España, tierra de 'thrillers'
Todavía resuena de vez en cuando aquel viejo tópico sobre el cine español y la supuesta abundancia de títulos dedicados a la guerra civil. Un prejuicio alimentado por cierto sector de la intelligentsia patria que también se escandalizaba por un —siempre según su opinión— exceso de desnudos. Es cierto que hasta que no llegaron Guillermo Del Toro y El laberinto del fauno (de nuevo, guerra civil y obra maestra absoluta) nunca habíamos visto a Maribel Verdú con tanta ropa, pero no deja de resultar curioso que esos mismos adalides de la cultura no pongan el grito en el cielo ante la saturación de thrillers españoles estrenados durante la pasada década. Vaya por delante que amo el género. No seré yo quien haga ascos a una buena historia de intriga, pero la fórmula comienza a evidenciar signos de agotamiento. Argumentos repetitivos, escenarios calcados de una producción a otra e, incluso, actores y actrices omnipresentes en todo misterio que se precie. Ahí tienen a José Coronado, excelente interprete que aparece en los thrillers más destacados de los últimos años.
La pequeña pantalla tampoco se libra y, de nuevo, la mención a Coronado se hace inevitable. El inocente, La chica de nieve o Entrevías son algunos de sus éxitos más recientes, todos adscritos al género que más tirón tiene entre los telespectadores. No es extraño pues, que las plataformas apuesten por dramas criminales como Las largas sombras (Disney+) y Segunda muerte (Movistar Plus+); dos series que pondrán a prueba nuestros nervios y en cuyos repartos (¡oh, sorpresa!) no se encuentra la estrella de No habrá paz para los malvados.
Sé lo que hicisteis el último verano
Las largas sombras arranca con el reencuentro de un grupo de amigas de la infancia 25 años después de que una de ellas desapareciera durante un viaje de estudios. El hallazgo de los restos mortales de la víctima reabre el caso y sacude el apacible mundo de las protagonistas. A partir de aquí se despliega una intrincada telaraña de secretos y mentiras donde nada es lo que parece y todos los personajes tienen razones para guardar silencio.
Basada en una novela de Elia Barceló, la serie reflexiona en torno a temas como el poder de la amistad y el peso de la culpa. Un relato íntimo que se aparta de los códigos habituales del thriller y se centra en la experiencia y los traumas de un grupo de mujeres perseguidas por los fantasmas del pasado. Las largas sombras puede leerse como la respuesta cañí a la exitosa Big Little Lies; aquí no tenemos a Kidman y Whiterspoon, pero tampoco salimos mal parados con el cambio. El trabajo de las actrices Elena Anaya, Belén Cuesta, Marta Etura e Irene Escolar es, sin duda, lo mejor de la función.
Un nuevo thriller rural
Segunda muerte es la propuesta veraniega de Movistar Plus+ para los amantes del suspense. Protagonizada por Karra Elejalde y Georgina Amorós, la serie se mira en el espejo de otras producciones recientes como Rapa o Monteperdido. Precisamente, el creador de la última —Agustín Martínez, uno de los autores tras el seudónimo Carmen Mola— es también el responsable de poner en pie este oscuro misterio ambientado en los valles pasiegos.
Segunda muerte es un drama centrado en la relación entre un padre y una hija, Elejalde y Amorós, que deben dejar de lado sus diferencias para resolver un crimen. Él, un guardia civil jubilado que padece demencia senil, ella una policía local con memoria fotográfica. La curiosa combinación de los dos personajes hace todavía más grande el abismo que se abre entre ellos. Al final del relato, el espectador tiene tantas ganas de conocer la identidad del asesino como de saber si padre e hija serán capaces de reconciliarse.
Aquí tienen dos propuestas ligeras, ideales para huir del calor sofocante y disfrutar a pie de piscina. Con ellas me despido de ustedes hasta septiembre. Sean felices, vean mucho cine y disfruten del verano.