Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas España: "En Cáritas, la formación, el acompañamiento y cuidado del voluntariado siempre están ahí"
La responsable de la organización visita Teruel con motivo de la celebración del 60 aniversarioNatalia Peiró es la secretaria general de Cáritas en España y este sábado estuvo en Teruel con motivo de la conmemoración del 60 aniversario de la presencia de la entidad en la Diócesis de Teruel y Albarracín y ofreció una charla en el claustro del Obispado para hablar sobre voluntariado.
-¿AâÂÂqué retos se enfrenta el voluntariado en los próximos años?
-Uno de los retos más importantes que enfrenta todas las Cáritas -y muy especialmente las Cáritas como pueden ser las de Teruel- es el papel del voluntariado, la renovación del voluntariado y cómo poder activar todo ese voluntariado para los tiempos que vienen ante una sociedad más diversa y secularizada. Hay parroquias que se van vaciando o cerrando o van cambiando las dinámicas de los barrios y de las comunidades. Tenemos que ver cómo animar e impulsar ese voluntariado y escucharles también para ver qué respuestas dan para el futuro.
-En las Diócesis de Teruel y Albarracín se cumplen 60 años desde que se implantó Cáritas. ¿Cómo está la situación en otras Diócesis?
-Cáritas Española se creó hace 75 años, se cumplieron el año pasado. La primera Cáritas de la que hay noticias se creó en Alemania hace 125 años. En Barcelona la delegación celebró su 80 aniversario. Las Cáritas se crearon para distribuir ayuda y se organizó en unidades de caridad en los tiempos de la primera guerra mundial, entre las dos guerras mundiales o en la segunda y en el caso de España fue para distribuir leche americana. Cáritas Portugal surgió para acoger niños alemanes y austriacos en la segunda guerra mundial. En todos los países surgió en un tiempo común en el que la iglesia toma la opción de organizar al caridad para hacer un mejor servicio a las personas más necesitadas.
Edad madura
-Las mujeres de edad madura forman en su mayoría el voluntariado de Cáritas en la Diócesis de Teruel y Albarracín. ¿Cómo se puede animar también a los jóvenes a sumarse a este voluntariado?
-Muchas veces las personas pueden ser voluntarias cuando tenemos más tiempo libre. Siempre va a ser así. Es normal que el voluntariado sea maduro, porque todos cuando tenemos una época de estudiar, trabajar muy duro y criar a nuestros hijos tenemos menos tiempo para un compromiso más estable. Hoy en día hay mucha esperanza de vida y hay personas que a partir de 65 años tienen 20 años de actividad por delante y eso es una oportunidad grandísima y para nada hay que despreciar el voluntariado mayor. Es muy importante que aunque los proyectos de las organizaciones se van profesionalizando sigamos dando la oportunidad a las personas jóvenes para estar en contacto con el sufrimiento. De joven me dieron la oportunidad de ir a Etiopía y eso me cambió la vida. A lo mejor durante muchos años no puedes ser voluntaria pero hay qye tener la oportunidad de encontrarte con el otro porque -en nuestra idea como persona católica- tenemos esa obligación de estar cerca de las personas que sufren, eso te cambia al vida. El reto más grande es cómo incorporamos personas jóvenes, son personas que son ayudadas y acompañadas pero quieren formar parte de esa comunidad que ayuda a otros. Ahí está el reto.
-¿Cómo se les acompaña en el proceso de ser voluntario?
-Cuando una persona se acerca a Cáritas porque quiere ser voluntario hay que hacer un itinerario con ellos de acogida, de formación, para que sepan lo que tienen que hacer, cuáles son las habilidades que necesitan para la escucha y el acompañamiento porque no son profesionales ni tienen que hacer lo que hace un profesional. Tienen que abordar el acompañamiento a las personas desde otras claves. Tiene que haber formación y también cuidado de las personas voluntarias porque también sufren y se frustran. Es un camino largo y complicado. La formación, el acompañamiento y cuidado de los voluntarios siempre está ahí.
-Hacer voluntariado en Cáritas en la provincia de Teruel es también tener presencia en el territorio.
-Teruel tiene la particularidad de que es una diócesis muy extensa, con pocas poblaciones grandes y lejos unos de otros. Para acercarse a formar a los voluntarios es complicado, hay que hacer mucha carretera, también con los medios digitales hay otra oportunidad aunque al final el roce hace el cariño y las personas de Cáritas se tienen que juntar. Aquí está esa complejidad que es la lejanía.
-¿Están en las redes sociales?
-Cada vez más Cáritas tiene sus propias redes sociales para los voluntarios jóvenes y es muy importante para ellos ver cómo jóvenes como ellos hacen otros proyectos en otras partes de España y de Europa.