El Ayuntamiento de Teruel tiene previsto adelantar los sondeos para nuevos acuíferos

El Ayuntamiento de Teruel tratará de adelantar los sondeos para buscar acuíferos que puedan abastecer a la ciudad en caso de otro episodio de sequía, que en el cronograma previsto con Aguas de Teruel estaba previsto acometer a finales de este año. Estos sondeos estaban previstos desde el anterior episodio de sequía ocurrido en 2017, pero todavía no se ha acometido.

Estas prospecciones se realizarán dos en Escandón, dos en Valdecebro y  uno en Los Baños.

Para esta actuación hay una partida de 280.350 euros, que se incluye en el importe de las obras a ejecutar por la empresa adjudicataria del servicio.

El concejal delegado de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, explicó que se ha acordado solicitar a la empresa que adelante, sobre el cronograma previsto, la realización de estos sondeos, en previsión de que se  produzca un nuevo episodio de sequía.

En cualquier caso, sería una actuación a largo plazo, porque los sondeos permitirán saber qué acuífero reúne las mejores condiciones para explotarlo posteriormente. Si fuera necesario, se podría hacer una instalación provisional para obtener el agua, aunque si el embalse del Arquillo no pudiera atender las necesidades de la ciudad se podría tomar antes otras medidas como activar pozos, que no se utilizan habitualmente.

Los datos que se están dando en este inicio de año comienzan a preocupar. En el mes de enero solo se recogió en Teruel 1,2 litros de agua de lluvia, cuando la media es 17, y ninguno de momento en febrero. Representa solo un 7% de la habitual en esta época del año y la situación es más preocupante aquí que en las otras capitales de provincia aragonesas. En Huesca se recogieron 5 litros, que fue un 17% de la media de ese mes y en Zaragoza 7, que fue un 35%.

Proyecto aparcado

El proyecto de acometer sondeos en diferentes parajes del entorno de Teruel donde se conoce la existencia de acuíferos por un estudio geológico quedó aparcado tras finalizar el episodio de sequía que se produjo entre octubre de 2017 y marzo de 2018 y que obligó al Ayuntamiento de Teruel a convocar una comisión de la sequía y a activar ele plan de emergencia por la sequía en fase de prealerta.

Esto obligó a tomar una serie de medidas como  reducir el porcentaje de agua para el consumo que abastecía el Arquillo y aumentar la de los pozos, adelantar el cierre de las fuentes de agua de la ciudad, que habitualmente se hace en los meses más fríos del invierno, excepto la del Torico y restringir el baldeo de las calles de la ciudad y el riego. Además se  realizó una campaña de concienciación ciudadana.