Conchita Ronquillo, hostelera y tendera: “El multiservicio de Azaila ha sido pionero en modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos”
La reconfortante comida casera del bar-restaurante sirve de punto de encuentro donde antes estaban las escuelasEl próximo 21 de octubre, el Ayuntamiento de Azaila recogerá en el Teatro Principal de Zaragoza el Premio al Multiservicio Rural de Aragón que le ha concedido el Gobierno de Aragón dentro de los Premios al Comercio 2024. La actual gestora es Conchita Ronquillo, que se hizo cargo de la tienda, bar y restaurante hace seis años y, con la ayuda del consistorio, contribuyó a su modernización digital y energética para adaptarlo a los nuevos tiempos. Su reconfortante comida casera sirve como punto de encuentro en el pueblo, asiste a los viajeros que pasan a diario por la carretera nacional N-232 y pone la guinda a las visitas culturales al yacimiento arqueológico de origen ibérico del Cabezo de Alcalá.
-¿Qué supone para Azaila recibir este premio?
-Me parece maravilloso, es un detalle por parte del Gobierno de Aragón acordarse de nosotros. Supone un reconocimiento al ayuntamiento por dotar el multiservicio de todo lo necesario y también a mi gestión, personalmente. Estamos muy contentos.
-¿En qué diría que destaca el multiservicio de Azaila?
-Pienso que hemos sido pioneros en actualizarnos a los nuevos tiempos. Antes no había ordenadores en la tienda, sistemas de alarmas ni luces led. Ahora estamos mucho más modernizados y gastamos menos energía. Este edificio antes era las escuelas del pueblo y ha habido que cambiar totalmente para adaptarlo a la tienda y bar-restaurante que es ahora.
-Muchos dicen que es más importante que esté abierto el bar del pueblo que la escuela.
-Aquí se cerró la escuela porque no había niños. Como no había otras dependencias a mano, el ayuntamiento optó por hacer el bar aquí. Tenemos muy pocos niños, cuatro o seis. Unos van a estudiar a Vinaceite y otros a Híjar. Ahora la gente viene al bar y es un punto de quedada, de encuentro. Todo el mundo acude y se cuentan su día.
-¿Con quién lleva el multiservicio?
-Con una amiga que contraté, Marisa, aquí estamos mano a mano las dos.
-¿Desde cuándo lo gestiona?
Pues precisamente esta semana ha hecho seis años. He sido hostelera de siempre y llevaba en tiempos un restaurante en el pueblo, pero cuando llegó la crisis económica lo tuvimos que abandonar porque no podíamos hacernos cargo de los gastos. En el caso del multiservicio es el ayuntamiento el que se hace cargo de muchas inversiones al ser un servicio municipal, por lo que tengo poco gasto en general. Tampoco hay mucha gente en Azaila, estaremos unas 40 personas viviendo en invierno, por lo que no hacemos un dineral.
-¿Cómo ha evolucionado el multiservicio?
-Antes no había restaurante y ahora tenemos un comedor muy grande y muy bonito. El Gobierno de Aragón nos concedió un tenedor, así que algo de calidad supongo que ofrecemos. Con la pandemia de covid se hizo una terraza amplia porque teníamos mucha gente trabajando alrededor y había que darles de comer fuera. También hacíamos comidas para llevar a la gente que instalaba placas solares, y a la gente del pueblo le vino muy bien este servicio porque le llevábamos la comida a casa.
-¿Qué es lo que más demanda la gente en la tienda?
-Tenemos de todo un poco. Hay veces que viene alguien y pide tal cosa pero no disponemos de ella, pero le decimos que no se preocupe que mañana la tendrá. La pedimos o vamos a buscarla y al día siguiente el señor o señora la tiene. Pan y verdura tenemos todos los días, y muy buena cobertura en general de productos. El multiservicio lo reclama sobre todo gente mayor. Quedan algunos jóvenes, poquitos, que también nos echan una mano.
-¿Qué días tienen más faena en el restaurante?
-Hacemos comida casera, menú diario y muy poca cosa de carta. Almuerzos también trabajamos bastante. Ahora mismo estaremos haciendo 14 o 15 menús diarios de media, y el fin de semana este verano ha habido bastante gente de paso que iban a Peñíscola a la playa. Nos conocen de hace muchos años. Igual que hay gente que lleva toda la vida en el pueblo y no viene a comer, otros que pasan un día y les gusta lo que hacemos luego no dejan de venir.
-Tendrán bastante clientela también de la gente que visita el Cabezo de Alcalá.
-Sí que se nota. Depende la hora a la que tienen la visita, vienen a comer primero o después. Hay horarios amplios de visitas y la gestión ahora está siendo muy buena, la gente que lo explica es muy cercana.
-¿Destaca alguna especialidad en el menú?
-Una oreja la llevamos haciendo muchos años, también conejos escabechados y legumbres que a la gente les gusta mucho porque es un guiso casero. No es un bote que abres y ya está, sino que nos esmeramos.
-¿Temen que la llegada de la ansiada autovía les pueda quitar clientela, como negocio que vive de la carretera que son?
-No tiene pinta de que vaya a llegar muy rápido esta autovía tan demandada, pero cuando llegue el momento cruzaremos ese puente y tocará reinventarse una vez más. Por el momento, estamos muy agradecidos porque el boca a boca funciona, la gente viene y además el trabajo se ve recompensado con este premio que no nos lo esperábamos.