Imágenes del primer derbi de la temporada entre calamochinos y utrillenses. Javier Escriche
Unos renovados Utrillas y Calamocha afrontan en La Vega el segundo derbi
Desde el primer enfrentamiento ambos equipos han experimentado variaciones importantes
Utrillas y Calamocha. Calamocha y Utrillas. Dos equipos que se conocen bien y que este fin de semana volverán a verse las caras. Esta vez, en La Vega. No obstante, en esta ocasión, la situación es diferente. Los equipos que se enfrentaron en octubre en el primer derbi que trajo la presente temporada poco tienen que ver con los equipos que se van a enfrentar el próximo domingo en la localidad minera, y es que ambos conjuntos han vivido cambios importantes en sus filas que han supuesto una reestructuración importante, lo que, prácticamente, convierte el choque del fin de semana en un partido completamente diferente al que se vivió en Jumaya.
De los dos, el combinado que más cambios ha experimentado es el calamochino, sin embargo, pese a que en Utrillas los movimientos han sido menores, el calado de estas transacciones hace que también supongan una reestructuración importante.
La primera variación llegó en el bando de los de Jiloca y no fue cualquier cosa. Tras nueve jornadas sin conocer la victoria, el destino quiso darle a Sergio Lagunas una segunda oportunidad para resolver el desaguisado de la campaña anterior. Así, Humberto Arto fue sustituido por Lagunas, que llegó con un único propósito: afianzar una dinámica positiva que los sacara de los puestos de descenso para llegar al parón de Navidad sin el cinturón apretado. Un objetivo que Lagunas consiguió, pues, en sus tres primeros partidos, logró cosechar dos victorias que lo elevaron hasta la undécima posición para llegar al parón lejos del descenso. Una posición en la que se mantiene hoy en día, aunque todavía peligra su situación, pues solo restan tres puntos con el descenso.
La llegada de Lagunas trajo consigo un aluvión de movimientos que supusieron un lavado de cara para el conjunto calamochino. La primera línea que reforzó Sergio Lagunas, en su segundo capítulo en el club de Jiloca, fue la de la zaga. En este sentido, los de Jumaya se hicieron con los servicios de Alejandro Tenorio, un defensa con posibilidad de jugar de lateral y bastante proyección ofensiva proveniente del San Gregorio Arrabal. Tenorio debutó por primera vez en Tercera RFEF en un partido complicado ante el entonces líder de la clasificación, el Robres. No estuvo demasiado participativo, pero no falló. Al termino del encuentro Sergio Lagunas le dedicó unas palabras: “Lleva dos días con nosotros y ha estado a la altura de todos. Su primera vez en tercera y no se ha notado, excepto alguna cosilla táctica y técnica que solo vemos nosotros”.
El siguiente en incorporarse fue Juan Pelegrín. Su llegada al club significó una oportunidad de oro para debutar en el fútbol semiprofesional de la mano de los de Jiloca. Pelegrín debutó en la derrota del Calamocha ante el Tamarite con la que los de Sergio Lagunas despidieron el año. Partió desde el banquillo y ofreció un buen juego aéreo y contundencia con el balón, pero no fue suficiente para darle la vuelta al marcador.
A continuación, ante el hecho oficioso de la salida de Dela, los calamochinos se hicieron con los servicios de David Antero Da Silva, un joven lateral de 19 años que jugó a un gran nivel durante la temporada pasada en el CD Ebro y, en la presente temporada, debutó con el Robres en la Tercera Federación, donde llegó a jugar un total de 139 minutos divididos en tres partidos, dos de ellos como titular.
Por último, el conjunto del Jiloca firmó la llegada de un nuevo portero, Adrián Miralles, tras la petición de salida de Alejo Amigot, quien no había contado con demasiado protagonismo, y la llegada de Pablo Puente, un extremo de 19 años procedente del Sariñena.
En el bando minero las alteraciones no han sido tan numerosas, pero sí significativas. Sin ir más lejos, a finales de enero el club se vio sorprendido por la salida de dos de sus referencias ofensivas.
El primero en llegar fue Leandro Torres Tatín, procedente del CD Teruel. Tras no contar con demasiadas opciones en el cuadro rojillo, el jugador llegó a Utrillas con la intención de ser un hombre importante en el juego ofensivo del equipo minero. Desde su llegada, el jugador ha ido contando cada vez con más minutos hasta llegar a convertirse en una buena baza del ataque utrillense, y más aún con la salida de Paki y Monteiro.
A finales de enero el club se vio azotado por una terrible noticia, y es que dos de los pilares del juego ofensivo utrillense, Paki y Monteiro, decidieron poner fin a su etapa en La Vega. La goleada encajada ante Binéfar no vino sola, pues al final del encuentro fue cuando ambos jugadores decidieron comunicar su salida del club. Una noticia que cayó como un jarro de agua fría y que obligó al club a trabajar a contrarreloj para cubrir la gran baja en la punta de lanza minera.
En este sentido, el Utrillas firmó a Aritz Hernández, un delantero de Guipúzcoa de 25 años, procedente del CD San Fernando, que había disputado competiciones importantes, así como la Conference League en 2021, y que destacaba precisamente por algo muy necesario en Utrillas, su capacidad goleadora. Por el momento, el jugador no ha contado con demasiados minutos para demostrar su valía, pero en el seno de la entidad minera confían en que pueda convertirse en la nueva referencia ofensiva.
