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Javier Uría, investigador del Campus de Teruel: “Los resultados de este proyecto se van a poner en un entorno digital accesible a todo el mundo” Javier Uría, investigador del Campus de Teruel: “Los resultados de este proyecto se van a poner en un entorno digital accesible a todo el mundo”
El catedrático de Filología Latina del Campus de Teruel, Javier Uría

Javier Uría, investigador del Campus de Teruel: “Los resultados de este proyecto se van a poner en un entorno digital accesible a todo el mundo”

“Con este estudio pretendemos rellenar una laguna historiográfica que hay en la historia de la gramática”, afirma sobre el proyecto europeo LiTeRa
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Javier Uría, catedrático de Filología Latina de la Universidad de Zaragoza en el Campus de Teruel, es uno de los cinco expertos internacionales que colaboran en el proyecto europeo LiTeRA sobre la historia de la gramática latina que va a contribuir a divulgar las aportaciones de los primero gramáticos latinos.

-¿Qué supone participar en este proyecto europeo?

-Para mí supone una continuidad porque con el investigador principal, el profesor Alessandro Garcea de la Universidad de la Sorbona de París, llevo colaborando mucho tiempo. En términos de financiación son proyectos muy bien dotados, son 2,5 millones de euros, lo permite configurar equipos con investigadores predoctorales y postdoctorales, además de con investigadores seniors y da la posibilidad de hacer proyectos de gran envergadura como el que acometemos ahora.

-Se va a hacer un análisis de la gramática latina, ¿cuáles son los objetivos del proyecto?

-Los gramáticos latinos es un tema bastante estudiado, pero sobre todo se han estudiado los gramáticos tardíos, a partir del siglo III d. C., que es de los que conservamos obras completas. Lo que pretendemos es analizar el periodo anterior del que tenemos solo fragmentos transmitidos por estos gramáticos tardíos. Ahí hay un periodo grande de la historia que no está bien estudiado y nosotros estamos especializados precisamente en la edición de estos textos fragmentarios y pretendemos rellenar esa laguna historiográfica que hay en la historia de la gramática que luego se traspasa al Occidente, en España con Nebrija y en Europa con otros autores y es la base de la lingüística actual, tanto a nivel terminológico como en cierta forma doctrinal, aunque haya evolucionado.

-¿Es el origen de la gramática actual?

-El origen primigenio es la gramática griega que se adapta al latín y de la gramática latina es a partir de las que se crean las europeas, ya en la Edad Media y el Renacimiento. Nos centramos en este periodo de desarrollo y configuración de la trasposición de la gramática del griego al latin que está poco estudiado porque no se conservan apenas obras completas, son esos fragmentos los que queremos estudiar.

-Aunque parezca lejano, ¿en nuestra gramáticas actuales hay una impronta de estos periodos?

-En la terminología, casi cualquier palabra en la que pienses: preposición, sustantivo, adverbio; los propios nombres de la gramática, de sus partes, están configuradas conceptualmente en esta época que estudiamos nosotros. Es algo que para nosotros es cotidiano pero es relativamente singular, la importancia que en la cultura occidental tiene la gramática no tiene parangón en otras culturas.

-¿Qué plazos tiene la investigación y cuál es su tarea específica dentro del proyecto?

-El proyecto está concedido por cinco años y mi equipo y yo nos dedicamos a la edición de los fragmentos del siglo I d.C. Hay otros paquetes de trabajo porque es muy amplio como el estudio de la metodología y de su trasposición a la gramática moderna en el que también colaboraremos. El investigador principal y yo mismo prepararemos en estos primeros seis meses un artículo general metodológico presentando del proyecto, sus objetivos y la metodología con la que vamos a trabajar.

-¿Qué novedades tiene esa metodología?

-La novedad es que todo el trabajo se va a poner en un entorno digital, donde se pueda buscar mediante vínculos y que esté disponible gratuitamente en la red, en acceso abierto, que llegue a todo el mundo y de manera gratuita.

-¿Cómo ve la salud de la lengua?, porque con las redes sociales cada vez la gente escribe peor.

-Ese es un tópico. La lengua cambia. En las redes sociales, cuando todos creíamos que la imagen y la voz había desbancado totalmente a la lengua escrita, ahora estamos llenos de tuits, de whatsapp donde es mucho mayor el número de gente que escribe a diario que el que lo hacía hace veinte años. Este uso inmediato y rápido del lenguaje y el que haga uso de la lengua escrita gente con mucha menor cultura que los que lo hacían hace unos años evidentemente hace que la lengua sufra, pero hay una extensión de la cultura que hace que tengamos todavía nuestros literatos, nuestra academia. El lenguaje español creo que goza de buena salud, en general. No soy tan pesimista.

-¿Qué opina de la situación actual de las humanidades?

-En términos de enseñanzas medias, con el deslumbramiento de las tecnologías, las humanidades quedaron en un segundo plano y se les va recortando, sobre todo las materias que son difíciles como el latín y el griego. Uno siempre tiene la esperanza de que esta situación se revierta y se vea que son disciplinas esenciales para la humanidad.

-¿Con el auge de la IA hay que reivindicar más este papel de las humanidades?

-Exacto. Estamos viendo a qué contradicción nos puede llevar la tecnología y la inteligencia artificial. La IA tiene aplicaciones prácticas innegables, pero tienen que tener un límite y el límite es la mente humana, el ser humano en toda su dimensión radicalmente humanística.

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