Alejandro Navas durante su intervención en el ciclo Conversaciones con Luz Propia, este sábado en la sala Guadalaviar del centro sociocultural San Julián
Internet y la segunda revolución sexual centran la charla de Alejandro Navas
Actividad divulgativa incluida en el ciclo Conversaciones con Luz Propia
Internet y la segunda revolución sexual centraron la charla que el doctor en Filosofía Alejandro Navas García ofreció este sábado en Teruel dentro del ciclo Conversaciones con Luz Propia, que se desarrolló en el Centro Sociocultural San Julián. Frente a la primera revolución sexual, que Navas situó a partir de 1900, la segunda se sitúa ya entrado el siglo XXI con las cinco “aes” que ha supuesto internet en este ámbito.
En su charla diferenció en primer lugar la revuelta de la revolución, un término “moderno” en el que se impone una alternativa, un modelo ideal de sociedad.
El filósofo, investigador y autor de numerosos libros y artículos, situó la primera revolución sexual en torno a 1900 por cuatro factores novedosos. El primero sería intelectual, con Freud y sus seguidores que llevaron a cabo un cambio antropológico de la visión del hombre asociada a la sexualidad, que se banaliza y populariza, que llega a todos los ámbitos de la cultura académica y popular, al cine y la literatura.
El segundo factor novedoso sería, indicó, una evolución que implica que la mujer abandona el hogar y se incorpora al mundo del trabajo; el tercero, fue un avance farmacológico la comercialización de la píldora, que salió al mercado en 1961, que supuso un cambio radical al desligar la sexualidad y la reproducción.
El último factor, explicó Navas, tiene que ver con los medios de comunicación, el cine, la televisión o los cómics donde la sexualidad está presente en la publicidad y la moda.
Frente a esta primera revolución sexual la segunda viene de la mano de Internet y sus “cinco aes”. Navas se refirió a la accesibilidad, el abaratamiento, el anonimato, la agresividad y la aceptación de una idea del sexo que no es real. En la red es mucho más fácil acceder a sexo, de forma barata y anónima: “El sexo está en internet, es asequible, barato y variado”, comentó.
También se refirió el aspecto económico. Hay detrás un negocio, que es en muchas ocasiones delictivo. Según la Interpol, se sitúa al nivel del tráfico de drogas y de armas.
El negocio se incrementó además con la pandemia, con casos como el de OnlyFans que pasó de 5 millones de abonados a 95 millones y ahora se sitúa en 130 millones. Hubo además páginas como Pornhub que durante la pandemia ofrecieron contenidos sexuales gratuitos. Hace unos años esta página fue muy controvertida por los contenidos que ofrecía y hubo compañías de pago que retiraron su colaboración.
“Todo esto tiene muy variadas manifestaciones y consecuencias. Por ejemplo, ahora mismo los gobiernos occidentales están preocupados por el acceso a contenidos de índole sexual de niños de 8 o 10 años”, comentó Navas, quien recordó que en muchos ambientes sociales la educación sexual de los adolescentes se lleva a cabo a través de Internet y por la pornografía “y consideran normal estas imágenes engañosas que ven en Internet”, vinculadas a la violencia en muchos casos, donde la chica es golpeada y se asocia a un disfrute que no es real. Esta situación se está trasladando también a las parejas. “Se calcula que el 60% de los divorcios tiene que ver con la pornografía”, comentó Navas, citando un dato de un congreso de abogados de Estados Unidos.
La situación está preocupando tanto que la sociedad se está movilizando. “En Francia, por ejemplo, el pasado año hubo una comisión de senadoras de todos los partidos que hicieron un informe y propusieron medidas para que el gobierno prohiba la pornografía en la red”, detalló.
La OMS está preocupada por las adicciones a la red igual que a sustancias, como drogas o alcohol. Hoy en día, “la inquietud es notoria”, consideró Navas con anterioridad a la charla, y que reconoció que revertir esta situación “no es sencillo” y pasa por una acción articulada por muchos actores, desde las familias y los gobiernos, la fiscalía y la policía pasando por las escuelas.
En su charla diferenció en primer lugar la revuelta de la revolución, un término “moderno” en el que se impone una alternativa, un modelo ideal de sociedad.
El filósofo, investigador y autor de numerosos libros y artículos, situó la primera revolución sexual en torno a 1900 por cuatro factores novedosos. El primero sería intelectual, con Freud y sus seguidores que llevaron a cabo un cambio antropológico de la visión del hombre asociada a la sexualidad, que se banaliza y populariza, que llega a todos los ámbitos de la cultura académica y popular, al cine y la literatura.
El segundo factor novedoso sería, indicó, una evolución que implica que la mujer abandona el hogar y se incorpora al mundo del trabajo; el tercero, fue un avance farmacológico la comercialización de la píldora, que salió al mercado en 1961, que supuso un cambio radical al desligar la sexualidad y la reproducción.
El último factor, explicó Navas, tiene que ver con los medios de comunicación, el cine, la televisión o los cómics donde la sexualidad está presente en la publicidad y la moda.
Frente a esta primera revolución sexual la segunda viene de la mano de Internet y sus “cinco aes”. Navas se refirió a la accesibilidad, el abaratamiento, el anonimato, la agresividad y la aceptación de una idea del sexo que no es real. En la red es mucho más fácil acceder a sexo, de forma barata y anónima: “El sexo está en internet, es asequible, barato y variado”, comentó.
También se refirió el aspecto económico. Hay detrás un negocio, que es en muchas ocasiones delictivo. Según la Interpol, se sitúa al nivel del tráfico de drogas y de armas.
El negocio se incrementó además con la pandemia, con casos como el de OnlyFans que pasó de 5 millones de abonados a 95 millones y ahora se sitúa en 130 millones. Hubo además páginas como Pornhub que durante la pandemia ofrecieron contenidos sexuales gratuitos. Hace unos años esta página fue muy controvertida por los contenidos que ofrecía y hubo compañías de pago que retiraron su colaboración.
“Todo esto tiene muy variadas manifestaciones y consecuencias. Por ejemplo, ahora mismo los gobiernos occidentales están preocupados por el acceso a contenidos de índole sexual de niños de 8 o 10 años”, comentó Navas, quien recordó que en muchos ambientes sociales la educación sexual de los adolescentes se lleva a cabo a través de Internet y por la pornografía “y consideran normal estas imágenes engañosas que ven en Internet”, vinculadas a la violencia en muchos casos, donde la chica es golpeada y se asocia a un disfrute que no es real. Esta situación se está trasladando también a las parejas. “Se calcula que el 60% de los divorcios tiene que ver con la pornografía”, comentó Navas, citando un dato de un congreso de abogados de Estados Unidos.
La situación está preocupando tanto que la sociedad se está movilizando. “En Francia, por ejemplo, el pasado año hubo una comisión de senadoras de todos los partidos que hicieron un informe y propusieron medidas para que el gobierno prohiba la pornografía en la red”, detalló.
La OMS está preocupada por las adicciones a la red igual que a sustancias, como drogas o alcohol. Hoy en día, “la inquietud es notoria”, consideró Navas con anterioridad a la charla, y que reconoció que revertir esta situación “no es sencillo” y pasa por una acción articulada por muchos actores, desde las familias y los gobiernos, la fiscalía y la policía pasando por las escuelas.
