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20 años de Dinópolis: un atractivo turístico que ha sido crucial para el desarrollo de la hostelería turolense 20 años de Dinópolis: un atractivo turístico que ha sido crucial para el desarrollo de la hostelería turolense
Visitantes de Dinópolis durante el primer día que abrió esta temporada

20 años de Dinópolis: un atractivo turístico que ha sido crucial para el desarrollo de la hostelería turolense

Más de 3,2 milllones de personas han pasado hasta ahora por las instalaciones
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La hostelería lleva dos décadas creciendo en Teruel capital y su entorno al compás de Dinópolis, uno de los proyectos estratégicos financiados por el Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) que mayor impacto ha tenido. Al cumplirse veinte años de su inauguración, el 1 de junio de 2001, el presidente de la Asociación Provincial Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano, asegura que es una de esas iniciativas que han cambiado las cosas en la provincia y que de verdad la han dinamizado y sigue haciéndolo.

3.243.550 personas han visitado Territorio Dinópolis desde que abrió sus puertas por primera vez hace ahora veinte años, el 1 de junio de 2001

Dinópolis celebra esta temporada su vigésimo aniversario. Abrió sus puertas el primer fin de semana de junio y fue un éxito de público a pesar de las lluvias, con una gran afluencia de visitantes de Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Madrid sobre todo, aunque la dirección del centro no concretó las cifras para evitar crear falsas expectativas y a la espera de cómo evoluciona la afluencia.

La directora gerente de Dinópolis, Higinia Navarro, se mostró, no obstante, satisfecha, lo mismo que los empresarios turísticos, que han visto de nuevo cómo sus hoteles se llenan los fines de semana con el tirón que para sus negocios supone este parque paleontológico.

El turismo turolense en la capital y su entorno ha crecido en buena medida al ritmo de Dinópolis. De ahí que el lema de esta temporada, “¡20 años viéndonos crecer!”, se lo puede aplicar también el sector, que según Murciano todavía tiene la posibilidad de seguir creciendo a la vista de las continuas ampliaciones que se han acometido y las futuras que hay en marcha.

Nada igual sin Dinópolis

Para el presidente de los empresarios turísticos turolenses, Teruel no sería lo mismo de no haber sido por Dinópolis puesto que supuso el tirón definitivo para atraer a la ciudad un turismo familiar y no solo en un momento concreto del año, como puede ser para las Bodas de Isabel, sino de forma escalonada a lo largo de todos los meses en los que permanece abierto.

Desde su apertura, el parque se ha ido adaptando a la demanda, y si bien en su primera temporada abrió de forma ininterrumpida, después empezó a guardar unos meses de descanso cuando la afluencia disminuía durante el invierno. No obstante, a petición de los empresarios hosteleros se consiguió que la temporada se prolongara durante los fines de semana y puentes hasta las fechas navideñas, porque es lo que garantiza a los hoteles tener una clientela garantizada los viernes y los sábados.

Hace diez años se hizo un estudio de impacto de lo que había supuesto Dinópolis para la economía turolense. En aquel entonces el estudio realizado por Fundear reveló que el impacto económico generado por el parque paleontológico superaba los 1.560 millones de euros.

No se han hecho nuevos estudios al cumplirse sus dos décadas de existencia, pero en el sector hostelero están satisfechos, según Murciano, de que Dinópolis haya sabido mantener su posición en el mundillo de los parques de ocio con las continuas ampliaciones que han hecho a través de los fondos procedentes del Fite que financian a partes iguales la Comunidad Autónoma y el Gobierno central.

Una imagen para la historia, presentación del proyecto Dinópolis en abril de 1999 en el Palacio de Exposiciones


Dinópolis responde al modelo de proyecto estratégico con el que se creó el Fite, una iniciativa cuya inversión dinamice determinados sectores y suponga un crecimiento e impulso de los mismos. Aunque los empresarios turísticos no lo tienen cuantificado, Murciano tiene claro que hay un antes y un después.

En este sentido, el presidente de la Asociación Provincial Teruel Empresarios Turísticos asegura que Dinópolis “no es que haya sido vital en todos estos años, es que muchos de nosotros no existiríamos si no fuera por el parque”. Considera que gracias a estas instalaciones de ocio “el turismo familiar funciona, y antes en Teruel, aparte de que hace veinte años no teníamos tanto turismo como ahora, el que venía lo hacía para ver un poco la Catedral o porque habían oído que existían los Amantes de Teruel y venían a verlo”.

