Andrea Iorga, agricultora de Lagueruela, en el Calendario Pioneras: "Las mujeres llevan años con el ganado y manejando el tractor, pero nadie se lo ha reconocido"

Andrea Iorga es la imagen del mes de julio del Calendario Pioneras de la Diputación de Teruel. Es el mes de la cosecha, y ella es agricultora en Lagueruela, aunque su historia va mucho más allá del campo, porque también es la alcaldesa de esta localidad desde las elecciones del pasado mes de mayo y, además, es de origen rumano, aunque lleva tantos años en España –dos décadas– que ya no tiene ni acento.

-¿Cómo llegó a Lagueruela?
-Hace cosa de 14 años me fui a vivir allí porque mi marido es de allí, al principio él iba y venía hasta Zaragoza, porque yo vivía allí, pero  al final me fui yo al pueblo.

-¿Cómo se ha adaptado a Lagueruela?
-Fenomenal, estoy mejor que en brazos.

-¿Por qué decidió trabajar en el sector agrario?
-Mi marido es agricultor y aquí hay pocas oportunidades de buscar otros trabajos, así que decidimos incorporarnos los dos a esta actividad y la verdad es que estamos muy contentos, dentro de lo que es la agricultura, con sus más y sus menos.

-Tienen también una empresa de escabechados, Laurel y Tomillo. ¿Cómo surgió este negocio?
-Pues un día de estos en la comida familiar, mi suegra siempre nos hacía conejo escabechado y mi cuñada propuso un día que podíamos hacer conejo y pollo y nos lanzamos.

-¿Tiene alguna vinculación familiar con la agricultura?
-Mi familia se dedicaba a la construcción y mi madre trabajaba en una fundición.

Conciliación

-¿Cómo lleva la conciliación?
-Es lo que peor llevo porque si no fuera por mi suegra y mi madre, que viene alguna temporada, sobre todo para el verano, no podría. En verano, cuando los niños tienen vacaciones, es también la época que más trabajo tenemos porque es la cosecha, y eso que ahora ya están criados ya  tienen 14 y 8 años, pero tampoco es plan de dejar en casa a la pequeña sola y marcharme.

-¿Eso sí es un problema a la hora de vivir en el medio rural turolense?
-Claro, no tienes con quién dejarlos, un servicio para que estén atendidos mientras trabajamos. Un autobús los recoge para ir al instituto y al colegio, que van a Calamocha, pero cuando llegan a casa te tienes que buscar la vida.

-Además es la alcaldesa de Lagueruela. ¿Cómo lleva ese labor añadida?
-La llevo, no es fácil, yo pensaba que sería más sencillo, pero me encuentro bastantes obstáculos, hay muchísimas cosas por hacer y el problema es que, al ser un pueblo pequeño, con 71 habitantes empadronados, no tenemos recursos financieros. Yo quiero hacer muchas cosas, pero dependo de unas subvenciones y, si el ayuntamiento no tiene liquidez, no puedo hacer nada porque no puedo optar a esa subvención  ya que primero la tiene que pagar el Ayuntamiento y al no tener liquidez la tengo que dejar pasar. Me gustaría hacer muchas cosas, pero no puedo.

-¿Cómo surge la participación en este calendario?
-Recibí una llamada de Vanessa Polo, la técnico de UPA (Unión de Pequeños Agricultores) y al principio no creía yo que tuviera que salir ahí, porque las mujeres en los pueblos siempre han echado una mano en casa y nadie las ha visto, no soy la primera que lo hago. Pero ahora me siento orgullosa, me da satisfacción decir que vengo de un país extranjero, estoy aquí y me hace mucha ilusión el reconocimiento que me dan.

En la sombra

-¿Cree que es importante que aparezca usted en ese calendario para dar visibilidad a esas mujeres que han realizado tareas agrícolas en la sombra?
-Las mujeres siempre han estado detrás de todas las explotaciones, he visto a mujeres que llevan años manejando el tractor, ayudando con la ganadería y la agricultura y nadie les ha dado el reconocimiento.

-¿Cree que puede ser un revulsivo para animar a las niñas a ocupar profesiones que, al menos a nivel de visibilidad, siempre han ejercido hombres?
-Yo creo que sí, las niñas son muy listas y a mi hija se lo digo todos los días, que no le pare nadie, que haga lo que quiera y lo que le haga feliz, que se sientas orgulloso de tu trabajo y vaya lo más a gusto posible a trabajar.

-¿Qué es lo más complicado de su profesión?
-Pues por ejemplo cuando se te rompe un apero, que me tengo que volver a casa y tengo que echar mano de mi marido. Hay cosas en las que me veo limitada por fuerza, hay cosas que sola no puedo hacer.

-¿Qué les parece a sus hijos que salga en el calendario?
-Están súper orgullosos de su madre, de hecho Ángela, la niña, lee toda la información de cada una de las mujeres que salen en el calendario.