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Roberto y Javier Royo-Villanova siguen al frente del Raid de Alcañiz Roberto y Javier Royo-Villanova siguen al frente del Raid de Alcañiz
Todo un veterano de las pistas y las carreteras, este modelo de 600 adaptado para el Raid Expo Motor Events

Roberto y Javier Royo-Villanova siguen al frente del Raid de Alcañiz

La prueba entra en su jornada final para cumplir 350 kilómetros de ruta puntuable
La segunda jornada de esta primera edición de Raid Autoclassic Ciudad de Alcañiz volvió a dejar ayer sensaciones y buen paladar para los aficionados al automovilismo de coches clásicos, que están pudiendo disfrutar con largas jornadas y recorridos por los parajes del Bajo Aragón con cerca de un centenar de vehículos de más de 25 años, a todo gas, en un día en el que se llegó hasta el Bajo Martín. La etapa del viernes deparó el liderazgo de Javier y Roberto Royo-Villanova, y la segunda jornada de ayer confirma a ambos como los favoritos para el primer cajón del podio final. 

Lideran con mano firme la puntuación y los metrajes en una disputada tabla cuyos primeros perseguidores son Jesús Bagüés y Pilar Gálvez. En tercera posición ruedan Sergio Gómez  e Isabel Castro, y a partir de ahí un grupo de pilotos todos ellos con puntuaciones en un pañuelo de tal manera que la lucha por el podium puede incumbir a conductores hasta el puesto décimo. Interesantes están siendo las etapas de esta primera edición del rally clásico alcañizano. 

En este segundo día de carrera, los inscritos en la prueba pasaron por paisajes singulares: en Alcañiz, por la Salada Grande y la ermita de San Miguel; y seguirán por una serie de caminos flanqueados por parajes llenos de minas, desfiladeros, desiertos y zonas boscosas, una gran variedad de enclaves para disfrutar; en la difusión y disfrute de las comarcas de esta zona turolense reside también el objetivo de esta prueba automovilística.

En torno a 90 vehículos clásicos en competición, alguna avería por el camino, un 600 del año 1962 aguantando en carrera y más de 20 mujeres en la competición ponen color y ambiente a este Raid AutoClassic Ciudad de Alcañiz, que entra, pues, en la jornada definitiva de hoy. De lo que se dirima en este último centenar largo de kilómetros que restan por disputar dependerá la clasificación final de la prueba.

Prueba a baja velocidad
El Raid es un recorrido en el que se circula a una velocidad inferior a los 50 kilómetros por hora y que tiene que cumplir con una serie de condicionantes, con un sistema de cronometraje basado en transponders instalados en los vehículos que toman los pasos por los controles de forma automática. Cada equipo está formado obligatoriamente por dos personas con una edad mínima de 14 años cumplidos, aunque piloto y navegante son completamente intercambiables siempre que ambos tengan carnet de conducir.

En esta prueba de Alcañiz se han admitido automóviles o camiones con cualquier tipo de tracción (delantera, trasera, 4x4, 6x6) con un mínimo de 25 años desde su fabricación. Y el evento ha llenado las plazas hoteleras de los establecimientos hoteleros de Alcañiz. Hay 500 plazas reservadas para los tres días en hoteles, Viviendas de Uso Turístico (VUT) y hostales, generando una amplia repercusión también entre los aficionados, deseosos de pasar buenas jornadas de motor e historia de la competición. 

Desde la organización se recuerda que los vehículos debían cumplir las normativas vigentes para su circulación por las vías públicas. Antes del inicio de la prueba, la organización efectuaba un control técnico y administrativo de los vehículos en el que se exigirá, como mínimo, Permiso de Circulación, ITV y Seguro Obligatorio del vehículo, así como el Permiso de Conducción del conductor. Los participantes extranjeros han acreditado la validez de su seguro y permiso de conducción en España. 

Y los vehículos van equipados con todas las medidas de seguridad exigidas para la competición raid, entre ellas un extintor de 2 kilos o dos extintores de 1 Kg. que deberán estar bien anclados en el coche y ser accesibles por los miembros del equipo en cualquier momento. Asimismo, llevan martillo de seguridad para rotura de lunas y corte de cinturones, en una medida de seguridad y control que garantiza que todos los participantes y los aficionados tengan que preocuparse únicamente por lo que sucede en las pistas y el recorrido.

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