Tercer triunfo seguido del Atlético Teruel, que se encarama a la cuarta posición

El síntoma más evidente de que el Atlético Teruel es un adversario temido y respetado en la Preferente aragonesa se vio ayer en el Federativo, en la octava fecha de una Preferente que enfrentaba a los rojiblancos ante uno de los que se presumen favoritos, el recién descendido Borja. Lejos de acudir con ínfulas, los vinateros colocaron defensa de cinco, cemento y hormigón para tratar de contener la ofensiva inicial local; gusta el Atlético de empezar sus partidos con goles rápidos, y lo detectó el once visitante.

Así que le costó un poco más al Atlético meter esa marcha adicional que le sirve para ponerse en ventaja. En concreto, esta vez, quince minutos más, porque el primero de los turolenses llegó a la media hora, a cargo de Nico López; se reparte bien la suerte de la anotación en la plantilla atlética, y a lomos de ese primer tanto el equipo desbarató el plan borjano y se aposentó bien hasta el descanso con la ventaja obtenida. Tanto es así, que el Borja realizó un triple cambio para la reanudación, deshizo su planteamiento inicial y buscó el empate.

Tuvo suerte y acierto rápido en ese empeño, también la calidad que atesora un viejo rockero como Diego Puig, que cazó la igualada sin haberse cumplido los diez de la segunda mitad. Sin embargo, lejos de venirse abajo, los de Víctor Navarro ajustaron líneas y orden colectivo para afrontar con buen ánimo y correcto desempeño una media hora final que trajo emociones y opciones para ambos. Movió el banquillo el cuadro local a falta de un cuarto de hora, y así llegó el tanto del triunfo de Úbeda a diez para el final que dejaba los puntos en casa, tercera victoria consecutiva para un Atlético al que hay que buscar bien arriba en la tabla.

Son en concreto cuartos los turolenses, con quince puntos, cuatro triunfos, tres empates y apenas una derrota que conforma una inmejorable trayectoria inicial para el Atlético. El siguiente partido es un partidazo, de nuevo en casa, en el Federativo, ante un Alcañiz que también logró el triunfo ayer y que asegura un enfrentamiento más que entretenido entre dos equipos de crecida.

El Cella se queda cerca de su primer triunfo ante el Magallón

El CD Cella obtuvo ayer su tercer empate del curso, un punto más que permite a los celestes abandonar el farolillo rojo de la competición y dejar la permanencia a cuatro puntos de distancia. Lo pelearon los locales ante un Magallón que demostró oficio y solvencia en la zaga, que también trató de amenazar, pero que finalmente debió aguantar las acometidas finales de un Cella que tuvo ayer su primera oportunidad real para inaugurar su casillero de victorias. Un refuerzo para el trabajo del equipo en una temporada difícil en la que, por fortuna, el objetivo de la salvación está todavía al alcance de la mano y con posibilidades reales.