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Isabel Marco
Hoy en día todo el mundo ha oído hablar de las estafas piramidales y lo que ellas suponen: prometen hacerte una persona sumamente rica con una pequeña (o no tan pequeña inversión) y captando nuevos inversores que a su vez invierten y reclutarán a más y así, se forma una estructura de pirámide cuya cúspide está ocupada por el creador de la estafa y cuya base son las nuevas personas reclutadas. A primera vista todo parece legal, el problema es que cada nueva persona inversora tiene que pagar al jefe unas cuotas por unos productos que después tiene que vender y una cuota mensual, por lo que los beneficios obtenidos son muy bajos o no los hay; por eso el jefe ofrece la posibilidad de compensar captando nuevas personas, que pagarán las cuotas a los primeros participantes. Y aquí es donde surge el problema porque finalmente se deja de vender el producto y solo se piensa en reclutar a más personas que paguen esa cuota y vendan el producto, de esta manera se piensa que se están subiendo escalafones en la pirámide.

Ahora imaginad que lo que se pone en juego es la ilusión y el crecimiento personal, con el fin último de ganar mucho dinero. Es lo que está haciendo el Tiktoker y gurú Lladós. Este hombre promete hacerte rico como él: vive en una mansión, tiene no sé cuántos coches de alta gama, gana miles de euros… y ¿cómo promete que puedes llegar a hacerte con ese capital? Pues muy sencillo, pagando sus cursos en los que te va a enseñar a hacerte una persona de provecho. En estos cursos, este hombre se erige como el gurú de las finanzas y promete a los participantes alcanzar el éxito económico y personal y centra la valía en la riqueza. A los cursos se puede acceder desde los 100 euros, con ellos tienes entrenamientos y clases en las que se te enseña a vender como él, te enseña hábitos del triunfador… También hay eventos de mil euros y más, otras categorías superiores con encuentros, etc. Y así, vendiendo los cursos del coach, haciendo más afiliados a su pirámide se supone que vas ganando dinero. Pero la realidad es que es un peligroso sistema piramidal en el que además, este coach utiliza estrategias que, según varias fuentes, son las mismas que usan las sectas. Una de esas características es que promueve la idolatría hacia su persona, él es el número uno. De hecho, en vídeos de sus clases, llama inútiles de manera sistemática a los afiliados, muchos jóvenes han gastado todos sus ahorros y también sus recursos emocionales en busca del éxito que les promete Lladós: un físico de infarto con sus entrenamientos, un cambio de mentalidad gracias a sus consejos, cambiar de vida y ser personas ricas como él. En su programa también hay inscritas personas menores de edad que ha persuadido para invertir en sus programas con retornos financieros que nunca se materializan.

Muchos de estos seguidores se alejan de su entorno familiar y de amigos para seguir a este gurú, les dice que desde el exterior les van a intentar convencer de que no deben seguirle, pero que tienen que resistir y continuar para lograr el éxito, que si no lo han conseguido es que todavía tienen que trabajar más duro. Lo más increíble de todo esto, es que los últimos vídeos que circulan por redes, son de niños y niñas con camisetas de Lladós, desfilando como si de una marcha militar se tratase y cantando alabanzas a este señor. Está usando a los menores como estrategia de marketing y reclutándolos en un sistema que se acerca más a lo sectario que lo financiero. Mucho cuidado con este tipo, y los que saldrán de debajo de las piedras para convencerte de que te puedes hacer rico haciendo burpees.