Carlos Mediano, de Medicus Mundi: El cambio climático es el mayor reto de salud que tendremos en el mundo en los próximos años"
El curso Cambio climático y salud de Medicus Mundi arranca hoy en el Campus de Teruel. Carlos Mediano Ortiga, responsable de estudios e investigación de esta ONG y coordinador en Navarra, Aragón y Madrid, insiste en los efectos que el cambio climático tienen en la salud y en la necesidad de actuar ya.
-¿Hacia dónde tiene que ir el trabajo sobre salud y cambio climático?
-A veces es difícil de entender que una ONG sanitaria ponga entre sus prioridades el cambio climático, cuando sabemos que en el mundo están habiendo muchos problemas sanitarios que están afectando a muchísima gente. ¿Por qué el cambio climático? La salud tiene muchas ramas, además de la sanidad. Por ejemplo, yo estaba en un proyecto en Camerún en la selva a finales de los ochenta y venían muchos niños con diarreas. Los trataba pero, realmente, la solución hubiera sido que tuvieran agua potable. Llegas a entender que la sanidad es parte de la salud, pero no lo único. Ves otros problemas y otros retos. El cambio climático es el mayor reto posiblemente que vamos a tener a nivel de salud en el mundo en los próximos años. El efecto que ya está teniendo es bastante grande y si no hacemos nada será aún mayor.
-Y más en las zonas más desfavorecidas, ¿verdad?
-Esto es lo que se llama la justicia climática. Quien menos está contaminando en el ambiente es quien más está sufriendo las consecuencias del mismo. Soy el responsable de los proyectos de Senegal, estuve en noviembre en la ciudad de San Luis, unos barrios que están al lado del océano Atlántico que está subiendo por el cambio climático. Esta gente se ha tenido que ir de sus casas. Ahora estamos haciendo un estudio sobre el impacto del cambio climático en esa zona para demostrar cómo afecta porque las olas de calor ahí no se computan y la gente se muere pero no se sabe que ha sido por olas de calor; hay más enfermedades infecciosas porque se generan más reservorios para los insectos que transmiten enfermedades como la malaria o el dengue. En la zona interior, con las sequías, los alimentos tienen menos propiedades nutricionales y se favorece la desnutrición. Hay muchos efectos a nivel de salud y las migraciones climáticas que ahí tenemos que hablar de la salud mental que es normalmente invisible. Son muchos los problemas de salud por el cambio climático.
Países desarrollados
-¿Qué papel tienen los países más desarrollados?
-Allí son los efectos, pero aquí son las causas. Por mucho que yo intente mejorar el sistema sanitario allí, hacer que esté más preparado para afrontar esas cosas con formación -porque todo este estudio lo que pretendemos es que nos dé unas pautas para el Ministerio de Sanidad y para las organizaciones que trabajamos en la zona de cómo hacer el trabajo-, aunque lo mejoremos, si sigue subiendo el agua, no podemos hacer nada. ¿Dónde se está contaminando? Pues aquí, tenemos que ver que nuestras acciones tienen consecuencias no solo aquí sino en todo el mundo.
-¿Cuáles serían esas acciones que se pueden hacer para disminuir los efectos?
-Se podría intentar hacer un sistema sanitario de 0 emisiones. En los países donde trabajamos de momento no, no les puedes decir que no tengan una ambulancia porque no tienen otra opción, pero aquí podemos tener un sistema de 0 emisiones. El Reino Unido ya tiene un plan muy establecido y en 2035 seguramente va a tener un sistema sanitario de 0 emisiones. Si todos los sistemas sanitarios del mundo los uniéramos en un país sería el quinto país que más emisiones de gases de efecto invernadero producen en la Tierra. Los sistemas sanitarios tenemos una responsabilidad de evitar que contribuyamos tanto al cambio climático.
-¿Todo el mundo se puede implicar?
-Cada persona somos responsables. En este curso vamos a intentar que la gente vea que puede analizar cuál es su coste climático y cómo puede mejorarlo. Luego las instituciones, tenemos que presionar. No es lógico que los combustibles sólidos estén subvencionados. Tenemos que ir mucho más deprisa de lo que los países se están comprometiendo a un mundo a cero emisiones porque las consecuencias que ahora están teniendo en estos países hay que tener en cuenta que son globales y las vamos a tener en todo el mundo. Luego nos echaremos las manos a la cabeza, cuando no podamos ir para atrás. Aún podemos hacer algo y lo que tenemos que hacer es concienciar a la gente de que no es un problema para dentro de mil años. Posiblemente dentro de diez, quince o veinte años estemos viendo muchas consecuencias que nos van a afectar a todas las personas. Tenemos que tener una conciencia de la urgencia, de no dejar las cosas para más tarde sino de hacerlas ya.
-¿Eso ha pasado durante muchos años y ya ha llegado?
-Hay proyecciones que son muy pesimistas diciendo que dentro de poco ya no vamos a poder revertir. Yo creo que siempre va a haber oportunidad. Estamos hablando de estimaciones, pero sí que es verdad que tenemos que hacer cosas. Este curso es para que la gente se vaya concienciando y ojalá las personas que vayan a este curso sean también difusoras de ese conocimiento para que entre todos no dejemos a nuestros hijos un mundo que luego nos miren y nos digan: “¿Por qué no habéis hecho nada?”.