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Unai Calavia, el Zamora del grupo XVII de la Tercera RFEF Unai Calavia, el Zamora del grupo XVII de la Tercera RFEF
Unai Calavia lleno de barro después de esforzarse para realizar una gran parada

Unai Calavia, el Zamora del grupo XVII de la Tercera RFEF

El calamochino es el guardameta menos goleado de esta temporada
El Calamocha CF cerró este fin de semana una temporada en la que le ha tocado vivir de todo, pero en la que, finalmente, pudo comer perdices, ya que consiguieron su objetivo principal de la permanencia en la Tercera RFEF. Un gran culpable de que esto sucediera tiene nombre y apellidos. Se trata de Unai Calavia, el portero del Calamocha que tantas veces ha salvado al equipo y lo ha sujetado a base de paradas. Buena prueba de ello son las estadísticas que lo avalan y es que el guardameta calamochino se ha erigido como el portero menos goleado del grupo XVII de la Tercera RFEF. 

En el mundo del fútbol, el portero es una demarcación poco reconocida. Pocos niños quieren serlo cuando inician sus carreras deportivas, de hecho, el propio Unai no tenía en mente serlo, ya que, como todo infante, hizo las pruebas para ser delantero. Él también quería brillar por los goles que anotaba, sin embargo, caprichos de la vida, Calavia empezó a brillar por los goles que detenía. 
De esta manera, poco a poco el arquero se fue forjando un nombre bajo palos, lo que le hizo pasar por numerosos equipos de gran prestigio en el fútbol aragonés y nacional, y recalar en última instancia en el Calamocha. Equipo en el que actualmente defiende la portería y en el que, en tan solo un año, se ha convertido en uno de los pesos pesados del vestuario, además de ser una de las piezas clave en los resultado deportivos, y es que, en los veintiséis partidos que ha disputado Unai Calavia, únicamente ha concedido 20 tantos a sus rivales, lo que deja un coeficiente de 0,77 goles por partido, es decir, es más fácil que Calavia pare un balón que encaje un gol. Por detrás del portero calamochino se sitúan para completar el podio el excalamochino y actual meta del Almudévar, Albero, con 23 goles encajados en 26 partidos y un coeficiente de 0, 88 goles por partido; y el portero del CF Épila, Aaron, quien recibió 26 goles en 26 partidos y obtuvo un coeficiente de un gol por partido.
Sin duda, todo un premio al esfuerzo y al trabajo de Unai Calavia, quien se muestra satisfecho por el reconocimiento individual obtenido, pero quien, en un ejercicio de humildad, también se acuerda de todos aquellos que le han ayudado a lograrlo: “Congratula este reconocimiento, no es una cosa que sea fácil, pero no hablaría bien de mí si no me acordase de mis compañeros porque al final el conjunto es lo que ha hecho que sea el portero menos goleado. No solo soy yo el partícipe, sino todo el bloque defensivo. Desde el delantero hasta mí, que estoy en la portería, es mérito de todos”, indicó el propio Calavia al respecto. 

En este sentido, lo cierto es que el Calamocha ha demostrado su gran fortaleza defensiva a lo largo de la temporada. Su capacidad para mantener las líneas muy juntas y su gran orden dentro del terreno de juego han sido un verdadero quebradero de cabeza para sus rivales, sobre todo en casa, donde ha sido capaz de doblegar a equipos de gran prestigio así como el Robres, el actual campeón del grupo aragonés de la Tercera RFEF, o el Huesca B, quien estuvo lidiando precisamente con el Robres por el campeonato.  

Así pues, en la presente campaña, sobre todo en la segunda parte de la temporada, los calamochinos han demostrado que el férreo bloque defensivo sumado a las habilidades bajo palos de Unai Calavia son la receta secreta para volver locos a sus rivales en cualquier escenario y que no los puedan vencer. 

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