Cabetas remata un balón tras una falta lateral en la primera mitad. Javier Escriche
Practicidad y solvencia para conseguir el tercer triunfo consecutivo (1-0)
El CD Teruel se afianza en el liderazgo con un gol de Marc Manchón ante el Ibiza Islas Pitiusas
Ejercicio de solidez del CD Teruel para conseguir la tercera victoria consecutiva y mantenerse, una semana más, en lo alto de la tabla con cinco de diferencia. Tras un primer tiempo trabado, Marc Manchón convirtió el único tanto del encuentro con un disparo desde la frontal. El conjunto de Víctor Bravo volvió a ser práctico, aunque pudo golear de no ser por el meta rival, y se adueñó de tres puntos más en su búsqueda del ascenso.
En busca de la tercera victoria consecutiva partió Víctor Bravo con Villa y Emaná en punta como referentes ofensivos. Las bandas fueron para Aparicio y Kevin, que formaron la línea de cuatro en la medular junto a Fran Tena y Marc Manchón. En la zaga, Cabetas y Fran Carmona fueron los centrales, mientras que Julen y Hermelo defendieron por los costados. Día nublado y frío en Pinilla para la disputa de un encuentro que arrancó como el día, sin demasiada claridad. Los defensores se encargaron de detener todo tipo de balos aéreos que se sucedieron durante los primeros diez minutos de contienda. Superados los nervios iniciales, los insulares mostraron valentía para tomar la posesión.
Ante esa propuesta, defensa férrea y a buscar la espalda de los zagueros ibicencos. Precisamente con un balón largo, el bloque rojillo generó algo de peligro. Emaná controló, se entendió con Villa, que regresaba al once titular, y su disparo se marchaba desviado. El primer aviso fue turolense, aunque los que más cómodos se mostraban sobre el mejorado césped de Pinilla eran los visitantes. Poco sucedió en los primeros veinte minutos de duelo. Tras la lluvia de goles de los anteriores cara a cara, ambos parecían querer resguardar sus porterías en esta ocasión. Antes de llegar a la media hora, el bloque turolense dispuso de una falta lateral muy bien colgada por Aparicio que no acabó dentro por muy poco, aunque la jugada estaba invalidada por fuera de juego.
Dos minutos después, le tocó sufrir al bloque de Víctor Bravo. Tras varios despejes, Toledo, el lateral derecho de los de Ibiza, enganchó el rechace desde la frontal y su disparo pasó cerca del larguero. El efecto óptico desde la tribuna hizo pensar que el balón había entrado, pero para alivio de la parroquia turolense no fue así. El choque se animaba por momentos y el líder subía líneas, aunque las ocasiones se resistían. Un detalle podía desequilibrar la balanza a favor de unos o de otros, aunque todo hacía pensar que iba a tener que llegar en la segunda mitad, ya que los turolenses solo dispusieron de un par de lanzamientos de esquina y los ibicencos dos llegadas por la banda.
Sin novedades en ninguno de los dos bandos arrancó la segunda mitad. Emaná dispuso de la primera ocasión para los rojillos, con un nuevo envío en largo del que se aprovechó el delantero. El aviso del 9 turolense animó a sus compañeros. Volvieron a subir filas los muchachos de Víctor Bravo y entonces llegó el detalle desequilibrante. La presión de los de casa sirvió para recuperar un balón en campo contrario. Villa se lo cedió a Marc Manchón en la frontal del área y el centrocampista, en su primer disparo a puerta, la puso en el fondo de la red cuando solo se habían disputado diez minutos de la segunda mitad. Un día más, el CD Teruel fue práctico. La más clara que tuvo, la aprovechó.
A partir del gol llegaron los mejores minutos del bloque turolense y del guardameta rival. Contreras le arruinó, primero, el gol a Emaná tras una buena combinación con Villa, y después, a Hermelo, que se incorporó al ataque para culminar una nueva acción de peligro. En cinco minutos, el equipo de casa había generado mucho más que en toda la primera mitad. Señal de que el paso por vestuarios había hecho cambiar el chip.
