Como todos los meses de agosto, al llegar la última semana del mes, una legión de profesores interinos de secundaria se ponen manos a la obra. Van organizándose entre los papeles. Que si ésta plaza con horas de PMAR, que si esta con alguna hora de economía, que si la otra en el departamento de orientación, que si otra con latín, que si las bilingües, que si a jornada completa, que si tres cuartos, que si...
Se suceden las llamadas a conocidos y ex-compañeros. No hay mucha más información que cuatro items. Y esta plaza... ¿con qué grupos será?, ¿eso de iniciativa emprendedora qué coño es?, ¿se dan muchas horas en PMAR?, ¿todas?, ¡no me jodas!, ¿y cómo son los chavales?, ¿quién lleva orientación en tal sitio?, ¿qué tal el equipo directivo?...
Los zaragoneses hacen sus cábalas. Todo Cristo aspira a Zaragoza, salvo nostálgicos o aborígenes de la zona. Cuanto más lejos esté el IES de Zaragón, más posibilidades para los interinos del terruño. Si pasa de la hora y pico de viaje hay opciones de que los profes se queden, que hagan piña, que haya gente. Luego te cansarás de oir durante tu vida docente los "yoestaumuybienaquípero", "dondemejorestuveesallí", "nadaquevercon"... Pero tiran más dos tetas que dos carretas y aquí las tetas son el modelo universalizado de triunfo urbano.
Al menos, se dicen, los maestros de primaria saben dónde van a finales de julio. Algo de tiempo da, aunque sea para prepararte mentalmente. Siempre se puede mejorar, se dicen a sí mismos.
Por otra parte, es lo que hay. Aunque no estaría de más que, la misma preocupación por apoyar a los zaragoneses con sus concursillos y mil estratagemas con tal de no pisar un pueblo, se las dieran a favorecer a las plantillas rurales. Pero eso es otro cantar, claro. Lo primero es lo primero y manda quien manda.
Para qué quejarse. Es más, igual sería bueno implantar este sistema en la sanidad, para evitar eso de que no quiere ir nadie a según que sitios. Porque, al fin y al cabo, debería primar prestar los servicios, vivas donde vivas. Pero claro, otra vez de bruces con el zaragoncentrismo. No somos nadie para proponer cambios. Y nada, enviado, ya está. Todo arreglado. Dentro de tres días ya sabrás dónde ir. Espero que la suerte te acompañe. Otro año más... o menos.