Ritmos dispares de pretemporada en el CD Teruel

La paciente y progresiva reconstrucción llevada a cabo para esta temporada en la plantilla del primer equipo del CD Teruel deriva al final en una plantilla que se queda en la veintena de efectivos, más la aportación de los jóvenes Lucas Beltrán y Marc Vigara. La cifra, justo la calculada por la dirección deportiva del club al inicio de la pretemporada, confirma un grupo suficiente pero no demasiado extenso y, a la vista de lo que ha venido aconteciendo en este último mes, sometido a diversos imponderables, circunstancias propias del fútbol y del mercado de fichajes, que han deparado estados de forma diferenciados en los futbolistas.

Se observó en el primer partido liguero ante el Alavés B, en Campo Pinilla, donde jugadores como Parra o Caro debieron guardar reposo todavía, los centrales recién fichados aún debieron esperar para jugar, y ya se vio que el inquilino de la portería apunta a ser de nuevo Taliby, renovado in extremis y ya guardián del arco mudéjar con buen rendimiento en Logroño, aprovechando el tono físico aún no adquirido por Cortés. Así las cosas, los primeros onces del entrenador Unai Mendia se van viendo mediatizados por estos ritmos dispares en la preparación de pretemporada; de momento, hay un grupo que parte con ventaja.

Posible baja de Dufur

Hasta la fecha, la línea más fiable del CD Teruel está siendo la zaga. El domingo fue el central Cabetas el que se llevó la mejor calificación, y en Pinilla la semana anterior la matrícula de honor se la llevaba Dufur, lateral que está rindiendo como un jerarca en el centro de la zaga. A su alrededor, Val y Serrano crecen como laterales con buen desempeño. Hicieron todos buena pretemporada, y entran a la liga con alto nivel que, sin embargo, quizá se interrumpa en el caso del navarro, que tuvo que ser sustituido al descanso en Logroño con un golpe en el pie.

A falta de confirmar esa baja, ello obligaría a anticipar el vuelo y la forma del central Iván López, que ya disputó la segunda parte en Las Gaunas y que apunta a acompañar a Cabetas este domingo ante la UD Logroñés. Al madrileño se le ven buenas maneras, pero también dejó un par de lagunas que sintomatizan algo de falta de acoplamiento, como ocurrió precisamente en el gol riojano.

En el centro del campo, mejores noticias dentro de un bloque que brilla en esa zona. Fruniz y Caro están ya en disposición de compartir ancla, y Marí y Le Normand ya son capaces de llevar la manija creativa, aún ambos en crecimiento de tono físico. Parra se quedó atrás por molestias heredadas de pretemporada, y tuvo sus primeros minutos en Logroño; parece partir en cierta desventaja, pero su comparecencia coincidió con los mejores minutos del Teruel ante la SD, lo que confirma su progresión positiva.

Esperando mordiente arriba

Así las cosas, la zona del equipo a la que le pesa más el efecto del verano es la de ataque. Aquí Peru está empezando a funcionar después de pasar casi inédito la pretemporada a causa de unas molestias. Alomar y Moha deben engranarse aún con el resto del equipo, y Pelayo es una incógnita, llegado sobre la bocina y ausente en la convocatoria de Logroño tras su gol ante el Alavés B. Cervera y Febas, que sí han hecho pretemporada casi al completo, arrancan con puntos de forma algo más avanzados a la espera de que la amenaza arriba sea mayor que la mostrada por el equipo en estas dos primeras jornadas, sendos empates con poco gol.