No puedo imaginar lo que estarán pasando todas las personas afectadas por la DANA. Jamás me he visto en una situación similar. Tan solo puedo acercarme a esas sensaciones un día que creí que iba a morir calcinada, pero eso es otra historia. Lo que quiero decir es que no tengo la forma de ponerme en la piel de toda esa gente que lo ha perdido todo, su coche, su hogar, su familia o incluso su propia vida. Las personas que han sobrevivido deben de estar superadas, bloqueadas, su mente tendrá puesto el modo de supervivencia que anula todos los sentimientos para poder funcionar y sobrevivir. Por eso vemos imágenes de las personas que acaban de perderlo todo, que tienen que rehacer su vida por completo, y parece que no están hablando de ellas mismas, están con una entereza incomprensible para la desgracia que les ha sobrevenido.
Las víctimas se cuentan por centenares y la impotencia es total. Es muy complicado asimilar todo lo que están pasando, es complicado cuando no estás allí, así que no quiero imaginar lo profundamente heridas que estarán todas esas personas que han sobrevivido, que van a tener presente esta pesadilla para toda su vida, un hecho que va a marcar un antes y un después en absolutamente todo lo que venga a partir de ahora.
Es muy difícil de creer que en tan solo unas horas pueda caer toda la lluvia que suele precipitarse en un año, es complejo entender que un elemento que es vital pueda ser también devastador, cómo todo en medidas absolutamente desfasadas puede crear los mayores desastres y destrozos que se puedan imaginar. En el recuerdo colectivo acaba de borrarse la catástrofe sufrida en Biescas de 1996, ahora recordaremos la DANA de 2024.
Muchas personas están llorando y pesando en un futuro devastado, se preguntarán "¿por qué a mí"?, sabiendo a la vez que el motivo es únicamente geográfico. Otras muchas estarán pensando al mismo tiempo, que salvaron sus vidas por minutos al decidir no viajar o por decidir estar en el piso más alto en lugar de en el garaje, o tal vez llegaban tarde a trabajar y eso les salvó la vida.
Se ha hablado de que si las zonas afectadas eran zonas inundables y que por eso han sufrido tanto las consecuencias del temporal, no sé si eso será motivo para buscar responsables, no sé ni siquiera si eso es cierto. Lo que sí es cierto es la creciente frecuencia de las DANAs y la intensificación de las lluvias asociadas a ellas. Según los científicos y expertos en meteorología, el crecimiento de estos fenómenos naturales está estrechamente ligado al cambio climático. Está demostrado que los mares y océanos han sufrido un aumento de su temperatura media a nivel global, un aumento que es progresivo a día de hoy. Este hecho facilita que se den las condiciones adecuadas para que haya más energía y la humedad necesaria para que se dé una depresión aislada en niveles altos más potente que antes. Es más, cada vez se producen mayor número de fenómenos de este tipo porque nuestro clima se va calentando, es una de los muchas consecuencias del calentamiento global de nuestro planeta. Si bien es cierto que estos fenómenos atmosféricos ya sucedían antes, se están volviendo más habituales y más atroces.
Tenemos el corazón roto por todo lo que está pasando, nos estamos movilizando para poder mandar toda la ayuda necesaria, queremos que nuestra ayuda llegue cuanto antes y que las personas afectadas puedan, en la medida de lo posible, estabilizar su situación para poder iniciar su nuevo ciclo de vida.
Nos encantaría poder abrazaros a todas, os abrazamos muy fuerte.