Otro año que pasa por nuestros cuerpos el amor del siglo XIII y me pregunto si ha cambiado algo. Si nos hemos dado la oportunidad de hacerle sitio en nuestros corazones, en nuestras palabras o se ha quedado enganchado en la capa arrastrado por el suelo.
El domingo por la mañana, con un pelín de resaca no quiero engañarles, fui con mi hermana a ver la escena final en la plaza del Seminario. Mientras esperábamos de pie entre la multitud durante más de una hora le pregunté ¿me puedes decir por qué hemos venido? Cuando finalmente Sagrario nos invitó a besar a quienes queremos mi hermana me dijo “para esto”. ¡Pero si ya nos hemos abrazado cuando nos hemos visto esta mañana! Ya, pero la energía de toda esta gente hace que puedas sentirlo más grande en el cuerpo, más intenso, más real.
Ya... ¡es verdad!
¿Y qué hacemos ahora con este amor que se puede cortar con cuchillo y tenedor de tan intenso? ¿nos vamos a nuestras casas y lo empaquetamos con los trajes medievales hasta el año que viene? ¿o utilizamos esta energía poderosa para hacernos más grandes, más fuertes y resolver cosas?
A veces el amor implica decir NO, poner límites, entrar en conflicto. Se puede sentir un amor profundo y, al mismo tiempo, gritar un ¡se acabó!
Nos han contado que el amor verdadero puede con todo y yo digo NO. Nos han convencido que quererse de verdad lleva implícito un sacrificio y yo digo NO. Es verdad que cuando sientes AMOR del bueno tu cuerpo está más blandito, puedes ser más generosa, entender mejor a la otra persona, atender necesidades pero esta sensación no debe pasar por encima de lo que tú eres. Si tienes que dejar de ser tú para que te quieran, eso no es amor. Si tienes que ceder en tu esencia, no te están queriendo se están aprovechando.
En esto del querer no todo son campos de rosas y cielos despejados, hay que establecer límites claros. Se puede querer con firmeza.
Mi invitación esta semana es que le hagamos sitio al amor en nuestras vidas, que conectemos con la fuerza infinita y nos volvamos a reunir para gritar bien fuerte ¡Así NO! A los que quieren destrozar nuestra tierra en el nombre del bien común.
Se le está exigiendo a nuestra provincia que baje la cabeza y ceda, que se sacrifique para que en Dinamarca tengan energía eólica y vivan tranquilos sabiendo que no contaminan el planeta. Nos dicen que no seamos egoístas, que alguien tiene que hacerlo, que aquí hay terreno de sobra, blablabla
No saben con quién están hablando.
No se han dado cuenta de cómo es el amor por estos barrios, no tienen ni idea de lo que cuesta echar raíces en esta tierra y de lo fuertes que arraigan una vez consiguen salir.
Aquí hay amor de sobra, y desde esta fortaleza, desde este amor infinito el sábado nos juntaremos para defender nuestra tierra.
Amar con firmeza. Nosotras que adoramos la naturaleza, que estamos a favor de las energías renovables y de cuidar el planeta vamos a defender con uñas y dientes el trozo que nos toca guardianar.
Amor más que nunca es el álbum de Bewis de la Rosa y su canción Mi tierra dice “Donde está mi tierra donde, donde está mi territorio, he visto con estos ojos como caía el imperio, ahora quieren cultivarlo sin contar con nuestras manos yo tengo unas cuantas piedras para tapar este agujero.
El sábado día 1 de marzo a las 12,30 amor más que nunca, tu tierra necesita tus manos y tu amor intenso para poner un límite claro: ¡Así no!