Así pues, con todas estas operaciones, ambos equipos se presentan en el segundo derbi de la temporada con renovaciones importantes, que alteran sustancialmente sus estructuras. Una metamorfosis con la que los dos equipos esperan también poder producir cambios en el resultado que acabó en empate en el primer careo entre ambos contendientes.
De los dos, el combinado que más cambios ha experimentado es el calamochino, sin embargo, pese a que en Utrillas los movimientos han sido menores, el calado de estas transacciones hace que también supongan una reestructuración importante.
La primera variación llegó en el bando de los de Jiloca y no fue cualquier cosa. Tras nueve jornadas sin conocer la victoria, el destino quiso darle a Sergio Lagunas una segunda oportunidad para resolver el desaguisado de la campaña anterior. Así, Humberto Arto fue sustituido por Lagunas, que llegó con un único propósito: afianzar una dinámica positiva que los sacara de los puestos de descenso para llegar al parón de Navidad sin el cinturón apretado. Un objetivo que Lagunas consiguió, pues, en sus tres primeros partidos, logró cosechar dos victorias que lo elevaron hasta la undécima posición para llegar al parón lejos del descenso. Una posición en la que se mantiene hoy en día, aunque todavía peligra su situación, pues solo restan tres puntos con el descenso.
La llegada de Lagunas trajo consigo un aluvión de movimientos que supusieron un lavado de cara para el conjunto calamochino. La primera línea que reforzó Sergio Lagunas, en su segundo capítulo en el club de Jiloca, fue la de la zaga. En este sentido, los de Jumaya se hicieron con los servicios de Alejandro Tenorio, un defensa con posibilidad de jugar de lateral y bastante proyección ofensiva proveniente del San Gregorio Arrabal. Tenorio debutó por primera vez en Tercera RFEF en un partido complicado ante el entonces líder de la clasificación, el Robres. No estuvo demasiado participativo, pero no falló. Al termino del encuentro Sergio Lagunas le dedicó unas palabras: “Lleva dos días con nosotros y ha estado a la altura de todos. Su primera vez en tercera y no se ha notado, excepto alguna cosilla táctica y técnica que solo vemos nosotros”.
El siguiente en incorporarse fue Juan Pelegrín. Su llegada al club significó una oportunidad de oro para debutar en el fútbol semiprofesional de la mano de los de Jiloca. Pelegrín debutó en la derrota del Calamocha ante el Tamarite con la que los de Sergio Lagunas despidieron el año. Partió desde el banquillo y ofreció un buen juego aéreo y contundencia con el balón, pero no fue suficiente para darle la vuelta al marcador.
A continuación, ante el hecho oficioso de la salida de Dela, los calamochinos se hicieron con los servicios de David Antero Da Silva, un joven lateral de 19 años que jugó a un gran nivel durante la temporada pasada en el CD Ebro y, en la presente temporada, debutó con el Robres en la Tercera Federación, donde llegó a jugar un total de 139 minutos divididos en tres partidos, dos de ellos como titular.
Por último, el conjunto del Jiloca firmó la llegada de un nuevo portero, Adrián Miralles, tras la petición de salida de Alejo Amigot, quien no había contado con demasiado protagonismo, y la llegada de Pablo Puente, un extremo de 19 años procedente del Sariñena.
En el bando minero las alteraciones no han sido tan numerosas, pero sí significativas. Sin ir más lejos, a finales de enero el club se vio sorprendido por la salida de dos de sus referencias ofensivas.
El primero en llegar fue Leandro Torres Tatín, procedente del CD Teruel. Tras no contar con demasiadas opciones en el cuadro rojillo, el jugador llegó a Utrillas con la intención de ser un hombre importante en el juego ofensivo del equipo minero. Desde su llegada, el jugador ha ido contando cada vez con más minutos hasta llegar a convertirse en una buena baza del ataque utrillense, y más aún con la salida de Paki y Monteiro.
A finales de enero el club se vio azotado por una terrible noticia, y es que dos de los pilares del juego ofensivo utrillense, Paki y Monteiro, decidieron poner fin a su etapa en La Vega. La goleada encajada ante Binéfar no vino sola, pues al final del encuentro fue cuando ambos jugadores decidieron comunicar su salida del club. Una noticia que cayó como un jarro de agua fría y que obligó al club a trabajar a contrarreloj para cubrir la gran baja en la punta de lanza minera.
En este sentido, el Utrillas firmó a Aritz Hernández, un delantero de Guipúzcoa de 25 años, procedente del CD San Fernando, que había disputado competiciones importantes, así como la Conference League en 2021, y que destacaba precisamente por algo muy necesario en Utrillas, su capacidad goleadora. Por el momento, el jugador no ha contado con demasiados minutos para demostrar su valía, pero en el seno de la entidad minera confían en que pueda convertirse en la nueva referencia ofensiva.
Así pues, con todas estas operaciones, ambos equipos se presentan en el segundo derbi de la temporada con renovaciones importantes, que alteran sustancialmente sus estructuras. Una metamorfosis con la que los dos equipos esperan también poder producir cambios en el resultado que acabó en empate en el primer careo entre ambos contendientes.
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