Raúl Sánchez, psicólogo del programa de protección internacional de Cruz Roja en Teruel: "Ayudamos a las personas migrantes a que comprendan lo que les está pasando"

Raúl Sánchez, psicólogo del programa de protección internacional de Cruz Roja Teruel, impartió la conferencia Intervención psicológica con personas migrantes en el ámbito comunitario. Claves culturales y abordaje multidisciplinar, en las jornadas de salud mental celebradas en el CRP San Juan de Dios el pasado miércoles.

-¿Cuáles son los primeros pasos que se tienen que dar cuando se acoge a las personas migrantes?
-Lo primero que se hace es atender sus necesidades básicas: de alojamiento, comida, higiene. Porque las personas que están en procesos migratorios a veces vienen con muy poco equipaje. Y ayudarles con todos los trámites que tienen que ver con el día a día como puede ser el empadronamiento, la escolarización, la tarjeta sanitaria... Acercarles a los recursos y que tengan todo ya dispuesto.

-Ahora que están llegando los ucranianos por la guerra, ¿cuáles son los problemas psicológicos tras la situación tan dura que han pasado?
-Lo que más vamos a ver en las personas que están en estos procesos migratorios y sobre todo de los que vienen de conflictos bélicos son reacciones que tienen que ver con tres cosas. Con la pérdida o el duelo, ya no solo de personas o seres queridos, si no de mi casa que ya no está, no puedo hablar en mi idioma porque no tengo a nadie con quien hablar en mi idioma, estoy en un sitio nuevo, he perdido mi calle, mi vecindario... Luego, lo relativo a haber experimentado eventos traumáticos: haber experimentado que tu vida o la de alguien que conocías ha estado en riesgo. Otra cosa es la incertidumbre: no sé cuanto va a durar mi estancia aquí; no sé que pasos tengo que dar; no sé que va a ser de mí. No sé nada.

-¿Qué papel tiene el psicólogo y cómo les pueden ayudar?
-Como psicólogo, sobre todo es el acompañamiento en lo que se llama el proceso de adaptación. Normalmente estas cosas que hemos comentado tienen una serie de reacciones que pueden ser tanto cognitivas como fisiológicas, conductuales y emocionales que, dentro de la situación extraordinaria que viven, las podemos considerar como normales. Es normal que te esté costando dormir, que tengas perdida de apetito o al revés, que sientas ansiedad y tengas muchas ganas de comer, que sientas miedo. Todas esas cosas son normales dentro del proceso de adaptación. La labor que tenemos dentro de los ámbitos de intervención social como psicólogos es acompañar en ese transcurso. Ayudamos a que la persona comprenda lo que le está pasando y poco a poco vayan disminuyendo de intensidad, que no se cronifiquen. Esto es algo puntual de un momento vital que es muy intenso y de un cambio muy grande y poco a poco esas reacciones irán disminuyendo. Facilitar esa expresión emocional, que las personas se sientan escuchadas, comprendidas y puedan expresar su historia y la puedan integrar dentro de su línea de vida como una experiencia más que han tenido que vivir y que puedan sacar herramientas de todo ello para desenvolverse en su día a día con total normalidad y no se cronifique en otras cosas, no se desarrollen fobias o miedos o trastornos de algún tipo.

Sitio pequeño

-¿Un sitio pequeño como Teruel es más acogedor o cuesta más integrarse?
-Las opiniones que he escuchado de ellos han sido muy positivas. El hecho de ser la ciudad pequeña facilita esta cercanía y esa integración. Creo que sí consiguen integrarse: obtienen empleos, expanden sus redes sociales. Teruel facilita de alguna manera eso.

-¿Con el conflicto de Ucrania han tenido un incremento de trabajo?
-Ahora ha habido un pico de trabajo, como es normal porque es una situación excepcional la que estamos viviendo. Es de urgencia. Se está gestionando de manera bastante eficaz. Nos ha obligado a poner en marcha nuestras medidas de urgencia y nuestra capacidad de afrontamiento de estas situaciones y se está haciendo de manera eficaz.

-¿Socialmente se acepta más la llegada de los ucranianos porque se ve como un conflicto más cercano que otros?
-Pueden ser muchos factores. El hecho de que haya sido una guerra que haya estallado de manera tan repentina o que lo haya hecho con este carácter tan violento y con tanto movimiento mediático a nivel europeo lleva a que la gente se haya movilizado más que con otros conflictos que todavía existen. Es normal. La gente se ha movilizado más. Es algo magnífico y ha hecho que se hayan podido llevar a cabo muchas cosas interesantes este último mes que han ayudado a mucha gente.

-¿Qué supone para ellos sentirse así de acogidos?
-En una situación tan extrema, con ese factor de pérdida de seguridad total que genera un conflicto bélico, el hecho de que haya habido esta respuesta hace que poco a poco puedan recuperar su estado normal de tranquilidad, de no tener tanto miedo y minimizar los efectos a largo plazo que podría tener. Será un factor preventivo a la hora de que las personas acaben desarrollando secuelas más graves.

-Vienen bastantes niños, ¿hay que trabajar con ellos de otra manera diferente?
-Los niños lo que está ocurriendo a su alrededor lo entienden de manera diferente y lo integran dentro de su esquema vital de manera diferente en función de su desarrollo cognitivo. Es necesaria esa intervención especializada para que comprendan lo que está pasando a su alrededor y tengan su espacio para expresar las emociones de la manera en la que los niños y las niñas expresan las emociones que suelen ser muy diferentes a la  que tenemos los adultos. Es importante que tengan su espacio y que puedan expresar lo que están sintiendo.