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Imposibles Imposibles
Masía Torre Aliaga, en Cantavieja. Jesús Ángel Gómez

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Víctor Guiu

Esta tierra es imposible. Somos imposibles. Formamos una reducción de gente imposible, un colectivo que fundamenta su vida en el tiempo que va de un festejo a otro. Adiós, hasta luego, nos vemos, cuánto tiempo, ¿qué quieres tomar?, ¿cómo va la vida? La vida bien, eso creo, trabajando. Luego, si puedo, gasto algo, el que no puede no gasta. El tiempo es oro. Yo no tengo oro.

Somos tierras imposibles. Somos sociedades imposibles. No hay solución más allá del deseo de convertirnos en consumidores activos, compulsivos y envidiosos. Da igual lo que nos rodea, lo que nos ampara, lo que nos construye, lo que nos descubre… Ante esa disyuntiva necesitamos ser lo que no somos, acaparar recursos, volver al deseo. No hay película sin su éxito líquido, no debería haber vida sin el mismo éxito… líquido.

Si lo veo todos los días es mío. Yo soy de aquí, tú no. Hay que elegir. Libertad, a veces, carajo. No me digas lo que tengo yo que hacer. No me pidas lo que tengo yo que conservar. No me vengas con la cantinela de que el patrimonio es común. Algo caerá, es el mercado, amigos. Si esto es así es porque sí, porque así funciona. O lo tomas o lo dejas.

Putos ecologistas, qué se sabrán. Agosteros y novedosas marcas políticas. Gente que no es como yo, que no ve esto todos los días. Patrimonios imposibles. Solo lo mío es posible. Y lo dicen los que saben, si lo que saben coincide con mi interés. Qué más darán las montañas, las masías, los buitres. Que se metan en sus asuntos. Somos imposibles. Hagámoslo posible. Tú no lo ves, yo tampoco, pero algo rascaremos. Es el mundo, el capital, la ignorancia. Las soluciones son imposibles, la cerrazón también, no encuentro la llave ante la magnitud de lo que sucede. No encuentro la magnitud, vendrán bien los culpables. Días más allá de los años y de los siglos. Un despropósito insano.

No saben, a su pesar, que esos imposibles, que esos patrimonios son de todos, mal que les pese. Y que, aunque imposible, siempre hay gente que busca la llave para abrirnos de arriba abajo y descubrirnos lo tontos que fuimos, somos y seremos.