José Antonio Martín, coordinador de la Teruel Film Commission: “La industria audiovisual necesita incentivos para que su impacto siga creciendo en Teruel”

José Antonio Martín coordina la actividad de la Teruel Film Commission, encargada de atraer grandes rodajes a la provincia con el objetivo de generar ingresos y promoción al territorio. Desde 2021 el impacto directo anual había superando ligeramente los 2 millones de euros anuales, pero en 2024 se ha disparado hasta los 4,5 millones.

-Definió la actividad del cine en Teruel en 2024 como histórica... ¿no es exagerado?

-No. Se ha duplicado el impacto directo de la actividad del audiovisual en Teruel, llegando hasta los 4,5 millones de euros, la mitad de lo generado en todo Aragón.Y además teniendo en cuenta solo las grandes producciones, con más de 40 personas que se desplazan al territorio y que utilizan los servicios locales. Esas cifras son para estar muy satisfecho.

-Y hablamos solo del impacto directo... ¿se puede calcular el indirecto?

-Hay agencias que lo calculan multiplicando la cifra de impacto directo por 1.5, o por 2... Pero es una estimación, y nosotros no queremos engañar a nadie con cifras que hoy por hoy no están respaldadas por un estudio.

-¿Teruel tiene un techo objetivo en esa cifra de ingresos? ¿O hay mucho margen de mejora?

-Si no se ponen en marcha incentivos económicos claros, nuestro techo podría estar muy cerca de estos 4.5 millones. Hay territorios muy implicados en la captación de rodajes, como Canarias, Navarra o Murcia. Teruel Film Commission está muy enfocada a las plataformas, y a ellas les da un poco más igual porque dependen menos de ellas. Para ellas es más importante las localizaciones o las facilidades que encuentran al rodar. Pero para otro tipo de producciones los incentivos son muy importantes, y consiguen atrae muchos largometrajes independientes, que también tienen su importancia.

-¿De qué hablamos cuando hablamos de estos incentivos?

-En España hay un retorno fiscal a las producciones que ruedan en el país. Pero además por foralidad en algunos territorios como Navarra hay unos estímulos adicionales a ese retorno fiscal que los hacen más interesantes, y que desde luego se notan. En teoría aquí entraría el Fite Cinematográfico, aunque todavía no conocemos las bases exactas. En cualquier caso nuestra aspiración es que estos incentivos retornen al territorio en forma de ingresos para las empresas locales. Es decir, que las productoras que se acojan a ellos tengan que invertir esa cuantía multiplicada por 1.5, por 2 o por lo que sea, en empresas del sector en Teruel.

-Aragón está trabajando en la redacción de una nueva ley del cine o del audivisual. ¿En qué afectaría a TFC?

-Una ley del cine es necesaria en Aragón, pero, depende de su desarrollo, no creo que nos afectara demasiado, porque esa ley regularía la actividad interna, y nosotros estamos volcados en la captación de producciones de fuera. En ese sentido quizá podría afectarnos haciendo que para las productoras de fuera de Aragón fuera más interesante contratar personal o empresas de aquí.

-¿No suelen darse esas contrataciones?

-Las productores contratan mucha gente de diferentes gremios, o ayudantes y asistentes en el ámbito del audiovisual, pero un gran rodaje no suele contratar directamente productoras aragonesas; no es lo habitual. Pero aunque no afecte directamente a la TFC, cualquier medida que haga que el sector local sea más fuerte es bienvenida, desde luego.

-Desde la Academia del Cine Aragonés se plantea que el cine sea percibido como una industria, y se gestione desde el departamento de Industria y no desde Cultura. ¿Están de acuerdo?

-Completamente. Nuestra labor está volcada precisamente con eso, con la generación de economía. El cine es cultura, desde luego, pero va mucho más allá.

-¿Cómo se presenta 2025? ¿Hay cerrados rodajes importantes para este año?

-Aún estamos en fase de organización, pero estamos trabajando con dos proyectos de largometraje ambientados en el siglo XIX que pueden ser muy importantes si prosperan. Y otro proyecto ambientado en el siglo XVII.

-¿Más allá de naturaleza y páramos, tenemos patrimonio histórico en buen estado como para rodar largometrajes históricos?

-En general sí. Este año se rodó Nero en en castillo de Valderrobres, y tenemos Mora o Peracense en muy buen estado. Pero más allá del patrimonio histórico, para Teruel sería muy buena opción la creación de backlots.

-¿Qué es eso?

-Son espacios que se pueden crear en la carretera de Lidón, o El Pobo, u otros puntos parecidos, con las clásicas cafeterías de carretera americanas, o gasolineras, o cuatro o cinco tipologías de espacios que se pueden crear como espacios fijos y que no suponen grandes costes, porque hablamos de cartón piedra. Podrían plantearse como infraestructuras públicas, al igual que se plantea el dinosaurio en la rotonda de Galve, que podrían utilizarse un par de veces al año para spots de publicidad, incrementarían el atractivo de la provincia y no supondrían un coste elevado. No estoy hablando de construir un pueblo del oeste americano, que eso ya está hecho en Almería, pero ejemplos así podrían ser interesantes.