El turolense David Martínez, con un ejemplar de su primera novela publicada
David Martínez Valeriano, docente y escritor: ‘Las historias que nos llegan cargadas de leyendas dan mucho juego para la ficción”
El turolense debuta con una novela inspirada en la plantación Myrtles, una casa encantada en EEUU
El turolense David Martínez Valeriano se estrena como novelista con La plantación Myrtles, una historia de suspense, fantasmas y objetos encantados basada en el viejo sur de los Estados Unidos. Martínez Valeriano presentó la novela el viernes en el Museo Provincial de Teruel, acompañado por Iván Núñez.
-¿Cuál es la propuesta para el lector de ‘La plantación Myrtles?
-Se trata de una historia de suspense, con elementos de thriller, ambientada en Estados Unidos en 1972. Una pareja acomodada en la que el marido es importador de muebles coloniales acude a una subasta en Nueva Orleans, donde hay un lote de
muebles antiguos de plantaciones esclavistas de Louisiana. Ella está escribiendo una novela sobre la época y adquieren un viejo espejo, que les llevará a indagar sobre la historia del esclavismo en los Estados Unidos y de las leyendas y misterios que hay por resolver.
-Eso del espejo, así de entrada, da mucho miedo...
-No es de terror sino más bien de suspense, aunque entran leyendas antiguas, fantasmas, e historias que han llegado hasta nuestro presente con parte de verdad y parte legendaria.
-¿Por qué lleva su primera novela al esclavismo en los Estados Unidos, tan lejanos a nosotros en el tiempo y el espacio?
-Nueva Orleans me ha atrapado desde siempre, y aunque no lo he visitado he leído muchísimo sobre el nacimiento del jazz y de las bandas pioneras. De hecho hay varias pinceladas musicales en la novela para ambientarla. Aunque esta historia me llegó de casualidad. Soy docente y doy cursos a profesores relacionados con la innovación tecnológica en el aula. Suelo usar gamificaciones y buscando una trama de misterio para hacer una, me topé con la historia de la plantación Myrtles. Su historia es bárbara y lo que nos ha llegado de ella tremendo, y no pude resistirme a hacer una novela.
-¿Qué plantación es esa?
-Pues es una plantación auténtica que está en Lousiana, aunque hoy en día es un hotel donde se ofrecen visitas guiadas, porque se considera un lugar encantado. Hay leyendas sobre varios fantasmas que viven en ella, porque se cometieron asesinatos y muchas violaciones de los derechos humanos allí... algunas cosas realmente bárbaras.
-Tratándose de una historia ambientada en un lugar real, pero con leyendas y fantasmas de por medio, ¿cuánto de real y cuánto de ficción tiene su novela?
-En una nota de autor en el propio libro aclaro que intento ser muy fiel a toda la historia documentada y real de la plantación como tal, y de los propietarios que tuvo, y a partir de ahí intento crear una historia de ficción. Mucha de la información que nos ha llegado al presente de esa plantación está en forma de leyendas, y unas versiones difieren de otras, así que eso te da mucho juego de cara a inventar ficciones.
-Cuénteme alguna de las leyendas que más le atraigan de ese lugar, y cómo la inserta en la novela.
-Una de las protagonistas de la novela es Chloe, una chica que a su vez es la protagonista de una de las leyendas más populares sobre la plantación Myrtles, porque además se supone que es uno de los fantasmas que se sigue apareciendo hoy en día a quienes visitan el lugar. Yo lo que hago es un ejercicio de imaginación inventándome el personaje real y las circunstancias de su vida que le llevaron a convertirse en un fantasma.
-Usted es informático de formación y docente de profesión... ¿Qué le ha llevado a escribir una novela?
-En primer lugar que soy un apasionado de la lectura desde siempre, y cada novela, cada historia que leo, siempre me lleva a reflexionar sobre ella. Nunca me he considerado capaz de escribir una novela completa, pero en esta ocasión, cuando conocí y estuve leyendo sobre la plantación Myrtles, empecé a desarrollar la idea, fui escribiendo cositas, y cuando las junté me di cuenta que empezaban a formar algo que me gustaba. Mi mujer me dio el empujón que necesitaba y finalmente me atreví a afrontar el trabajo. Y la verdad es que ha sido un proceso precioso, desde que empecé a recopilar información, hace como dos años, y empecé a escribir hace como año y medio. No soy escritor ni pretendo vivir de esto, pero me lo he pasado muy bien haciendo La plantación Myrtles.
