'Iguanodón', un dinosaurio icónico que ha acompañado a Teruel desde hace 150 años
Investigaciones recientes refuerzan la trascendencia de este vertebrado mesozoico en la provinciaSiglo y medio después, Iguanodon se mantiene como un dinosaurio icónico muy ligado a los ricos yacimientos mesozoicos de la provincia de Teruel. Un fósil de este género fue la primera contribución de la dinosauriología española en el siglo XIX, y fue hallado en Utrillas. Ciento cincuenta años después, una especie nueva del mismo género descrita en la provincia en 2015, Iguanodon galvensis, sigue dando que hablar con nuevas aportaciones científicas de la Fundación Dinópolis tras el hallazgo de nuevos restos en la localidad turolense de Cabra de Mora, y ahora una tesis doctoral pretende profundizar en la importancia que estos dinosaurios tuvieron durante el Cretácico Inferior en el sudeste de la cuenca del Maestrazgo.
La semana pasada apareció publicada en la revista Journal of Iberian Geology un nuevo trabajo de investigación de la Fundación Dinópolis sobre fósiles de ornitópodos, unos dinosaurios fitófagos (comedores de plantas puesto que la hierba no existía cuando existieron) que están íntimamente ligados a la paleontología turolense sobre estos grandes vertebrados desde sus inicios.
En la publicación científica, firmada por los paleontólogos de la Fundación Dinópolis Josué García-Cobeña, Francisco Javier Verdú y Alberto Cobos, se vuelve a poner de manifiesto la diversidad que estos dinosaurios ornitópodos tuvieron en lo que hoy es la provincia de Teruel, además de describirse fósiles de dos ejemplares atribuibles a Iguanodon galvensis, cuya especie -el segundo nombre- hace referencia a la localidad de Galve, puesto que fue en este municipio turolense donde se describieron por primera vez.
El género Iguanodon fue descrito en 1825 por el médico Gideon A. Mantell en Inglaterra y se ha identificado en múltiples países europeos. En España fue el primer dinosaurio patrio del que se tuvo constancia hace exactamente 150 años. Fue en 1872 cuando Juan Vilanova y Piera publicó en las actas de una sesión de la Real Sociedad Española de Historia Natural la presencia de fósiles de Iguanodon en Utrillas y en la localidad castellonense de Morella. Nunca antes se habían dado a conocer fósiles de dinosaurio en España, por lo que esa fecha, 1872, supone el arranque de la dinosauriología en nuestro país.
150 años
Y ha sido 150 años después cuando paleontólogos de la Fundación Dinópolis han publicado nuevos hallazgos sobre este género y en particular sobre la especie del mismo descrita en la localidad de Galve en el año 2015, Iguanodon galvensis. Aquel fue un hallazgo espectacular fruto de las campañas de control paleontológico llevadas a cabo por la Fundación en la mina de arcillas de Galve, puesto que se estudiaron un individuo adulto, otro juvenil y trece crías.
Hasta entonces solo era conocida y aceptada en la comunidad científica una especie de Iguanodon, denominada Iguanodon bernissartensis, a la que se sumó desde 2015 Iguanodon galvensis gracias a la publicación de la investigación de la Fundación Dinópolis en la revista Cretaceous Research, cuyos autores fueron Javier Verdú, Rafael Royo Torres, Alberto Cobos y Luis Alcalá. En la misma, además, se describió una posible “guardería” de dinosaurios, en la que los ejemplares adultos habrían tenido conductas gregarias para proteger a las crías.
El año pasado, Verdú, que hizo la tesis doctoral sobre esta especie de Iguanodon, publicó otro artículo científico en el que tras un nuevo estudio de los fósiles del conocido como el ornitópodo de Aliaga, llegó a la conclusión de que pertenecía también al género Iguanodon galvensis.
Y ahora el registro de esta especie en la provincia se sigue ampliando tras el trabajo publicado la semana pasada en Journal of Iberian Geology a partir de fósiles encontrados en Cabra de Mora y que se encuentran depositados también desde hace tiempo en el Museo Aragonés de Paleontología de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis.
Lo novedoso es que hasta ahora los fósiles de galvensis habían sido encontrados en los pisos geológicos de la conocida como Formación Camarillas, de edad Barremiense inferior y con unos 127-128 millones de años de antigüedad. Pero en cambio, los fósiles de los dos ejemplares estudiados ahora en Cabra de Mora pertenecen a la Formación El Castellar, que es de hace unos 130-127 millones de años, es decir, son más antiguos.
El director gerente de la Fundación Dinópolis y coautor de la publicación, Alberto Cobos, aseguró que es muy difícil de determinar “cuánto es más antiguo”, ya que se trata de una unidad geológica inferior, pero es relevante el hallazgo porque eso los convierte en los fósiles más antiguos atribuibles a Iguanodon galvensis, además de ser la primera vez que se identifica este dinosaurio en la Formación El Castellar.
Dos tipos de ornitópodos
El artículo corrobora además que dos tipos de ornitópodos estiracosternos coexistieron en ese periodo geológico en Teruel, unos grandes y robustos de unos diez metros de longitud que se corresponderían con Iguanodon, y otros más esbeltos y de menor tamaño de unos seis metros.
En otros afloramientos de la Formación El Castellar en Cabra de Mora, que se documentan en el artículo, se han encontrado también yacimientos de huellas, a pesar de que son muy poco frecuentes en este nivel geológico. Las mismas están fosilizadas en forma de rellenos y la investigación concluye que la presencia conjunta de icnitas y de huesos de grandes ornitópodos pone de manifiesto que esta clase de dinosaurios fueron frecuentes en los humedales costeros de este periodo geológico.
