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Innovación didáctica: de la IA al respeto por los modelos tradicionales que han funcionado Innovación didáctica: de la IA al respeto por los modelos tradicionales que han funcionado
Francho Lafuente animó en su conferencia a no tener miedo a la introducción de la IA en las aulas

Innovación didáctica: de la IA al respeto por los modelos tradicionales que han funcionado

Teruel clausuró este sábado las I Jornadas de Innovación y Excelencia Educativa con el aforo completo
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De la inteligencia artificial a la tradición, de los nuevos modelos basados en herramientas novedosas a los paradigmas ensayados a lo largo de la historia que han demostrado que funcionan, solo con cierta adaptación a cada realidad cambiante. Todo puede tener cabida en las aulas si los modelos se aplican con espíritu crítico y afán de servir a los auténticos protagonistas del hecho educativo, que son los estudiantes. Es una de las conclusiones, quizá la más general pero también la más esencial, a las que se llegaron este sábado en el auditorio del centro social de San Julián, durante la última jornada de las I Jornadas de Innovación y Excelencia Educativa. Organizadas por la Cátedra Caja Rural de Teruel-Fundación Térvalis, durante el viernes y el sábado han participado nueve ponentes y especialistas en diferentes ámbitos de la educación, y cerca de 250 participantes entre profesores, la gran mayoría de ellos de Educación Infantil y Primaria. Alberto Quílez, director de la Cátedra Caja Rural-Fundación Térvalis, calificó de “éxito” la primera convocatoria de estas jornadas, que llenaron su aforo dejando fuera a casi un centenar de maestros por motivos de aforo.

A lo largo de las ponencias se ahondaron en diferentes aspectos, herramientas y estrategias para aplicar dentro de las aulas. Francho Lafuente, CEIP Maestro Don Pedro Orós de Movera (Zaragoza), reivindicó la pérdida del miedo a la aplicación de la tecnología y la IA dentro del aula. Conociendo bien sus límites y sus potencialidades, puede expandir la creatividad de los alumnos y proporcionar recursos hasta ahora inéditos, como entrevistarse con un personaje histórico, hablar con un niño de cualquier periodo histórico y pedirle a un científico que nos explique sus invenciones.
 

El auditorio de San Julián se llenó por completo durante la jornada de ayer


Otras ponentes, como Anna Fores, insistieron en aplicar las capas que le son propias al ser humano y que las máquinas todavía no abarcan, como la de saber mirar e ir más allá de la realidad aparente a la hora de analizar a un alumno para buscar las herramientas más apropiadas para cada caso. Fores también habló de la happycracia, o corriente actual según la cual debemos ser completamente felices todo el tiempo -o aparentar que lo somos- para ser dueños de una vida plena y sin frustraciones. En su lugar, la profesora propone aprender a lidiar con esa frustración y con emociones como la ira o la tristeza, para ser capaces de transmitir esa actitud a nuestros hijos o estudiantes. Sobre las redes sociales y los influencers, Fores recomendó el libro La voz del Oráculo de Lin Stromsquist y hablo sobre la figura del aconsejador profesional no requerido que se esconde tras las redes sociales. Más allá de que algunas de las conductas recomendadas que se hacen virales pueden ocasionar daños -la profesora citó como ejemplo la de usar pegamento para tener los labios más carnosos-, recordó que los consejos no pedidos elevan la autoestima de quien los da, y reduce la de quien los recibe.

Por su parte Chema Lázaro defendió algunos de los elementos de la pedagogía tradicional. “Los cambios vienen tras las crisis, y en la pedagogía tenemos el problema de que cada vez que hay un cambio nos vamos al punto opuesto”. No cambiarlo todo y renunciar a lo anterior, aunque funcione, es una actitud que recomienda Lázaro. “Hace 70 años ya se habían inventado casi todas las propuestas tan vanguardias que hacemos hoy en día”.

También afirmó que los cambios no deben ser meramente metodológicos, sino ideológicos: “Si vemos a todos nuestros estudiantes iguales; si vemos en el que tiene dificultades un chico que necesita extraescolares y en el neurodivergente alguien que tiene que adaptarse al resto, solo estaremos haciendo chapa y pintura”. “Y decidir qué es importante y qué priorizamos es una decisión política”, matizó.

Como marco de base recordó dos grandes principios; el de singularidad -ningún cerebro es igual y calificación de normal solo es un convencionalismo estadístico-; y el de variabilidad, según el cual la capacidad intelectual de las personas no son inmutables ni innatas, y se pueden modelar y modificar durante toda la vida.

El taller Estaciones de Aprendizaje para Novatos, de Silvia Gimeno, cerró la sesión de la mañana en las Jornadas de Innovación y Excelencia Educativa. Por la tarde tuvieron lugar los últimos talleres, sobre atención del alumnado con discapacidad y sobre evaluación por competencias. Miguel de Lucas cerró las sesiones con la última conferencia: Hay un mago en ti.

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