Ángel Leiva, miembro de la sociedad micológica Caesaraugusta y ponente en la Feria de Beceite: "Hay que tener cierto orden para buscar setas, pero no sé si los permisos son la mejor fórmula"

Ángel Leiva es miembro de la Sociedad Micológica Caesaraugusta de Zaragoza y el domingo 23 de octubre ofrecerá una charla en Beceite, en el marco de la Feria dels Bolets, que lleva por título Las setas en el otoño aragonés.

-¿Que setas podemos encontrar en el Matarraña?
-Lo mismo que en la mayoría de los sitios, aunque en esta zona hay una seta que le tienen especial simpatía, bolet de bestiar, es un tricoloma, una seta que para ellos es muy buena, pero a nivel general casi nadie las coge. Ellos tienen la tradición y la recogen y la guisan, en cuestión de gustos no hay nada escrito. También se recogen los típicos rebollones, boletos, como el edulis, y hay trompetillas y llaneras.

-¿Hay cultura micológica en el Matarraña?
-En general en Aragón la cultura micológica ha subido muchísimo, antes es verdad que Cataluña y País Vasco se llevaban la palma en conocimiento de las setas, pero ya se tiene bastante cultura a nivel nacional y han surgido muchas asociaciones especializadas y con mucha tradición. Esto de las setas ha ido en progresión geométrica, cuanta más gente sale, más personas se suman, es una afición muy bonita y llega un momento que lo de menos es consumir, lo bonito es salir, muchas veces las regalas.

-Lleva tres años participando en la Feria dels Bolets de Beceite pero, ¿de dónde viene su pasión por la micología?
-Empecé en el año 1980, como aficionado.

-¿Cómo ha evolucionado la micología desde esa década de los 80 hasta la actualidad?
-En los años en los que yo empecé y en esos 90 y 2000 te daba igual ir a un sitio que otro porque había en todos los sitios, otra cosa es que buscaras un tipo u otro, que buscaba un hábitat u otro. Siempre recuerdo lleva las botas mojadas y ahora vas al monte y no te mojas ni las botas. Una de las mejores primaveras de setas fue la de 2020, pero estábamos confinados y no podíamos salir.

-¿Es Teruel un buen lugar para los buscadores de setas?
-Teruel es una gran provincia desde el punto de vista micológico, es una provincia que está muy bien para las setas, es un recurso que hay que potenciar y poner en valor.

-¿El hecho de estar tan cerca de Cataluña, donde hay tanta afición, es una oportunidad para el Matarraña?
-Sí, son muy aficionados a salir al monte para buscar setas, además el Matarraña es un buen sitio a nivel turístico.

Aprovechamientos acotados

-¿Qué opina de los aprovechamientos acotados?
-Yo entiendo que hay que tener cierto orden, no se puede permitir que arrasen el monten, pero dudo que con eso se consiga, te venden todos los permisos que se demandan, sin evitar la masificación. Por lo que parece, venden todo lo que pueden para sacar todo el dinero posible. Pero algo sí que es necesario para poner cierto orden, pero no sé si los permisos son la mejor fórmula. Es curioso que en algunos lugares solo los venden en otoño, pero los carteles siguen todo el año. Además, en muchos sitios tienes que sacarlo por internet. Antes no había problema para buscar, íbamos cuatro, ahora está mucho más masificado, lo que pasa es que ves que en los aprovecharemos venden todos los pases que piden. No sé en qué invierten ese dinero, que por otro lado tampoco creo que saquen tanto, porque si tienen que pagar personal…. Si repercute en beneficio de los pueblos me parece muy bien, pero tengo dudas de que repercuta mucho.

-¿Las ferias y jornadas son una buena forma para acercar la micología a los particulares?
-Sí,  creo que sí, que vean las setas está bien.

-¿Cree que hay desconocimiento en cuanto a las comestibles o no?
-Creo que sí, la gran mayoría de la gente solo van a buscar las setas que conocen, la seta de cardo, el rebollón, el boleto y poco más, solo lo que ellos conocen, igual tienes una exposición con 150 setas y al final van a las que conocen. Hay muchas setas y e importante enseñar a clasificarlas e identificarlas, en las jornadas la gente pide explicaciones, que es algo muy interesante. Una exposición si solo la pones no tiene mucho sentido, tienes que estar ahí para responder a preguntas, estar pendiente y la gente lo agradece mucho.

-¿En Zaragoza hay mucha afición?
-Llegué a Zaragoza en el año 1986 desde el País Vasco, donde había una gran afición, en Zaragoza no había absolutamente nada, luego ya nos juntamos unos cuantos y empezamos a salir y hacer grupo, en el 90 fundamos la micológica y el número de aficionados ha subido exponencialmente, como en todos los lugares de España. En el año 90 fundamos el grupo micológico Caesaraugusta, empezamos nueve personas y ahora hay 300 socios.