Carlos Pardos, artista: “Me alío con la propia laguna y esa fábrica de luces que es y voy cambiando según el trabajo”

La Asociación de Amigos de Gallocanta rendirá honores el sábado al artista local Carlos Pardos, después de toda una vida ilustrando grullas. Pardos presentará en el marco de la Fiesta de la Despedida, su exposición Nuevos Vuelos.

-La Asociación Amigos de Gallocanta le va a reconocer el próximo fin de semana durante la XXVII Fiesta de la Despedida de las Grullas ¿Qué significa eso para usted?

-Para mí es como estar en casa porque la Asociación de Amigos de Gallocanta surgió hace muchísimos años, casi 30. Yo vivía en esa época en Daroca y estaba muy activo en todas las actividades comarcales y, por supuesto, en las de mi pueblo.

Fui uno de los socios fundadores junto a Javier Mañas, del Albergue Allucant, y a Carmina Franco. Los tiempos han ido pasando y ahora hay otra gente nueva, por supuesto, pero yo siempre he colaborado en la medida de lo posible. El reconocimiento lo agradezco mucho, me parece muy emotivo porque es como mi casa. Significa mucho para mi porque ahora hay mucha gente trabajando de otras geografías, y eso significa que el asunto está muy vivo y que la fiesta sigue. En la medida de lo posible, yo quiero seguir colaborando y será un honor presentar mi exposición Nuevos Vuelos ese mismo día.

-La exposición Nuevos Vuelos atraviesa diferentes técnicas y estilos pero mantiene las grullas como argumento.

-Las grullas son las protagonistas de este paisaje tan singular que es la Laguna de Gallocanta. Yo sé que hasta el último día de mi vida voy a tener que pintar grullas y, aunque estoy haciendo otras cosas, es lo que me toca desde el llevo muchísimo tiempo. Tengo muchos cuadernos con dibujos prodigiosos de grullas en cualquier movimiento, planeando, aterrizando, desplegándose. He tenido buenos maestros y cuando me pongo a pintar o hacer un trabajo de ilustración, pues echo mano de esos cuadernos.

No obstante esta exposición consta de dos partes y hay una parte que también hay unas aves estacionales de la laguna de la Gallocanta que no son agujas y es un poco una pequeña variante pues una aportación diferente a otros movimientos que he hecho. Entonces en esos pájaros estacionales de la laguna pues hay desde flamencos o mormujos, otro tipo de anátidas, carniceros, alondras... Es un poco salir de la norma. Y en otra, en la sala propiamente de exposiciones, es donde se van a ser sobre todo las grullas, las protagonistas.

-¿Cuantas horas de observación o cuantas fotografías han hecho falta para poder entender la esencia de las grullas y plasmarla en un lienzo?

-Desde pequeño tengo querencia por el paisaje porque estuve mucho tiempo sin ir a la escuela en Gallocanta porque estuve enfermo. Entonces mis amigos me regalaron una de aquellas cajas de lapiceros Alpino y yo me puse a dibujar las gallinas, lo que había por ahí cerca del corral. Luego, a nivel profesional, aprendí de gente muy importante que llegó a Gallocanta a finales de los años ‘70, como un colaborador de De la Fuente, un francés que no recuerdo cómo se llamaba, que me hizo una serie de observaciones muy interesantes a mis dibujos y que verdaderamente me marcaron. Luego fueron Varela y otros ilustradores prodigiosos que han estado en el Albergue (Allucant).

Y también los forestales y los propios Amigos de Gallocanta, con los que hemos hecho un montón de visitas guiadas que yo recojo en mis cuadernos de campo. Y, luego, hay muchísima gente que ha sido muy bien recibida en el Albergue Allucant por Javier Mañas, como fotógrafos de nivel internacional que han dejado su aportación y su colaboración en la biblioteca. Creo que ha sido un trabajo de todo estos últimos sete años, que va a ser el aniversario del albergue, y habló del albergue porque es un poco el espacio donde se aglutina históricamente todo este movimiento.

-En su colección se pasa por diferentes estilos, desde un realismo arrollador al impresionismo. ¿Cómo es esa evolución de estilos?

-Yo pienso que lo único que permanece es el cambio. Entonces, un artista no puede estar hablando de la misma manera a los 20 años que a los 50, yo tengo 60 años. Entonces, la laguna es un paisaje tan cambiante que en diez minutos cambia radicalmente según la luz del paisaje. Ese cambio también ha variado mi percepción y el estilo pictórico que ha evolucionado, incluso hacia la abstracción. De manera que yo he hecho mano de todos esos recursos y me alío con la propia laguna y esa fábrica de luces que es la Laguna de Gallocanta y voy cambiando según la necesidad del trabajo, según lo que manda la estación en la que estoy pintando.

-Después de tanto años diseñando los grafismos de la Fiesta de las Grullas, ¿Cómo se mantiene el pulso creativo?

- Ha participado bastante gente. Lo que pasa es que hay una época que es los 20 años que estuve allí en Daroca, la que sí que estuve más implicado. El diseño gráfico y la imagen gráfica de muchos de estos carteles de la fiesta de las grillas han sido un poco en función de muchos factores.Era un movimiento muy divertido en lo que ha participado mucha gente y todo el mundo aportaba sus ideas.