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Fundación Dinópolis: Un cuarto de siglo a la caza de dinosaurios con 32.000 fósiles de vertebrados recuperados Fundación Dinópolis: Un cuarto de siglo a la caza de dinosaurios con 32.000 fósiles de vertebrados recuperados
Paleontólogos de la Fundación Dinópolis cuando se presentó en el año 2013 el esqueleto del nuevo dinosaurio Europelta carbonensis hallado en Ariño

Fundación Dinópolis: Un cuarto de siglo a la caza de dinosaurios con 32.000 fósiles de vertebrados recuperados

Se cumplen 25 años de un trabajo en el que se han encontrado 463 nuevos niveles paleontológicos y que ha hecho cambiar la provincia
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La Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis cumple este año sus bodas de plata. Lleva un cuarto de siglo a la caza de dinosaurios en la provincia y en todo este tiempo ha excavado y recuperado cerca de 32.000 fósiles de vertebrados, además de haber encontrado y documentado 463 nuevos niveles paleontológicos con restos de dinosaurios en las comarcas turolenses. Son cifras de vértigo que han tenido una proyección social y económica sin precedentes en la provincia, puesto que han hecho de los dinosaurios y de la paleontología en general un recurso autóctono de desarrollo que ha atraído a millones de visitantes, además de haberle dado proyección nacional e internacional.

Fue en junio de 1998 cuando el entonces presidente del Gobierno de Aragón, Santiago Lanzuela, se reunió en el Museo de Teruel con los alcaldes de los municipios turolenses que contaban en aquel entonces con importantes yacimientos paleontológicos para firmar un convenio y empezar a dar forma a lo que entonces todavía no se conocía como Dinópolis. Fue en ese encuentro, celebrado el 17 de junio de ese año, cuando se anunció la creación de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel.

Lanzuela explicó entonces que esa nueva Fundación Paleontológica se autofinanciaría mediante la explotación comercial de las visitas turísticas que se hiciesen y los productos complementarios que se ofertasen. Incidió en la importancia que tenían los fósiles como un recurso “endógeno”, una expresión a la que le gustaba recurrir con insistencia a Lanzuela. Su argumento era que el futuro de la provincia estaba en el propio territorio, en sus potencialidades, y entre ellas una de las más importantes era su riqueza paleontológica.

Convenio

Como fe de ello el convenio que se firmó ese día lo suscribieron los ayuntamientos de Teruel capital, Albarracín, Castellote, Galve, Mas de las Matas, Peñarroya de Tastavins y Rubielos de Mora. Entonces se anunció que el proyecto se abriría al resto de municipios con patrimonio paleontológico en sucesivas incorporaciones, entre ellos Bezas, Bueña o Libros.

El consejero de Educación y Cultura de entonces, Vicente Bielza, dijo que a través de todos los ayuntamientos con patrimonio fosilífero que se fuesen incorporando al Conjunto Paleontológico de Teruel, unido a los parques culturales existentes, se impulsaría un producto que permitiría lograr un “desarrollo sostenible” de la provincia.

Lanzuela señaló que la Fundación que se acordó crear entonces se encargaría de promover la investigación paleontológica, la conservación y la divulgación, con sus propios recursos y en colaboración con otros grupos científicos españoles y extranjeros.
 

Firma en junio de 1998 del convenio entre ayuntamientos que creó la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel


Como suele pasar en Teruel, esas palabras sonaron muy rimbombantes en aquel entonces y hubo mucha incredulidad. Nadie, absolutamente nadie, ni los más optimistas ni convencidos, se podían imaginar el impacto que iba a suponer para la provincia la creación de una institución científica como la Fundación Conjunto Paleontológico.

Un cuarto de siglo después, la realidad ha dado la razón a quienes aquella mañana de junio suscribieron el convenio que dio lugar a lo que hoy es la Fundación Dinópolis. En el artículo 7 de sus  estatutos se estableció que su objetivo sería gestionar “con medios propios o concertados, el Conjunto Paleontológico de Teruel, consistente en la explotación con fines turísticos de ocio cultural de los yacimientos paleontológicos y antropológicos de la provincia y de todos aquellos servicios y atracciones complementarias que valoricen en conjunto”.

Además, establecía que esta institución científica promovería la “investigación de la paleontología en general y en la provincia de Teruel en particular, así como la conservación y divulgación de sus yacimientos y descubrimientos”.

Contrataciones

Fue la Fundación mediante la contratación de dos paleontólogos, Rafael Royo y Alberto Cobos, junto con el Instituto Aragonés de Fomento, los que pusieron en marcha las primeras instalaciones en Teruel de lo que acabó llamándose Dinópolis y posteriormente Territorio Dinópolis con la construcción de las subsedes por toda la provincia.

Ellos fueron los encargados de diseñar el discurso expositivo del Museo Paleontológico de Dinópolis y de echar a andar esta institución científica en sus primeros tiempos, hasta que en mayo de 2002 fue nombrado director gerente de la misma el paleontólogo turolense, Luis Alcalá, que estuvo al frente de ella hasta mediados de 2021, cuando fue nombrado director del Museo de las Ciencias de Granada.

En este cuarto de siglo la Fundación Dinópolis ha sido sinónimo de éxito y de reconocimiento nacional e internacional gracias a todos y cada uno de los paleontólogos que han pasado por ella, entre los cuales todavía se mantienen al pie del cañón científicos como Alberto Cobos, que es el actual director gerente y el trabajador más antiguo de Dinópolis, así como los paleontólogos Eduardo Espílez, Luis Mampel o Ana González, que figuran entre los más veteranos de esta institución.

Nuevas generaciones

A ellos se han ido sumando nuevas generaciones de profesionales que siguen haciendo hoy día de la Fundación lo que es, un referente mundial en la investigación y la divulgación, pero sobre todo en haber hecho de la paleontología un recurso al servicio del desarrollo territorial, que aparte de todo lo que es Territorio Dinópolis cuenta con iniciativas en red de las comarcas y municipios como son los proyectos Dinoexperience y la Carretera  de las Huellas de Dinosaurio, entre otros.

Recientemente lo ponía en valor el Ministerio de Ciencia e Innovación en el Real Decreto 732/2022, de 6 de septiembre del año pasado, que regulaba la concesión directa de subvenciones a distintas entidades científicas para el desarrollo de actuaciones que son exponentes de la dimensión social y económica de la ciencia. Entre ellas está la Fundación Dinópolis y su Unidad de Paleontología de Dinosaurios de Teruel, de la que el Ministerio destacaba en dicho decreto que hasta el año pasado había encontrado y documentado 463 nuevos niveles paleontológicos con restos de dinosaurios en la provincia turolense, y que hubiese recuperado en sus excavaciones cerca de 32.000 nuevos fósiles de vertebrados. Pero sobre todo valoraba que su trabajo hubiese contribuido al desarrollo de zonas despobladas a partir de un recurso autóctono que está creando riqueza en el territorio.

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