

Bykofoto/Antonio García
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. Es un día en el que debemos celebrar, pero también instar a la lucha, por la igualdad de derechos que todavía no se ha conseguido ni siquiera en los países con una democracia en la que su constitución viene a decir que todas y todos somos iguales; véase España.
Hace más de cien años que se celebra este día en el que se conmemora una larga historia de luchas y sacrificios de las mujeres por conquistar derechos. Actualmente se organizan manifestaciones, marchas, multitud de actos con el fin de denunciar que todavía queda mucho camino por recorrer, pues no existe esa ansiada igualdad entre hombres y mujeres.
Algunas de las peticiones que más se escuchan, son la de la equiparación laboral y salarial, la paridad en puestos políticos y de altos cargos, el rechazo hacia la violencia de género y la petición de más política en materia de igualdad o menos jueces con actitudes machistas. Todo con la intención de completar el empoderamiento de las mujeres en la realidad.
El hecho de que se celebre tal día como hoy, viene determinado por varias circunstancias históricas. La primera ocurrió en 1854 en Nueva York en plena Revolución Industrial; las trabajadoras de una empresa textil salieron a la calle en masa para protestar por las condiciones laborales en las que tenían que trabajar y por cobrar la mitad que los hombres. Finalmente, la policía intervino cargando contra las manifestantes, pero la protesta tuvo una gran repercusión social e histórica. Unos años más tarde, en 1907, tuvo lugar la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Stuttgart (Alemania) liderada por Clara Zetkin, donde se fundó la Internacional Socialista de Mujeres. Uno de los primeros objetivos que perseguían era el sufragio femenino. En 1908 se celebró el primer Día Internacional de la Mujer, que aunque solo tuvo seguimiento en Nueva York y Chicago, unas 15.000 mujeres marcharon exigiendo sus derechos, hecho que pasó a la historia. En el segundo encuentro Internacional Socialista de Mujeres celebrado en 1910, se propuso fijar en torno al 8 de marzo como día simbólico para reivindicar los derechos de las mujeres. Los siguientes años se fue afianzando el papel de la mujer y muchas organizaciones de mujeres de distintos países se unieron hasta que en 1975 la ONU reconoció el día 8 de marzo de manera oficial.
Hoy, tenemos que entender este día como algo simbólico, pues hay que luchar por nuestros derechos todos los días del año. Aquellos hombres que se unen a la lucha, entienden verdaderamente el sentido del feminismo; aquellos que niegan la evidencia, se anclan en un pasado rancio y no abren los ojos a una realidad más que evidente. ¿Queréis algunos ejemplos?
Esta semana leía la noticia de un hombre al que le han rebajado la condena por violar a una menor ya que él no pensó que era menor, pensó que tenía más de 13 años. Y yo me pregunto: ¿las mayores de edad podemos ser violadas? No entiendo cómo un juez toma estas decisiones, ella dijo que quería marcharse, eso tiene que ser motivo suficiente, aunque pensase que tenía veinte años. Una mujer es asesinada a martillazos por su marido, pero en los titulares pone que ella fallece; esos titulares blanquean la violencia machista. Encuentran a dos niñas asesinadas por su padre, pero la culpa es de la madre, que fue infiel. Las mujeres mandamos a los hombres al juzgado cuando les denunciamos por maltrato, sin embargo, hay parte de la sociedad que sitúa la maldad en el lugar de las víctimas. Al parecer, vamos con afán de denunciar. No señores, vamos con afán de vivir en igualdad. Todos los días del año son 8M.
Hace más de cien años que se celebra este día en el que se conmemora una larga historia de luchas y sacrificios de las mujeres por conquistar derechos. Actualmente se organizan manifestaciones, marchas, multitud de actos con el fin de denunciar que todavía queda mucho camino por recorrer, pues no existe esa ansiada igualdad entre hombres y mujeres.
Algunas de las peticiones que más se escuchan, son la de la equiparación laboral y salarial, la paridad en puestos políticos y de altos cargos, el rechazo hacia la violencia de género y la petición de más política en materia de igualdad o menos jueces con actitudes machistas. Todo con la intención de completar el empoderamiento de las mujeres en la realidad.
El hecho de que se celebre tal día como hoy, viene determinado por varias circunstancias históricas. La primera ocurrió en 1854 en Nueva York en plena Revolución Industrial; las trabajadoras de una empresa textil salieron a la calle en masa para protestar por las condiciones laborales en las que tenían que trabajar y por cobrar la mitad que los hombres. Finalmente, la policía intervino cargando contra las manifestantes, pero la protesta tuvo una gran repercusión social e histórica. Unos años más tarde, en 1907, tuvo lugar la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Stuttgart (Alemania) liderada por Clara Zetkin, donde se fundó la Internacional Socialista de Mujeres. Uno de los primeros objetivos que perseguían era el sufragio femenino. En 1908 se celebró el primer Día Internacional de la Mujer, que aunque solo tuvo seguimiento en Nueva York y Chicago, unas 15.000 mujeres marcharon exigiendo sus derechos, hecho que pasó a la historia. En el segundo encuentro Internacional Socialista de Mujeres celebrado en 1910, se propuso fijar en torno al 8 de marzo como día simbólico para reivindicar los derechos de las mujeres. Los siguientes años se fue afianzando el papel de la mujer y muchas organizaciones de mujeres de distintos países se unieron hasta que en 1975 la ONU reconoció el día 8 de marzo de manera oficial.
Hoy, tenemos que entender este día como algo simbólico, pues hay que luchar por nuestros derechos todos los días del año. Aquellos hombres que se unen a la lucha, entienden verdaderamente el sentido del feminismo; aquellos que niegan la evidencia, se anclan en un pasado rancio y no abren los ojos a una realidad más que evidente. ¿Queréis algunos ejemplos?
Esta semana leía la noticia de un hombre al que le han rebajado la condena por violar a una menor ya que él no pensó que era menor, pensó que tenía más de 13 años. Y yo me pregunto: ¿las mayores de edad podemos ser violadas? No entiendo cómo un juez toma estas decisiones, ella dijo que quería marcharse, eso tiene que ser motivo suficiente, aunque pensase que tenía veinte años. Una mujer es asesinada a martillazos por su marido, pero en los titulares pone que ella fallece; esos titulares blanquean la violencia machista. Encuentran a dos niñas asesinadas por su padre, pero la culpa es de la madre, que fue infiel. Las mujeres mandamos a los hombres al juzgado cuando les denunciamos por maltrato, sin embargo, hay parte de la sociedad que sitúa la maldad en el lugar de las víctimas. Al parecer, vamos con afán de denunciar. No señores, vamos con afán de vivir en igualdad. Todos los días del año son 8M.