El trabajo forma parte de las investigaciones que está llevando a cabo para su tesis doctoral el paleontólogo Josué García Cobeña, primer firmante del artículo. La tesis se la están dirigiendo Alberto Cobos y Javier Verdú, y la misma permitirá profundizar en el conocimiento de los ornitópodos del Cretácico Inferior.
Josué García explicó que su tesis trata sobre los ecosistemas de dinosaurios ornitópodos del Barremiense Inferior de la subcuenca de Peñagolosa. Aseguró que esta secuencia estratigráfica “es muy interesante porque hay una gran abundancia de restos de dinosaurios, y los antecedentes y las investigaciones que estamos haciendo ahora revelan que la fauna más abundante es de ornitópodos”, como es el caso de Iguanodon galvensis.
Uno de los objetivos de la tesis doctoral es intentar averiguar por qué los ornitópodos en ese periodo fueron la fauna predominante en esta parte de lo que hoy es la provincia de Teruel y tuvieron tanto éxito.
“Probablemente las facies que representan al Barremiense Inferior, en este caso la Formación Camarillas y la Formación El Castellar, representan llanuras de inundación y aluviales con gran abundancia de humedales próximos a la costa”, argumentó García Cobeña, algo que se aprecia por la presencia de invertebrados y dientes de peces en los niveles fosilíferos.
“Una de las hipótesis que tenemos que contrastar es que estos hábitats fueran propicios para el desarrollo de esta fauna, tanto por la alimentación que encontraban como por las condiciones que se daban para la cría y la protección”, indicó el doctorando.
Área de estudio
El trabajo de la tesis, que tiene matriculada en la Universidad Complutense de Madrid, se centra exclusivamente en la provincia de Teruel, en lo que es la secuencia de Peñagolosa, entre los pueblos de El Castellar, Cabra de Mora, Mora de Rubielos y Alcalá de la Selva.
Además de los materiales con que cuentan los fondos de la Fundación Dinópolis, se están haciendo prospecciones en la zona para intentar identificar nuevos yacimientos. “Si se encontrase alguno más interesante se podría hablar para excavar, pero hay mucho material en el laboratorio y es más productivo revisar todo eso”, apuntó.
Los fósiles con los que está trabajando proceden de anteriores prospecciones y excavaciones de la Fundación Dinópolis, dándose el caso también de alguna colaboración de los vecinos de la zona, según explicó Alberto Cobos.
Como anécdota, Cobos contó que en uno de los yacimientos de Cabra de Mora que han servido de base para el artículo que se ha publicado en Journal of Iberian Geology, la Fundación encontró hace unos años los centros vertebrales que ahora han sido identificados como pertenecientes a Iguanodon galvensis, y que sin saberlo un vecino de la localidad conocía este lugar desde mediados del siglo pasado.
El paleontólogo explicó que en una de las actividades de divulgación que desarrolla la Fundación por los pueblos y que tuvo lugar en Cabra, al término de la misma un vecino se acercó para contarles que su abuelo había cogido unos fósiles en la década de los 50. El nieto, Gabriel Fuertes, cedió esos fósiles al Museo Aragonés de Paleontología y llevó a los científicos al sitio donde habían sido cogidos medio siglo antes por si había más, y entonces descubrieron que era el mismo lugar que ya había inventariado la Fundación.
“Gracias a que se hace divulgación por la provincia, al final ese material que la gente puede tener en sus casas se acaba cediendo y puede servir para publicaciones científicas como ha sido este caso”, contó Cobos, ya que esos materiales, que han resultado ser de Iguanodon galvensis, junto con los hallados por la Fundación, han servido para la última investigación que amplía la antigüedad geológica de estos ornitópodos.
Nuevos hallazgos
El paleontólogo Javier Verdú, que con su tesis doctoral dio pie a la descripción científica de la especie galvensis dentro del género Iguanodon, está convencido de que van a seguir apareciendo nuevos ejemplares en otros lugares que podrán relacionarse también con galvensis.
“Se siguen descubriendo nuevos fósiles de ornitópodos en Galve, en sedimentos de esas edades ya que son los más abundantes, y seguro que otros más podremos adscribirlos en algún momento a galvensis”, comentó Verdú, quien expresó su confianza en que con el tiempo “aparezcan tanto individuos adultos como más ejemplares intermedios entre formas más juveniles, para poder conocer un poquito más cómo era su biología y cómo crecían, completando así los vacíos que nos quedan con los ejemplares que tenemos de Galve y Aliaga, y los que estamos descubriendo ahora mismo por la zona de Cabra de Mora y otras localidades”.
La posibilidad de que puedan aparecer en otras provincias tampoco se descarta, como en Burgos y Soria, puesto que tienen yacimientos de edades similares a las que aparece Iguanodon galvensis, aseguró Verdú, mientras que en Morella y Cuenca será más difícil porque son afloramientos más recientes y en los mismos aparece la otra especie de Iguanodon llamada bernissartensis.
El hecho de que estén apareciendo ejemplares de galvensis más antiguos como los de Cabra, con una variación que puede ser de en torno a 2 millones de años, quiere decir “que esa especie pudo perdurar en estos ecosistemas del Cretácico Inferior durante ese tiempo” gracias a su buena adaptación a los ecosistemas de humedales costeros de ese periodo; todo un éxito para unos vertebrados mesozoicos que fueron el origen de la dinosauriología en España hace 150 años y que van a dar que hablar todavía durante muchísimo tiempo a la vista de las investigaciones de la Fundación Dinópolis.
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