Quedan siete por llegar aún

Sin que haya habido mucho margen para la digestión, entre olas de calor y noches de verano, se ha consumido ya la mitad de la pretemporada para el CD Teruel con la convicción de que la reconstrucción que se inició este verano tras el descenso desde Primera RFEF, el regreso a Segunda Federación, está todavía a mitad de camino, debe acelerarse en los próximos días. Y deberá hacerlo además con la llegada a la capital del Turia de no menos de siete nuevos jugadores de los cuales un porcentaje importante deberá tener vitola de titular.

Y en ello está la dirección deportiva del club, con al menos un par de perfiles defensivos en cartera. Está en camino la contratación de un central titular, el compañero de Edu Cabetas en el medio de la zaga para tener una dupla con presencia, experiencia y oficio. El amistoso del domingo en Pinilla ante el Lleida, con Cabetas de baja por molestias, obligó a Unai a colocar en esa posición a un lateral, Dufur, y un pivote, Fruniz, lo que implica que esa demarcación forma parte de la lista de refuerzos titulares pendientes. Uno vendrá seguro. No se descarta que sean hasta dos.

Centro del campo casi cerrado

Habrá novedades también en la posición de lateral, con la intención de que se duplique la oferta de efectivos tanto en derecha como en izquierda. Val, Roger y Dufur son fijos en esa posición, falta uno, y al menos uno llegará. No se espera tanto movimiento en las posiciones del centro del campo. Ensaya Unai Mendia con esquemas con doble pivote y con tres en ese eje, en función de cómo pretende que sea el comportamiento colectivo tanto en defensa como en ataque. Las pruebas van dejando entrever que Fruniz, Parra y Caro son elementos de garantías para esas posiciones. Al ex del Athletic le tocó probarse de central el domingo, algo puntual.

Y de los minutos que tuvo Le Normand se adivina un futbolista con capacidad asociativa, de mando y jerarquía, de asumir el balón y darle buen destino hacia el ataque. Precisa de días de preparación para coger tono físico, pero con su llegada y lo que deja ver es muy previsible que el centro del campo sea la línea que tenga más visos de quedar cerrada, quizá simplemente a la espera de alguna guinda en el final del mercado. Hay mimbres ahí, hasta el punto de que incluso podría salir el CD Teruel de Mendia con toda la lista de centrocampistas en momentos, partidos, escenarios determinados y medidos.

No juega a eso Mendia, de todos modos. Es de la escuela de Iraola, y eso significa que las bandas son sagradas en el ataque y en la defensa. Aquí tiene trabajo el CD Teruel. Han llegado futbolistas livianos y jóvenes, y el club apostará y hará un esfuerzo importante por la llegada de al menos dos nuevos atacantes de banda, versátiles y con más experiencia, que den con la tecla para surtir balones para Peru Ruiz; el vasco está entre algodones, ha empezado la temporada con molestias, pero se le adivinan condiciones de ariete diferencial. Ya dejó un buen gol en Tudela.

No descarta el club mudéjar que se le acompañe con otro delantero centro de similar perfil, aunque para un rol más secundario. Se confía en las prestaciones de Febas y Alomar para centrar su posición en ataque, aunque en Pinilla el domingo mostraron más condiciones para el juego asociativo que para la finalización en el área. Así pues, tres atrás, dos en las bandas, un ariete, y muy probablemente otro portero, serán los refuerzos mínimos que acometerá el CD Teruel en las tres semanas que quedan de mercado estival. Vendrán para ser titulares y completar una veintena de jugadores en el primer equipo. Alguno de los que están a prueba tiene posibilidades de quedarse. Esos serán los mimbres de Unai.
 

Palabra de entrenador

Los últimos ensayos del CD Teruel vienen mostrando algunos buenos minutos del equipo. Suelen tener que ver con un funcionamiento colectivo ordenado y coordinado, que se plasma luego en salidas rápidas de balón orientadas desde el centro del campo y dirigidas a espacios en banda o a la espalda de los centrales rivales. Así rozó el gol el equipo al menos tres o cuatro veces el domingo en Pinilla. Y así quiere Unai Mendia que el equipo se produzca sobre el campo.

Por desgracia, el entrenador detecta que esas fases siguen sin ser predominantes y, peor, cuando al equipo le toca defender, todavía no termina de ser un bloque compacto. Mendia confirma que hay que seguir trabajando mucho más, y mejorar en todos los aspectos del juego colectivo y técnico.