

El concepto de cultura da para muchos libros y tiene muchas aristas según la ciencia o la varita mágica con la que lo definamos. La cultura es difícil de medir y nunca es dos más dos igual a cuatro.
La contracultura, en términos sociológicos, se puede poner en relación con los conceptos de instituido e instituyente. Lo instituido es lo que se considera cultura en un momento histórico, e instituyente sería algo parecido a lo contracultural; lo que quiere influir, criticar o cambiar lo instituido. Pero somos seres humanos. Lo radical, lo revolucionario, suele ir encauzándose hacia posturas más conservadoras, sobre todo cuando lo que quieres conservar es el poder, sea este monetario o, en el mundo de la cultura, el poder de la influencia. Los ciclos vitales nos dicen que la cultura instituyente se acaba convirtiendo en cultura instituida. La labor aquí de las instituciones que sostienen el poder, sean cuales sean (políticas, mediáticas...), obran milagros. En la Transición lo tuvieron claro y, si se fijan, hay un catálogo de artistas influyentes que caen en gracia o desgracia según quién nos haya gobernado. Ahora es más complicado porque los ciclos son más cortos, pero no por ello dejan de ser observables.
A nivel ideológico, la izquierda y la derecha ha denigrado a la cultura popular si no era capaz de hacerse con su relato. Así, el contrario monopoliza, por desgracia, dicha cultura popular y la carga de tintes ideológicos. Es lo que ha sucedido por ejemplo con la tauromaquia. Esta última no ha sido tan denigrada por lo animalista, que también, sino por una apropiación que hemos observado en otros símbolos patrios tradicionales
Creo que era Napoleón el que decía que los oprimidos son aquellos que todavía no se han convertido en opresores. Vuelta a empezar. Otras veces la cultura o contracultura tiene como fundamento la provocación. Cuando la provocación ya no es el fundamento se convierte en un verdadero bodrio. Solo hay que ver a Yoko Ono, que lleva medio siglo haciendo el imbécil o lo que se supone hizo Almodóvar con alguna de sus películas más famosas. Pero bueno, todo sea por la paz social y la conciliación. Hagan ustedes lo que mejor puedan.