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Piel a tiras Piel a tiras
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Isabel Marco
Existe una nueva moda que consiste en mostrar en redes sociales cuáles son las rutinas que cada persona tienen para cuidarse, una de ellas se refiere a las rutinas skin care, o lo que es lo mismo: rutina de cuidado facial (de nuevo palabras en inglés para sustituir a palabras en nuestro idioma, ya tengo tema para el próximo sábado). Si alguna vez os habéis detenido en ver alguna de estas rutinas, os habréis dado cuenta de que lo que sí que tienes que disponer, además de una buena cartera para productos cosméticos, es de mucho tiempo para poder llevarla a cabo, y yo… hay días que salgo de casa con un moño estilo despeinado, pero literalmente despeinado porque no me ha dado tiempo siquiera a cepillarme el pelo cuando el reloj ya me empuja por la puerta.

Lo peor de esta nueva moda es que está llegando también a público muy joven y fundamentalmente femenino. Así, se están viendo vídeos de gente muy joven, apenas de 10 años, enseñando en redes sociales su rutina facial, qué cremas utilizan y hasta los “peelings” que se hacen. En numerosas ocasiones, los productos que utilizan no son adecuados para su piel, en muchos casos esos productos son peligrosos y pueden producirles quemaduras, dermatitis o acné. Los famosos “peelings”, por ejemplo, no son beneficiosos, si me apuras, para ningún tipo de piel, pues eliminan la barrera protectora natural realizando una abrasión.

Además, algunos productos contienen ingredientes que no son aptos para pieles tan jóvenes como el retinol, el ácido hialurónico o el colágeno. Para que nos hagamos una idea, el colágeno no lo necesitaría nuestra piel hasta los veinticinco años; como mucho, las pieles jóvenes se deben lavar con un jabón suave o solo con agua y emplear, en todo caso, cremas fotoprotectoras, nada más. Y lo mismo para los niños, que como siempre se les pone el foco en las niñas, para estar guapas, para no envejecer y ese larguísimo etcétera del que ya estamos hasta el moño. Es muy impactante que niñas de once y trece años vayan a tiendas de productos cosméticos a comprar cremas antiarrugas, la sociedad nos está haciendo mucho daño, no nos damos cuenta de cómo esclaviza todo esto y de cómo perjudica a la mentalidad de las niñas y adolescentes a las que se les está diciendo constantemente que para estar bien, para ser socialmente aceptadas necesitan todas esas rutinas.

Quitarse tiempo de sueño para la rutina facial y el posterior maquillaje para ir a clase, no es algo positivo para ningún nivel de desarrollo, ni el físico ni el mental y no, la respuesta no es: Si eso le ayuda a tener mejor autoestima…- No, lo que hace eso es empeorar el autoestima cada vez más, cubre con potingues problemas acuciantes y crecientes. Las redes sociales les empujan a eso, les bombardean con ese tipo de información que cada vez alerta más a profesionales de los trastornos de la conducta alimentaria y autoestima corporal, las redes sociales son una puerta abierta al consumismo y a los problemas de autoimagen, puerta que es muy fácil atravesar para entrar, pero muy complicada encontrarla para salir.

Pensemos por un momento la de veces que nosotras, las personas adultas, hemos caído en la compra de artículos que nos han vendido metiéndonoslos por los ojos y que han acabado siendo un ¨pingo ¨ más en casa, nosotras que tenemos, se supone, capacidad crítica para discernir sobre si ese producto es necesario para nosotras o no. Pues si el mercado nos la ha colado a nosotras, ¿cómo no se la va a colar a niñas y adolescentes? Les crea una necesidad que no es real y la presión de las redes sociales se encarga de hacer el resto.

La mayoría de las empresas cosméticas emplean alrededor del 50% de su presupuesto en campañas de marketing en las que contratan a influencers que se dirigen mayoritariamente a este público femenino y muy joven al que le roban tiempo de niñez para hacerlas cuanto antes mujeres preocupadas solamente por mantener bien su físico. Solamente conozco a una empresa británica, Lush, que cerró sus cuentas de redes sociales para proteger la salud mental del público joven que se acercaba a la marca a través de ellas, las demás prefieren aumentar sus beneficios. Qué mas da que se quemen  la piel, después venderán maquillaje para tapar las quemaduras.