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'En fin', bienvenidos al apocalipsis 'En fin', bienvenidos al apocalipsis

'En fin', bienvenidos al apocalipsis

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José Baldó

Nunca se han preguntado qué harían si supieran que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Si su vida tuviera los días contados y se levantaran cada mañana con la amenaza real de la extinción de la humanidad en la cabecera de los informativos. ¿Cómo reaccionarían? ¿Mantendrían la cordura o intentarían exprimir al máximo sus últimos minutos de existencia?

En fin (Amazon Prime) es la historia de un apocalipsis que no llega a producirse. Un gigantesco planeta de color rojo está a punto de colisionar con la Tierra y destruirla. Como consecuencia de ello, el orden mundial se colapsa, la justicia desaparece y la locura se desata de manera generalizada. La serie parte de una premisa sencilla: qué ocurriría si el fin del mundo pasa de largo y la civilización, sumida en una rave continua de barbarie y desenfreno, tuviera que afrontar la resaca del día después. El resultado es una comedia negrísima que pone a los espectadores frente a una situación extrema, no tan alejada de la realidad -la pandemia permanece en el recuerdo de todos y las guerras en el mundo son parte de nuestro día a día-, y les muestra las consecuencias de arrojarse al vacío sin la promesa de un mañana.

'Malviviendo' en el Armagedón

Nueve meses atrás, Tomás (José Manuel Poga) abandonó a su mujer Julia (Malena Alterio) y a su hija Noa (Irene Pérez) ante la perspectiva de la extinción del mundo. El día en que todo debería haber acabado, el hombre despierta rodeado de una multitud de desconocidos desnudos tras haber participado en una orgía. Arrepentido y abrumado porque la vida sigue su curso, Tomás decide emprender el camino de vuelta a casa para recuperar a su familia; obviamente, ellas no le recibirán con los brazos abiertos y deberá luchar por ganarse de nuevo su confianza.

El alma mater del proyecto y director de todos los episodios, David Sainz, recupera el espíritu de su exitosa ópera prima Malviviendo, la webserie que logró convertirse en un referente de la nueva sitcom española y marcó el rumbo para todo el audiovisual independiente que estaba por llegar. Al igual que en aquella, En fin crea comedia a partir de una situación dramática. Con un punto de partida más propio de la ciencia ficción que del costumbrismo, Sainz -junto al guionista Enrique Lojo- nos regala una historia de segundas oportunidades: la que pretende Tomás al regresar a su hogar o la que aprovecha Julia para tomar las riendas de su vida y recuperar el tiempo perdido. Por el camino, los protagonistas se encontrarán con un plantel de secundarios inmejorable formado por Raúl Cimas, Javier Botet, Leonor Watling, Antonio Dechent, Luisa Gavasa y dos cameos de excepción a cargo de rostros populares como Jorge Cadaval (Los Morancos) o Chenoa.

En sus seis capítulos, la serie ofrece al espectador un festín de humor absurdo y cafre, repleto de guiños a la cultura popular y a la amplia tradición del cine que retrata el Armagedón. Un cóctel arriesgado que fusiona sin remilgos el punto de partida de títulos como Deep Impact y Melancolía de Lars Von Trier con el espíritu gamberro de comedias apocalípticas como Juerga hasta el fin o Bienvenidos al fin del mundo. Por si fuera poco, también hay un homenaje al clásico de Chicho Ibáñez Serrador ¿Quién puede matar a un niño? y una deriva chanante al cine de acción hollywoodiense protagonizada por unos Vengadores de Hacendado, con fanfarria épica y travelling circular incluidos.

En fin reflexiona sobre nuestro presente y nos advierte de un futuro que, a buen seguro, no tendrá tanta gracia como el que vemos reflejado en pantalla. Mientras aguardamos la llegada del juicio final, nada mejor que disfrutar con una de las propuestas más originales e irreverentes del año. Ojalá Amazon no se haga de rogar y nos regale una segunda temporada de la serie. Si el apocalipsis es esto, bienvenido sea.