Emociones, carreras y recortes en la Vaquillas ensogadas

Decenas de niños y algún centenar de padres y abuelos se han citado este lunes en la plaza del Torico para correr las vaquillas ensogadas en una mañana que ha dejado emociones, carreras y recortes y que ha servido para como una primera fuego en condiciones de fuego real del producto antideslizante que se ha extendido a primera hora de la mañana en una parte del recorrido.

La mañana ha transcurrido con emociones pero sin ningún susto y las vaquillas Curiosa, Yegüisa, Billatera, Muletera y Cubachera hicieron las delicias de los aficionados taurinos más jóvenes. Las cinco reses, del hierro de Teo Adell, eran hembras de poco más de un año y todas con manto negro. Los cinco animales han dado juego y han protagonizado derrotes y amagos que pusieron a prueba el arrojo de los jóvenes taurinos.

Las cinco reses han estado controladas por seis miembros de la Soga Infantil, de la Soga y Baga de Teruel. David, Verónica Martín, Jorge García, Alba Calvo, Irene Bellido y Carlos Ventura han sido los ángeles custodios particulares de los corredores más jóvenes y han llevado con firmeza a todos los animales.

El camión de la ganadería de Tero Adell ha llegado con antelación a los corrales municipales de La Nevera, donde el veterinario del festejo ha firmado las autorizaciones pertinentes. Allí, los miembros de la Soga y Baga han puesto los collares a las vaquillas, ya que al no tener desarrollada todavía la cornamenta es imposible pasar el nudo por la testuz, y han enganchado con mosquetones las maromas.

Tras el estallido del cohete que ha anunciado la salida de la primera vaquilla se ha abierto el último portón del camión en el que habían llegado las protagonistas a La Nevera y el animal ha salido henchido de fuerza y bravío. Tras unos primeros embates, en seguida ha encarado la calle Tozal camino del Torico.
 
Junto a él, en la primera posición de la soga, Alba Calvo ha conducido a la bestia hacia la plaza para que los aficionados hicieran sus primeros recortes.

Alba Calvo es miembro de la Soga Infantil. La tradición soguera forma parte de su ADN y es la cuarta generación de miembros de la Asociación Soga y Baga. “Me gusta más la soga y cuanto más cerca del toro, mejor”, ha reconocido la joven soguera antes de que saliera el primero.

Una tras otra las cinco reses han ido saliendo de los toriles  de La Nevera para el disfrute de los más jóvenes. Y a partir de la tercera, la música de la charanga de la peña El Agüelo se ha sumado a la fiesta a golpe de pasodoble desde la zona del Aljibe.
 

Las vaquillas ensogadas han vuelto a contar con un público eminentemente familiar. Además por la obligación, de acuerdo al nuevo marco legal de este tipo de festejo, que obliga a los menores de 14 años a estar acompañados de un adulto responsable o de llevar una autorización, por tratarse de una tradición.

Así lo ha expresado Pedro Górriz, que ha acudido a la plaza del Torico acompañado de su esposa y sus hijos. Górriz ha explicado que ha acudido a las vaquillas ensogadas “porque es de Teruel de toda la vida y es una tradición que nos gusta”. Su hija Vega ha indicado que le gusta participar en estos encierros porque le “gusta torear”, una afición que le surgió “el año pasado”. Mientras, su hermano Hugo, ha reconocido que también siente la pasión por el toreo “porque me gusta torear, correr y todo eso”, explicó.

A unos pocos metros y con su nieta Irene de dos años sentada en sus hombros, Cayo Hernández ha explicado que el resto de sus nietos estaban corriendo solos las vaquillas. Cayo Hernández se ha mostrado tranquilo y confiado porque “somos de pueblo y sabemos lo que es un animal”, ha dicho.