Rebeca Sanz Pamplona, investigadora en biomedicina: “Creía que tendría que elegir entre vivir en Urrea o investigar, pero tengo las dos cosas”

Rebeca Sanz Pamplona investiga sobre el cáncer infantil desde su pueblo, Urrea de Gaén, donde vive junto a su familia. Es una de las Pioneras del calendario que ha editado la Diputación de Teruel este 2025 y, aunque no le gusta dar consejos, sí anima a los jóvenes a "estudiar lo que les guste".

-¿En qué consiste su investigación?

- Desde que empecé con mi tesis, no he cambiado de área. Estudio los tumores a nivel molecular y celular, tratando de entender cómo evaden el sistema inmune y los fármacos que se administran a los pacientes. Buscamos nuevas dianas terapéuticas y biomarcadores para personalizar los tratamientos y poder determinar qué terapia es más adecuada para cada paciente.

-¿Se centra en algún tipo concreto de tumores?

- Principalmente investigamos las metástasis de distintos tipos de tumores. Además, desde hace un año y medio, hemos iniciado una nueva línea en tumores pediátricos, gracias a la financiación de Aspanoa. Queremos aplicar los conocimientos de la medicina personalizada en adultos a los niños.

-¿Los tumores infantiles actúan de manera diferente a los de los adultos?

-Sí, son distintos, al igual que el sistema inmune de los niños. Su sistema inmunológico es aún inmaduro y eso influye en cómo se desarrolla el tumor y en la respuesta al tratamiento. Los oncólogos infantiles dicen que los niños no son adultos en miniatura, ya que también metabolizan los fármacos de manera diferente.

-Supongo que como la incidencia del cáncer infantil es menor, históricamente se habrán destinado menos recursos a su investigación…

-Sí, de hecho se considera una enfermedad rara debido a su baja frecuencia. En Aragón, por ejemplo, este año se han detectado solo unos 30 casos. Sin embargo, esta baja incidencia puede permitirnos desarrollar estrategias de medicina personalizada caso por caso.

-¿En qué fase de la investigación se encuentran?

-Ahora estamos en una fase inicial, que llamamos in silico, bioinformática, analizamos grandes bases de datos de tumores infantiles mediante algoritmos y programación.

-Entonces, en lugar de trabajar con probetas y bata blanca, está frente a un ordenador…

-Sí, sí, así es.

-¿Siempre tuvo claro que quería quedarse en Aragón?

-Sí. Aunque estudié y trabajé muchos años en Barcelona, siempre pensé en volver. Estudié Biología en Barcelona porque en Zaragoza no se ofrecía la carrera en ese momento. No me importaba dónde, solo quería estudiar Biología.

-¿Cómo decidió adentrarse en el sector de la investigación?

- Durante la carrera nos ofrecieron hacer prácticas en un laboratorio, me gustó mucho y seguí por ese camino. En ese mismo laboratorio conseguí financiación para hacer la tesis y me quedé.

-¿Cómo volvió a Aragón?

-Gracias a una ayuda del programa Araid, la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo, que es una iniciativa del Gobierno de Aragón para atraer talento investigador.

-Forma parte del calendario Pioneras, que destaca el trabajo de mujeres en distintos ámbitos. ¿Cree que este tipo de iniciativas ayudan a dar visibilidad y a inspirar a niñas y jóvenes?

-Sí, sobre todo porque está enfocado a centros escolares. En esas edades son como esponjas y absorben la información. Por ejemplo, mi hijo mayor conocía el calendario y se emocionó cuando supo que iba a aparecer en él. Sé que en los colegios de Teruel lo trabajan bastante.

-¿Cómo se organiza para investigar desde Urrea?

-Hago un sistema mixto. Me conecto al servidor de un superordenador en Zaragoza y trabajo desde casa la mayor parte del tiempo. Solo voy a la ciudad un par de veces por semana.

- ¿Ha conseguido cumplir su sueño de trabajar en lo que le apasiona y vivir en su pueblo criando a sus hijos?

-Sí, aunque al principio pensaba que sería imposible. Creía que tendría que elegir entre una cosa u otra, pero al final lo he logrado. No todo es perfecto, pero estoy contenta.

-¿Qué mensaje les daría a las niñas de Teruel que sueñan con dedicarse a la ciencia o a cualquier otra vocación?

-Siempre les digo lo mismo, que estudien lo que les guste. No tienen por qué ser científicas si no quieren, pero deben seguir su vocación sin preocuparse por si es una profesión de chicos o de chicas, o si tiene salida o no. Es más fácil estudiar algo que te apasiona y, al final, de una forma u otra, se encuentra el camino.