-¿Tanto como para repetir la experiencia?
-No lo sé. Reconozco que me gustaría repetir las sensaciones que tuve escribiendo esta historia, y tengo alguna otra idea por la cabeza. Aunque de momento me lo tomo con calma... quizá cuando se convierta en una obsesión empezaré a escribir.
-¿Cuál es la propuesta para el lector de ‘La plantación Myrtles?
-Se trata de una historia de suspense, con elementos de thriller, ambientada en Estados Unidos en 1972. Una pareja acomodada en la que el marido es importador de muebles coloniales acude a una subasta en Nueva Orleans, donde hay un lote de
muebles antiguos de plantaciones esclavistas de Louisiana. Ella está escribiendo una novela sobre la época y adquieren un viejo espejo, que les llevará a indagar sobre la historia del esclavismo en los Estados Unidos y de las leyendas y misterios que hay por resolver.
-Eso del espejo, así de entrada, da mucho miedo...
-No es de terror sino más bien de suspense, aunque entran leyendas antiguas, fantasmas, e historias que han llegado hasta nuestro presente con parte de verdad y parte legendaria.
-¿Por qué lleva su primera novela al esclavismo en los Estados Unidos, tan lejanos a nosotros en el tiempo y el espacio?
-Nueva Orleans me ha atrapado desde siempre, y aunque no lo he visitado he leído muchísimo sobre el nacimiento del jazz y de las bandas pioneras. De hecho hay varias pinceladas musicales en la novela para ambientarla. Aunque esta historia me llegó de casualidad. Soy docente y doy cursos a profesores relacionados con la innovación tecnológica en el aula. Suelo usar gamificaciones y buscando una trama de misterio para hacer una, me topé con la historia de la plantación Myrtles. Su historia es bárbara y lo que nos ha llegado de ella tremendo, y no pude resistirme a hacer una novela.
-¿Qué plantación es esa?
-Pues es una plantación auténtica que está en Lousiana, aunque hoy en día es un hotel donde se ofrecen visitas guiadas, porque se considera un lugar encantado. Hay leyendas sobre varios fantasmas que viven en ella, porque se cometieron asesinatos y muchas violaciones de los derechos humanos allí... algunas cosas realmente bárbaras.
-Tratándose de una historia ambientada en un lugar real, pero con leyendas y fantasmas de por medio, ¿cuánto de real y cuánto de ficción tiene su novela?
-En una nota de autor en el propio libro aclaro que intento ser muy fiel a toda la historia documentada y real de la plantación como tal, y de los propietarios que tuvo, y a partir de ahí intento crear una historia de ficción. Mucha de la información que nos ha llegado al presente de esa plantación está en forma de leyendas, y unas versiones difieren de otras, así que eso te da mucho juego de cara a inventar ficciones.
-Cuénteme alguna de las leyendas que más le atraigan de ese lugar, y cómo la inserta en la novela.
-Una de las protagonistas de la novela es Chloe, una chica que a su vez es la protagonista de una de las leyendas más populares sobre la plantación Myrtles, porque además se supone que es uno de los fantasmas que se sigue apareciendo hoy en día a quienes visitan el lugar. Yo lo que hago es un ejercicio de imaginación inventándome el personaje real y las circunstancias de su vida que le llevaron a convertirse en un fantasma.
-Usted es informático de formación y docente de profesión... ¿Qué le ha llevado a escribir una novela?
-En primer lugar que soy un apasionado de la lectura desde siempre, y cada novela, cada historia que leo, siempre me lleva a reflexionar sobre ella. Nunca me he considerado capaz de escribir una novela completa, pero en esta ocasión, cuando conocí y estuve leyendo sobre la plantación Myrtles, empecé a desarrollar la idea, fui escribiendo cositas, y cuando las junté me di cuenta que empezaban a formar algo que me gustaba. Mi mujer me dio el empujón que necesitaba y finalmente me atreví a afrontar el trabajo. Y la verdad es que ha sido un proceso precioso, desde que empecé a recopilar información, hace como dos años, y empecé a escribir hace como año y medio. No soy escritor ni pretendo vivir de esto, pero me lo he pasado muy bien haciendo La plantación Myrtles.
-¿Tanto como para repetir la experiencia?
-No lo sé. Reconozco que me gustaría repetir las sensaciones que tuve escribiendo esta historia, y tengo alguna otra idea por la cabeza. Aunque de momento me lo tomo con calma... quizá cuando se convierta en una obsesión empezaré a escribir.