Sofía Agustín, gerente de Manjares de la Tierra: "Es normal que la hayan elegido porque hace mucho que no teníamos una trufa que olía tan bien"
La trufa recogida en el paraje La Pilareja, elegida como la mejor del mundoEl mejor ejemplar de Tuber Melanosporum elegido por el jurado en el marco de la XXI edición de la feria Fitruf, en Sarrión, fue recogido por Sofía Agustín, gerente de la empres Manjares de la Tierra, en compañía de si hija Elena.
-A la hora de presentar la trufa, ustedes apostaron por concursar con el nombre de su hija Elena. ¿Por qué?
-Sí, porque fuimos con ella a recoger la trufa. Es una actividad que también hacemos con los niños, de intentar enseñarles el mundo de la trufa desde pequeños.
-¿Recuerda el día, el momento, o incluso el lugar donde sacaron la trufa?
-Bueno, tenemos plantaciones en el término municipal de Sarrión, en distintas zonas, y fue en uno de los campos que tenemos. Es un sitio muy chulo que se llama La Pilareja, que está como en alto y desde donde se ve el pueblo al fondo. Es un sitio un poco simbólico.
-¿En ese lugar, la Pilareja, es frecuente encontrar trufas de esa calidad?
-Es una plantación madura, no es de las jóvenes. Las plantaciones maduras tienen una producción más estable, aunque quizás sufren un poco más el inconveniente de los leiodes, que es una de las plagas que tenemos aquí. La Pilareja es una plantación que está en plena producción, no como las plantaciones más jóvenes, que empiezan a arrancar.
Potencial
-Cuando sacaron esa trufa, que tampoco era especialmente grande, ¿vieron que tenía todo ese potencial?
-Sí, que el aroma era increíble. ¡Es que huele fenomenal! y es normal que la hayan elegido porque hace mucho tiempo que no olíamos una trufa que olía tan bien, y sobre todo para el período en el que estamos, porque este año la campaña va muy tardía, y lo que era una trufa de principio de campaña, queal estar aún en diciembre no son unas trufas muy aromáticas, en cambio estas sí que lo son.
-A propósito de la competición, se presentaron 15 trufas al concurso de calidad, se fueron descartando hasta que quedaron las finalistas, que estuvieron muy parejas ¿Qué fue lo que finalmente destacó de su ejemplar?
-No lo sé, porque la otra no la he olido pero esta, por ejemplo, también al aroma le acompaña que tiene una forma redondeada casi perfecta. Entonces, bueno, me parece que es una combinación de ambas cosas.
-¿Qué supone para una empresa dedicada a la trufa el tener este premio?
-Nosotros exportamos casi 20 países. Entonces estamos orgullosos de que Manjares de la Tierra tenga 20 años de experiencia. Al final es un símbolo de calidad que se ha mantenido durante toda esta trayectoria. Es gratificante ver cómo evoluciona la empresa, los clientes nos acompañan en esta andadura. Y el producto que vendemos es un producto de calidad y además no sólo lo decimos nosotros sino también lo dice un panel de cata ajeno o imparcial.
-Ustedes mismos pujaron por el ejemplar que habían presentado al concurso llegando a pagar por él 950 euros. ¿Por qué?
-Al margen de que fuera, en este caso también, de la familia, siempre Manjares de la Tierra colabora en la subasta porque es un fin benéfico y consideramos que es importante ayudar a la lucha contra el cáncer y todos los años intentamos pujar. Hay veces que se nos escapa y otras veces no, pero este año le hemos dedicado más ganas y eso.
La feria de este año
- ¿Cómo ha ido la feria este año?
-Muy bien. Hemos tenido un viernes que era festivo y ahí se ha notado mucho la fluencia de gente. Al final es como si hubiera un día más de feria porque si se redujera a sábado y domingo, al añadir el viernes se ha notado mucho. El viernes hubo mucha fluencia de gente.
-¿Ha habido más negocio o más movimiento comercial?
-Sí, al tener un día más la gente se ha desplazado más y, la verdad, es que al haber más gente ha habido más ventas. Estamos hablando de que Manjares de la Tierra vende productos destinados al público en general y eso ha sido lo que ha aumentado las ventas, y no tanto la parte profesional, que quizás en Fitruf sea un apartado más a explotar, porque estamos más concentrados en la divulgación al público en general y no es una feria que se destina tanto a profesionales.
-¿Hay suficiente conocimiento y es un conocimiento maduro el que se tiene de este producto?
-A nivel general en el público no, le queda mucho por que la gente conozca. Empezamos a explicar en el stand las cosas casi desde la base. Sí que es verdad que hay mucha gente que repite y que de año a año recuerda cómo se conserva la trufa o los distintos tipos de trufa que hay, pero también lo es que hay una parte importante del público que viene a probar, a iniciarse y a saber cómo huele la trufa negra de invierno.
-¿Hacen seguimiento de los contactos comerciales que se hacen en la feria?
-Tenemos un código de descuento que lo damos en las compras con el que podemos saber la gente que viene por la web. Pero la verdad es que a la gente le gusta oler la trufa, tocarla y la venta online es menos de lo que parece.