El agua de boca no es apta en la mitad de los municipios que beben de Cueva Foradada

El agua de boca no es apta en Híjar, La Puebla de Híjar, Albalate del Arzobispo, Jatiel y Urrea de Gaén. Sí es adecuada para el consumo humano en Ariño, Oliete, Samper de Calanda y Castelnou. Estos son los últimos resultados que depara el análisis de control en los municipios que se abastecen del embalse de Cueva Foradada, cuya estación de tratamiento de agua potable (ETAP) sigue dando problemas dos y meses y medio después de las intensas tormentas de finales de verano. La situación ha empeorado con la dana de finales de octubre.

A la espera de nuevos resultados este viernes, y en vistas de que el problema no se soluciona después de la sustitución de los ocho filtros de la potabilizadora que la Comarca del Bajo Martín gestiona en Oliete, este jueves se reunió una mesa técnica con presencia de la directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Nuria Gayán; el director del Instituto Aragonés del Agua, Luis Estaún, y el vicepresidente de la Comarca del Bajo Martín, Adolfo Tesán. A la reunión asistieron técnicos de los distintos departamentos implicados, además de responsables de la empresa FACSA, que es la gestora de la ETAP.

En este encuentro se tomaron nuevas decisiones técnicas inmediatas, “como reforzar análisis y que, cuando se tenga un resultado de agua apta, no se recomiende todavía su consumo como agua de boca hasta tener un segundo resultado consecutivo de agua apta debido a que se están registrando muchas fluctuaciones”, informaron este jueves fuentes de Sanidad del Gobierno de Aragón.

También se modifica el producto de desinfección en la planta (se va a utilizar peróxido de hidrógeno) y se mantiene el mismo sistema de desinfección con cloro en el depósito de cada municipio. “Esta solución, de carácter provisional, requiere ajustes muy finos en la dosificación de estos productos y una automatización de procesos que ya se ha contratado para su inmediata puesta en marcha”, aclaró Sanidad.

“La competencia del abastecimiento de agua potable es municipal, pero los departamentos de Medio Ambiente, Sanidad e Interior han facilitado continuo asesoramiento técnico y apoyo económico para las reparaciones urgentes”, apostillaron las mismas fuentes.

El problema se inició con las intensas tormentas de comienzos de septiembre, que provocaron la avería en este abastecimiento del embalse de Cueva Foradada. En ese periodo de tiempo se han realizado reparaciones urgentes. Cuando todavía queda pendiente una obra de reparación de la toma de aguas del embalse, la dana ha vuelto a empeorar la situación”, indicó el Gobierno de Aragón, que concluyó: “La reparación definitiva de todo el sistema incluye el cambio de la toma de agua flotante (la más superficial y de mejor calidad). Ya se ha adjudicado la obra”.

Problemas en el Matarraña

Las recientes lluvias han generado nuevos problemas en varios municipios del Matarraña.

En Mazaleón, el Ayuntamiento se ha visto obligado a cerrar la captación de agua del río debido a la crecida y la turbidez. “Hace dos días por la noche, por las nuevas lluvias y la crecida del río, nos vimos obligados a cerrar la captación de agua para evitar que entre agua sucia”, explicaron en un comunicado a los vecinos de la localidad. Aunque en esta ocasión la riada no ha dañado los depósitos y el agua almacenada sigue siendo potable, el nivel es insuficiente. Para garantizar un mínimo suministro, se han comenzado cortes programados, permitiendo cuatro horas diarias de agua hasta que la situación se estabilice.

Sin embargo, en Valdeltormo sí que se han visto afectados por daños en reparaciones que se habían hecho hace apenas una semana. El alcalde José Gabriel Alcober informó que, aunque por ahora tienen reservas suficientes, no pueden bombear agua a los depósitos. “No tenemos mucho problema de momento, ya que las reservas dan para varios días. El problema ha sido que algunas reparaciones que se habían hecho de urgencia tras la última riada se las ha vuelto a llevar el agua”, afirmó. Las infraestructuras cercanas al río, como acequias, azudes y caminos, han sufrido nuevos daños.

En Lledó, la alcaldesa Teresa Crivillé explicó que en esta localidad la situación es un poco más delicada. “El jueves no pudimos captar agua, tenemos mucho cuidado de mantener siempre el depósito lleno, pero ahora no podemos captar del río porque el agua está turbia”, dijo. La localidad cuenta con reservas para un día o día y medio, dependiendo del consumo, y no descartan anunciar restricciones más severas. Por su parte, en La Fresneda, las lluvias han provocado un desprendimiento de rocas en el camino de la huerta, que conecta el puente de la Torre con el Molino Viejo. Según el alcalde José Ramón Gimeno, el incidente ocurrió durante la madrugada de hace dos días. Las reparaciones urgentes dependerán de la disponibilidad de maquinaria, ya que las lluvias han causado estragos en otros puntos del municipio y en localidades vecinas.