Rosa Blasco, diseñadora de moda: "Trabajar en lo que te gusta es trabajar la mitad, pasa el tiempo volando, sin mirar el reloj"

Rosa Blasco protagoniza el mes de abril en el calendario Pioneras 2024 editado por la Diputación Provincial de Teruel. La prestigiosa diseñadora turolense, Dedal de Oro por su aportación a la alta costura en España, ha desarrollado su carrera profesional desde Valencia pero sin olvidar nunca su Teruel natal.

-Usted es un ejemplo de que desde un sitio pequeño como Teruel, se puede trazar una trayectoria profesional que le ha llevado a trabajar a nivel internacional y a viajar por todo el mundo para inspirarse y para coger ideas, que luego ha plasmado en su día a día en su trabajo.
-He podido viajar todos los años a París y a Milán, porque están las ferias más importantes del mundo allí. Y luego he viajado por la India, por Tailandia y por muchísimos sitios, donde de alguna manera me inspiraba. Me viene a la cabeza ahora un elefante que estaba en la India, que iba todo pintado con unos colores preciosos, y ahí me inspiré e hice un vestido. Mi trabajo sí que me ha dado esa oportunidad.

-Y sin embargo, no has dejado de mantener sus raíces y de estar vinculada a Teruel, no ha faltado a ninguna fiesta y de hecho tiene el doble honor de haber sido pregonera de Las Bodas de Isabel y mantenedora de las Fiestas del Ángel.
-Pues sí, tengo unas raíces muy ancladas de Teruel, quiero a Teruel y así se lo he transmitido a mis hijas. Valencia me ha tratado muy bien, pero me siento turolense y aragonesa por encima de cualquier cosa a pesar de que llevo tantos años en Valencia, es un vínculo que es muy, muy, muy fuerte, fíjate si es fuerte el vínculo que ahora con mi nieta de seis meses cuando llora por la noche y no puede parar ella se duerme con Soy nacida en Aragón y quiero a la Pilarica. Lo transmito en cualquier sitio donde voy. Es algo muy fuerte.

-En su pregón de Las Bodas de Isabel de Segura consideraba que esa mujer de hace 800 años no tendría nada que ver con la de hoy en día, que la de hoy sería una Isabel independiente y libre, que podría hacer lo que quisiera.
-Por supuesto.  Yo no veo ahora a una mujer esperando cinco años a que venga el novio a salvarla. De todas maneras, aunque no en ese contexto, pero sí que es verdad que aún falta mucho por conquistar. Yo me he considerado una persona muy dependiente de mi familia y de mis padres, pero en la parte de trabajo, sin embargo, he sido muy independiente y también he tenido la suerte de que he tenido un marido que no me ha puesto ningún problema. Que es una suerte porque si no también tienes que pelear con eso. A mí en esa parcela la verdad que no me ha tocado pelear.

Trabajar en lo que gusta

-Además ha conseguido trabajar en lo que le gustaba.
-Sí, sí, por supuesto. Yo siempre digo que trabajar en lo que te gusta es trabajar la mitad, porque yo no lo considero un trabajo, lo considero como un hobby. Entonces, se te pasa el tiempo volando, no tienes que mirar el reloj. Y para mí eso es fundamental. Hay que transmitir que la gente trabaje en lo que le gusta, sea lo que sea, y que además las mujeres pueden conseguirlo: investigadoras, ingenieras, matemáticas, fontaneras, o lo que quieran,  pero que les guste, eso sí que es fundamental.

-En tantos años que lleva de profesión trabajando con las mujeres, ¿cómo has visto la evolución de las mujeres desde aquellos inicios a hoy en día?
-La evolución ha sido muy positiva. Hemos adelantado mucho, llevamos un camino recorrido, pero falta mucho por recorrer. Lo veo en generaciones incluso mucho más jóvenes que yo, de las de mis hijas, que veo que aunque llevamos mucho tiempo trabajando aún hay algunas que te discuten cosas que son indiscutibles ya. He tenido la suerte de tener a mis hijas, que me han hecho ver muchos micromachismos y muchas conductas de los hombres y de las mujeres, porque el micromachismo no solo está en los hombres. Vamos avanzando pero poco a poco.

¿Cómo les explicaría a los jóvenes de hoy en día qué es la alta costura?
-La alta costura es un trabajo artesanal y creativo, donde vas creando un vestido de la nada. No tiene nada que ver con el pret a porter, donde hay miles de vestidos iguales porque aquí creamos uno solo para una señora para un evento o una boda.

-¿Cree que por ser mujer es más difícil emprender?
-En mi caso lo fue porque estaba trabajando en el negocio familiar, estuve unos años allí y no veía que fuera mi sitio. En aquella época eran los hombres los que llevaban los negocios familiares, pero yo era peleona, me vino la oportunidad de hacer lo que me gustaba y desde luego la cogí y me salió bien. Luego, tuve la suerte de que mi padre viera mis desfiles.