Manuel Salesa, paleontólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales: "El final de una excavación no es estudiar los fósiles sino mostrarlos a la gente"

El paleontólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC, Manuel Salesa, ha codirigido durante las dos últimas semanas de septiembre una nueva excavación en La Gloria 4, un yacimiento de mamíferos del Plioceno Inferior que se encuentra en el término municipal de Teruel y que es de gran importancia por la cantidad de fósiles que aparecen en el mismo. Asegura que conocer el pasado a través de los estudios paleontológicos puede ayudar a la conservación de los ecosistemas actuales.

- ¿Qué ha supuesto volver a excavar en Teruel?
- La última vez que vine a Teruel fue en el 2017, que fue cuando estuvimos excavando aquí en La Gloria 4 y luego por diversos motivos, incluida la pandemia, pues hemos parado las excavaciones. Trabajar en Teruel es una delicia porque los yacimientos son muy ricos, está muy fácil el acceso, la Fundación Dinópolis tiene un laboratorio en el que luego se restaura todo y prácticamente acabas la excavación y tienes los fósiles restaurados casi. Aquí te ponen todo muy fácil y la ciudad nos gusta y estamos muy cómodos. Es un gusto estar por aquí.

- Algunos de los hallazgos que han hecho en otras ocasiones se exhiben en el Museo de Dinópolis. ¿Qué importancia tiene la divulgación?
- Es muy interesante estudiar fósiles, es apasionante encontrar cosas nuevas y ver que son distintas de las formas actuales, pero al final si eso no se muestra al público quedaría casi como un secreto para las científicos. La parte final de una excavación no solo es estudiar los fósiles sino mostrarlos a la gente. Los fósiles de Teruel son sin duda un referente.

- En Teruel la gente se imagina que aquí todo son dinosaurios, ¿qué importancia tienen los fósiles de mamíferos?
- La importancia es la misma que tendría el estudio de los dinosaurios, que son un grupo también muy interesante desde el punto de vista funcional y sistemático, pero los mamíferos que tenemos aquí son raros si los comparamos con nuestras faunas.

- ¿En qué sentido?
- Con las faunas actuales, porque la jirafa por ejemplo es distinta a la jirafa actual, las hienas también, los félidos también. Al final estudiar mamíferos es tan interesante como el estudio de los dinosaurios. Es verdad que los dinosaurios son tan grandes y distintos de las faunas que conocemos, que nos parece lo más fascinante, pero en realidad estudiar la evolución de estas faunas nos puede permitir conocer la dinámica de los ecosistemas actuales y aplicar esos conocimientos, digamos, a la conservación de las actuales, que están muchas veces en peligro de extinción por acción humana.

- Lo que no pasaba entonces cuando vivieron estos mamíferos porque los humanos no habíamos irrumpido todavía.
- Claro, esto era un paraíso para los mamíferos, no había nadie que echara residuos, vertidos, que alterara el clima, más que los efectos naturales de los procesos geológicos. Esta fauna que sale en el yacimiento habitaba zonas con charcas de agua estacionales, venían aquí a beber, los carnívoros depredaban sobre los herbívoros y eso te da una riqueza enorme de animales y de formas que todavía no hemos encontrado y podemos encontrarnos con alguna sorpresa. Incluso pueden salir micromamíferos que no hemos encontrado.

- Comenta que estudiar estas faunas es importante porque las conclusiones pueden aplicarse al presente. Tras la extinción de los dinosaurios los mamíferos pasamos a ser el grupo hegemónico sobre el planeta desde hace 66 millones de años, pero esto no tiene por qué ser eterno. ¿Ante el cambio climático, qué nos puede enseñar el estudio de estas faunas sobre el futuro de los mamíferos? Sé que es una pregunta complicada.
- Sí, lo es, pero lo que nos enseñan este tipo de asociaciones es que efectivamente los mamíferos en el pasado se han extinguido, porque las especies no son eternas y hay extinciones, pero son naturales o por procesos catastróficos muy puntuales. Lo que está pasando actualmente es que uno de los mamíferos que se desarrolló sobre esta Tierra ha adquirido la inteligencia necesaria para manipular su medio de tal manera que, al final, lo que está haciendo es degradarlo y provocar una extinción masiva y superrápida no solamente de todas las especies de mamíferos, sino de aves, de reptiles, de anfibios que hay sobre la Tierra. Es decir, va a provocar una catástrofe mundial al final y el colapso del planeta.

- Ustedes los científicos no dejan de advertir sobre la posibilidad de que se produzca ese colapso si no cambiamos, y cada vez con mayor insistencia, ¿cree que  hay más sensibilización social para evitarlo, o la dinámica actual de la especie humana es tal que acabará por ser irremediable?
- Hombre, la gente de a pie sí que tiene cierta sensibilidad a este tipo de cosas, al cambio climático, a las extinciones de las especies, pero luego hay muchísima más gente que no tiene interés porque le parece que preocuparse en reciclar el plástico, en no gastar calefacción, eso es como muy complicado para su vida cotidiana. Sensibilidad hay, y yo creo que hay mucha gente que la tiene, pero luego también hay otra mucha que necesita información y sensibilización porque si no... Esto es un trabajo de todos, de que todos estemos de acuerdo en cuidar el ambiente y el medio, porque si tú lo haces pero luego hay diez que no lo hacen, al final no hay salvación.

- ¿Instituciones como el Museo Nacional de Ciencias Naturales o Dinópolis cumplen ese cometido de sensibilización, de qué manera?
- En el caso de mi institución, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, aparte del Departamento de Paleobiología hay departamentos de Ecología, de Biodiversidad, es decir, que estudian las faunas actuales y que están muy preocupados por las extinciones de insectos, de anfibios, de reptiles, que son quizás las formas más sensibles a estos cambios que estamos generando. Son instituciones por tanto que no solo son divulgativas, sino también son conservadoras de la fauna actual.