de los dinosaurios, con la realización de Trueba y la dirección científica de los paleontólogos.
El documental, que se exhibe en la sala de proyecciones de Valcaria, el satélite de Dinópolis en Ariño, trata sobre los hallazgos en la Mina Santa María de la localidad, el yacimiento de dinosaurios más grande de Europa por su extensión. Utiliza los últimos recursos en imagen, incluido el uso de drones, y la reconstrucción y animación digital de los animales del pasado hallados en el lugar. Los dinosaurios Proa y Europelta vuelven a la vida y se mueven junto a los paleontólogos por el yacimiento. La película fue reconocida con el premio al mejor corto de Ciencia y Acción y participó en festivales de cine.
Fue el inicio de una colaboración con Trueba que llevó a la Fundación a recorrer varios países como Francia y Argentina a la búsqueda de otros dinosaurios gigantes como el turolense Turiasaurus. En el país galo rodaron en Angeac y en Argentina en la Patagonia, donde apareció hace una década Patagotitan mayorum, el dinosaurio gigante más grande encontrado hasta la fecha en el mundo. Esos materiales ilustraron algunos de los cortos que hizo la Fundación durante la pandemia y que se difundieron por las redes sociales. En total fueron 47 entregas, que con el resto de películas hechas en todos estos años, conforman esa gran pequeña filmoteca de la Fundación Dinópolis.
Guiños cinéfilos
En la historia de la Fundación Dinópolis hay multitud de pequeños y grandes guiños al mundo del cine, no solo en sus producciones audiovisuales sino también en su labor cotidiana. En el documental que se exhibe en El último minuto sobre la evolución humana hay un homenaje a 2001. Odisea del espacio, la película de Stanley Kubrick, y el último dinosaurio definido por los paleontólogos está dedicado a Buñuel y para su presentación se evocó el cartel de la película Los olvidados. Las píldoras o minicortos que se difundieron durante la pandemia están llenos de referencias cinéfilas, y los vehículos de la Fundación han sido bautizados con nombres como 007 Licence to dig, Riodeva Queen y Blade Runner.
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