Roche Murciano afirma que el revulsivo de Dinópolis ha sido tal que si antes la gente pernoctaba a lo mejor un día, “ahora el que viene a verlo pernocta dos días y eso es muy beneficioso para lo que es la capital”.

Eso supone, precisa, que un día lo dedica al parque y el resto a ver otras cosas en un paquete de fin de semana que incluye el viernes, sábado y domingo, lo que antes no existía. “Podría decir miles de adjetivos sobre lo que es Dinópolis y ha supuesto para nosotros y me quedaría corto”, comenta el empresario.

Pone como ejemplo el inicio de la temporada de este año, que como ya sucedió el pasado se tuvo que retrasar debido a la pandemia y que todos los empresarios del sector aguardaban como agua de mayo. En este caso ha sido agua de junio porque la temporada empezó el día 5 de junio.
 

“Desde que ha abierto Dinópolis este mes en comparación con otras semanas, los hoteles han subido un 20% más”, comenta Murciano a la vez que precisa que ese al menos es su caso con un hotel más orientado para parejas, pero que otros hoteles como el Spa o el Civera más pensados para los niños, “esos a lo mejor tienen un 30, un 35 o un 40 por ciento más de reservas gracias a ellos”.

Todo arrancó hace veinte años cuando la infraestructura hotelera que tenía Teruel era escasa, acorde con la demanda que había entonces, y que al crecer tan rápido empujó a los empresarios a ir abriendo nuevos establecimientos. “Al que tuvo la idea de hacer Dinópolis hay que ponerle un pedestal”, afirma.

“Siempre que están ellos abiertos se nota, prácticamente lo que es la capital está llena, y luego la idea de ir poniendo subsedes en los pueblos para que vayan recorriendo la provincia los clientes también fue muy importante”, afirma Murciano, porque están ubicadas en sitios estratégicos y permiten hacer gasto también en los pueblos.

Oferta diferente

De no haberse creado Dinópolis, Murciano no duda en afirmar que la situación sería muy distinta, por mucho que además del parque se han desarrollado otros recursos turísticos en los últimos años. “Humildemente creo que la oferta sería menor y creo que estaríamos a la mitad”, afirma el empresario.

Recuerda en este sentido que hace veinte o veinticinco años “había cuatro hoteles como aquel que dice, pero es que desde entonces a ahora esto se ha multiplicado”, y además con un incremento de camas considerable. Un crecimiento y expansión que reconoce que ha sido posible “gracias  en parte a lo que es Dinópolis”.

Precisa a este respecto que “también hay que decir gracias un poco a las intervenciones que se han hecho de mejorar la ciudad como es el paseo del Óvalo, o la plaza del Torico, eso también ha ayudado a que la gente acuda por más cosas, pero si no fuera por Dinópolis nosotros prácticamente no existiríamos y los apartamentos turísticos tampoco, que ahora hay infinidad”.

Además, el empresario recalca que Dinópolis ha desestacionalizado el turismo porque los fines de semana acude gente, y no solo en fechas puntuales como pasa con las Bodas, por ejemplo.

“Prácticamente todos los fines de semana desde que abre Dinópolis hasta diciembre los tenemos llenos”, comenta en referencia a la ocupación hotelera. Recuerda en este sentido que una de las preocupaciones que tenían los empresarios era que se abriese cuanto antes el parque esta temporada, porque así se lo expresaban los asociados, y más en algunos hoteles especialmente pensados para familias con niños.

Murciano cuenta que tenían ganas ya de que abriese el parque paleontológico porque cuando abrió el conjunto de los Amantes “se notó algo, pero cuando abre Dinópolis es como el cambio ya a la normalidad, porque seguimos en pandemia pero ya abren y te aseguras un porcentaje de ocupaciones”.
 

El presidente de los hosteleros turolenses admite que la primera semana de junio, con las lluvias que se anunciaban, las reservas bajaron, “pero al final nosotros llenamos el hotel, porque con el mal tiempo la gente te cancela, pero gracias a Dinópolis llenamos”.

