Cuestiones técnicas apuntan hacia una vía de tres carriles y no a una autovía como alternativa a la N-211

Los criterios técnicos marcan que la N-211, que comunica la A-23 en Monreal del Campo con  la A-2 en Alcolea del Pinar, Guadalajara, será finalmente una carretera de tres carriles ­–uno para cada sentido y un tercero de uso alternativo– y no una autovía, denominada A-25, como prometió en 2009 el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. El subdelegado del Gobierno de España en Teruel, Enrique Gómez, aseguró este martes que, de momento, “no está cerrada ninguna opción”, aunque reconoció que los informes apuntan hacia la opción de una carretera 2+1, tanto “por cuestiones medioambientales como socioeconómicas y por los aforos de tráfico”, añadió.

El recién nombrado subdelegado precisó, en una entrevista en la Cadena Ser Teruel, que actualmente está en redacción el estudio informativo, que pronto saldrá a información pública, pero comentó que “en su momento ya se decidió que la mejor alternativa era una carretera 2+1”. Estas declaraciones despertaron este martes fuertes críticas entre los diferentes partidos políticos puesto que la reivindicación turolense siempre ha sido contar con una autovía que una con Madrid por la A-2 desde Monreal del Campo y, desde esta localidad del Jiloca, enlazar esa A-25 con las Cuencas Mineras y la A-68 en el Bajo Aragón.

Estudio del Mitma de 2021

Hasta el momento, ningún representante del Gobierno de España había confirmado públicamente esta opción de los tres carriles, pero en el estudio informativo encargado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) en 2021, y que ya publicó DIARIO DE TERUEL el 14 de enero de 2022, figuraba “mejora del itinerario de la N-211”, sin ninguna referencia a la A-25, como sí se hacía en el Estudio Informativo que encargó Rodríguez Zapatero y que caducó al no avanzar en su tramitación administrativa. Este modelo de carretera 2+1 es la que a su vez se contempla como más eficiente en el estudio encargado para la A-40, que también se está realizando actualmente.

Estas vías, que están limitadas a una velocidad de 90 kilómetros por hora, disponen de un carril en cada sentido y un tercero que, como apuntó Enrique Gómez, se activa en un sentido u otro “en función de las dinámicas y las necesidades” que establezca la Dirección General de Tráfico. Se trata de un modelo inédito en España, pero frecuente en otros países de Europa, por el que el tercer carril se reserva alternativamente a uno y otro sentido de circulación para permitir los adelantamientos. Se trata de un modelo híbrido a medio camino entre una carretera convencional, con un carril en cada sentido, y una autovía –dos carriles por sentido–.

Cuando se adjudicó el contrato para la redacción del estudio informativo de este tramo entre Alcolea y Monreal se habló de cuatro alternativas posibles, una autovía de nuevo trazado; una carretera convencional con variantes en los municipios, el acondicionamiento de la carretera existente y, por último, la conversión del itinerario en una carretera de 2+1 carriles que es la que técnicamente resulta más eficiente.

Variantes

El subdelegado del Gobierno indicó que se construirán variantes para evitar el tránsito por los cascos urbanos de las poblaciones por las que ahora transita la N-211. Señaló que esta opción de los tres carriles es la línea a seguir para las vías donde no hay una gran demanda de tráfico y sí elevados valores ambientales.

Las referencias más cercanas en el tiempo por parte de un representante del Gobierno de España a esta infraestructura fueron las declaraciones de la entonces ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Raquel Sánchez, quien en una reunión mantenida en enero de 2023 con el que fue presidente de Aragón, Javier Lambán, apuntó que se habían hecho “importantes inversiones de conservación y de refuerzo del firme” en la -211 entre Monreal y Alcolea, “mientras continuamos trabajando en el Estudio Informativo de la A-25”.

El tramo que contempla el estudio informativo, adjudicado en septiembre de 2022 por un importe superior a los 550.000 euros, tiene una longitud de 108 kilómetros. Esta vía soporta un tráfico de entre 1.800 y 2.500 vehículos al día, con entre un 18% y un 22% de vehículos pesados y una marcada punta estacional en verano y otros periodos vacacionales. El plazo de ejecución, a contar desde el momento de la adjudicación, es de tres años.

La resolución de la Dirección General de Carreteras por la que se aprobó la orden de estudio en 2021 advertía la “débil demanda” de esta carretera, inferior a los 7.000 vehículos por día cuando se pusiese en servicio y que requeriría captar hasta 5.000 vehículos de otros itinerarios, lo que supone triplicar el tráfico actual.

Precisamente el martes se adjudicaron en Aragón las obras de una de estas primeras vías 2+1, en concreto la N-230 entre las localidades oscenses de Benabarre y la variante de Alfarrás.