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La asociación Acacia desvela la historia de los árboles singulares de la ciudad de Teruel La asociación Acacia desvela la historia de los árboles singulares de la ciudad de Teruel
Un momento de la Ruta de los Árboles Singulares de Teruel

La asociación Acacia desvela la historia de los árboles singulares de la ciudad de Teruel

Gran participación en los itinerarios por los Botánicos y el Ensanche
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La asociación de Amigos y Amigas de los Árboles Acacia desarrolló ayer una Ruta de Árboles Singulares que desveló la historia y los secretos de los ejemplares más imponentes del Jardín de los Botánicos y también las características de diferentes árboles del barrio del Ensanche.

Esta convocatoria fue muy bien acogida y se logró alcanzar el medio centenar de participantes, por lo que se hicieron dos grupos para poder hacer una visita más interactiva. Dos de los asociados que han estudiado estos árboles singulares, Luis Miguel Berzal y Jesús Monedero, fueron los encargados de explicar las características de los árboles singulares seleccionados para esta ocasión, con aportaciones durante el recorrido de otros asociados de Acacia.

El recorrido comenzó a los pies de la Escalinata, con una explicación de la presidenta de la asociación, Carmen Sanz, que recordó que este y otros dos itinerarios que la asociación ha preparado por otras zonas de la ciudad, y que fueron objeto de rutas anteriores, formarán parte de una publicación que han editado junto con el Ayuntamiento de la ciudad.

En total, fueron diez los árboles que se visitaron, cuatro de ellos en el Jardín de los Botánicos y el resto por el barrio del Ensanche.

Los ejemplares del parque situado a los pies de la Escalinata,  que se llama de los botánicos por las esculturas que hay de Pardo Sastrón y Loscos, están unidos a  la historia de este jardín, de la estación y de la propia Escalinata.

Morera blanca

La morera blanca, de entre 80 y 100 años, forma parte de una línea de árboles a pie de la carretera, por lo que se pudo plantar tras la inauguración de la Escalinata, que el año pasado cumplió un siglo. Había más pero no han sobrevivido todas y desde hace décadas es común que los niños turolenses vayan a coger morera para sus gusanos de seda.

Cerca de la morera, se encuentra un cedro del Himalaya, imponente por su altura, de 19 metros y una edad estimada de entre 40 y 60 años.

Otro de los ejemplares ante el que se pararon los participantes en este itinerario fue el álamo plateado. Ubicado junto a la escultura AMA y a los pies de la sede territorial del Gobierno de Aragón, destaca por el color blanquecino de su tronco y sus hojas bicolores. Es el más joven de los cuatro que ayer se abordaron en esta visita a los Jardines de la Escalinata porque tiene 40 años, pero es el más alto con 23 metros.

Por último, el castaño de las indias que se eligió para detenerse ante él es uno de los ejemplares más singulares de esta especie de los que hay varios en este parque. Con una altura de unos 16 metros tiene entre 60 y 80 años.

Ante estos árboles, los participantes descubrieron curiosidades sobre sus hojas, su estado de mantenimiento o sobre cómo les ha afectado para bien o para mal las podas realizadas en sus ramas a lo largo de las décadas. También como interactúan con los edificios que les rodean y cómo su sombra es buscada sobre todo en verano, ya que es zona de juegos y de descanso.

Árboles en el Ensanche

El itinerario continuó por el barrio del Ensanche. Entre los ejemplares que se pudieron ver durante este recorrido, se encontraba un pino en el parque de Fernando Hué, con más de 70 años y 16 metros de altura. También un ciprés de Arizona, en el parque Los Fueros, algo más joven que el anterior, pero de una altura similar, 17 metros.

Junto al polideportivo San Fernando se encuentra un cedro  del Atlas, con más de medio siglo de existencia y que sobresale por su altura ya que alcanza los 23 metros.

El itinerario se completó en la  zona comprendida entre las calles Córdoba y Málaga, junto a la Comisaría de Policía y la sede de Tráfico. En la calle Córdoba, en un pequeño jardín, existe otro cedro, en este caso un calocedro o cedro de incienso, que destaca por su belleza y su emplazamiento. Tiene unos 25 años y alcanza los 11 metros de altura. Cerca de allí, en la calle Málaga, hay un ciprés de unos 30 años, que llega a medir 22 metros.

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