Murciano considera que el modelo de crecimiento del parque ha permitido también ir manteniendo el interés de los visitantes por las instalaciones porque nunca se han mantenido iguales, sino que se han ido ampliando e incorporando novedades que animan a la gente a repetir.

“Lo están haciendo muy bien en el sentido de que cada año abren algo nuevo en Dinópolis, con lo cual si se hacen cosas nuevas incitas a que la gente vuelva porque hay novedades por ver”, afirma Murciano, quien considera que si mantienen ese ritmo de ampliación de las instalaciones, “yo creo que Dinópolis va a seguir creciendo y que si sigue viniendo la gente, pues al final nosotros creceremos también aunque ahora mismo el tema no está para hacer inversiones”.

Precisa a este respecto el hostelero que no descarta que en dos o tres años “cuando hayamos pasado este mal sueño que aún seguimos viviendo, a lo mejor hay algún emprendedor que se anima a poner otro hotel”, posibilidad que ya ha sido planteada incluso.

“Si sigue creciendo Dinópolis y continúa viniendo gente como lo está haciendo, porque los niños quieren venir, y si cambiaran un poco las comunicaciones, pienso que al final podemos seguir teniendo muy buenas ocupaciones y clientela”, afirma el empresario turístico a pesar de lo mal que lo han pasado con la pandemia, y es que “nosotros los hosteleros siempre somos muy positivos”, precisa.

Tierra Magna, uno de los nuevos espacios que ha crecido en los últimos años

Unas instalaciones que no han dejado de crecer desde 2001

Si algo ha tenido Dinópolis durante sus veinte años de existencia es que no se ha quedado en el proyecto ilusionante con el que nació en 2001, sino que ha sabido crecer e ir expandiéndose por toda la provincia con la creación de las subsedes a la vez que el parque central crecía con nuevos espacios, contenidos y atracciones.

Al echar la vista atrás cuesta hacerse a la idea que Dinópolis arrancó con solo lo que es la nave central, donde estaba el ride del viaje en el tiempo que sigue manteniéndose incólume frente al paso del tiempo, el museo paleontológico, un cine en 3D, una zona de restauración y un espacio de juegos.

Tuvo tal éxito y demostró que tenía tanto tirón, que en 2002 se incorporó el show del T-rex, un espectáculo que se ha ido modernizando y añadiendo nuevas tecnologías en estas dos décadas y que recientemente ya fue objeto de una amplia remodelación mientras que el animatrónico que entró en funcionamiento hace 19 años y que parece tan real sigue dando guerra.

Dos años después de abrirse la sede central empezó a expandirse por la provincia con la apertura de los centros satélite de Inhóspitak en Peñarroya de Tastavins, Legendark en Galve, y Región Ambarina en Rubielos de Mora.

En 2005 el museo paleontológico de Dinópolis acogió como gran novedad los fósiles de Turiasaurus riodevensis, el dinosaurio gigante hallado en Riodeva que ha revolucionado desde entonces la dinosauriología, y ese mismo año se abrió la Paleosenda como zona de juegos exterior.

Al año siguiente se inauguró la atracción de El último minuto siguiendo el modelo del ride de El viaje en el tiempo, pero con barcas, y en torno a la evolución humana, mientras que en Castellote se abrió otra subsede. En 2008 le llegó el turno al satélite de Albarracín, Mar Nummus, y en 2011 se abrió en la sede central uno de los espectáculos más demandados por los visitantes del parque, Terra Colossus, un simulador 4D. En 2012 la joya de los dinosaurios turolenses, Turiasaurus, tuvo su propia subsede en Riodeva con la apertura de Titania en la localidad donde fue hallado.

En la sede central la actualización del museo y la llegada de nuevos fósiles con los hallazgos de la Fundación Dinópolis ha estado a la orden del día en todos estos años. Se incorporaron nuevas vitrinas en 2013 y 2014, y en 2015 llegó la sede de Ariño y ese año en el parque central lo hizo Tierra Magna con la reconstrucción corpórea de grandes dinosaurios turolenses, un espacio que no ha dejado de crecer. El año pasado se incorporaron nuevas atracciones al Saurio Park y durante la pandemia se ha urbanizado la zona donde irán las próximas ampliaciones, la primera de ellas el espectáculo Mar Jurásico.

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