Después de perdonar hasta en dos ocasiones, Víctor Bravo olisqueó el miedo en el cuerpo del rival e introdujo a Moha por Kevin para tener más potencial en la parcela ofensiva y tratar de cerrar el triunfo. Aunque la electricidad se fue apagando poco a poco, el bando rojillo tampoco sufría. Los que necesitaban el gol eran los visitantes, que trataron de lograrlo por medio del control del balón. Eso le permitió al Teruel encontrar espacios para volver a generar algo de peligro. Emaná se volvió a topar con el portero, que le arruinó su reencuentro con el gol tras una buena acción de Moha por banda.
Al ver que el segundo se resistía, Bravo prefirió conservar la renta de la que ya disponía. El preparador zaragozano dio entrada a Carlos Javier para componer una sólida línea de cinco atrás, que complementó con el ingreso de Borja Romero para reforzar la medular. Arriba Emaná y Moha estaban obligados a entenderse si querían batir a un acertado Contreras bajo palos.
A falta de cinco para la conclusión, con el bloque rojillo cerrado para evitar la igualada, un centro lateral se paseó por el área de Taliby sin encontrar rematador, pero generando algo de susto en la grada de Pinilla. Como ya es costumbre, el público turolense sabía que antes de celebrar tocaba sufrir. A punto estuvo de cantar gol el banquillo rojillo en el primer minuto de añadido, cuando un carrerón de Hermelo terminó en botas de Lucho, que la ajustó al palo, pero se volvió a encontrar con el portero del Ibiza. Los últimos minutos estuvieron bajo control. Apenas sufrió el CD Teruel para cerrar un nuevo triunfo celebrado con euforia por la hinchada y el vestuario turolense.
En busca de la tercera victoria consecutiva partió Víctor Bravo con Villa y Emaná en punta como referentes ofensivos. Las bandas fueron para Aparicio y Kevin, que formaron la línea de cuatro en la medular junto a Fran Tena y Marc Manchón. En la zaga, Cabetas y Fran Carmona fueron los centrales, mientras que Julen y Hermelo defendieron por los costados. Día nublado y frío en Pinilla para la disputa de un encuentro que arrancó como el día, sin demasiada claridad. Los defensores se encargaron de detener todo tipo de balos aéreos que se sucedieron durante los primeros diez minutos de contienda. Superados los nervios iniciales, los insulares mostraron valentía para tomar la posesión.
Ante esa propuesta, defensa férrea y a buscar la espalda de los zagueros ibicencos. Precisamente con un balón largo, el bloque rojillo generó algo de peligro. Emaná controló, se entendió con Villa, que regresaba al once titular, y su disparo se marchaba desviado. El primer aviso fue turolense, aunque los que más cómodos se mostraban sobre el mejorado césped de Pinilla eran los visitantes. Poco sucedió en los primeros veinte minutos de duelo. Tras la lluvia de goles de los anteriores cara a cara, ambos parecían querer resguardar sus porterías en esta ocasión. Antes de llegar a la media hora, el bloque turolense dispuso de una falta lateral muy bien colgada por Aparicio que no acabó dentro por muy poco, aunque la jugada estaba invalidada por fuera de juego.
Dos minutos después, le tocó sufrir al bloque de Víctor Bravo. Tras varios despejes, Toledo, el lateral derecho de los de Ibiza, enganchó el rechace desde la frontal y su disparo pasó cerca del larguero. El efecto óptico desde la tribuna hizo pensar que el balón había entrado, pero para alivio de la parroquia turolense no fue así. El choque se animaba por momentos y el líder subía líneas, aunque las ocasiones se resistían. Un detalle podía desequilibrar la balanza a favor de unos o de otros, aunque todo hacía pensar que iba a tener que llegar en la segunda mitad, ya que los turolenses solo dispusieron de un par de lanzamientos de esquina y los ibicencos dos llegadas por la banda.
Sin novedades en ninguno de los dos bandos arrancó la segunda mitad. Emaná dispuso de la primera ocasión para los rojillos, con un nuevo envío en largo del que se aprovechó el delantero. El aviso del 9 turolense animó a sus compañeros. Volvieron a subir filas los muchachos de Víctor Bravo y entonces llegó el detalle desequilibrante. La presión de los de casa sirvió para recuperar un balón en campo contrario. Villa se lo cedió a Marc Manchón en la frontal del área y el centrocampista, en su primer disparo a puerta, la puso en el fondo de la red cuando solo se habían disputado diez minutos de la segunda mitad. Un día más, el CD Teruel fue práctico. La más clara que tuvo, la aprovechó.
A partir del gol llegaron los mejores minutos del bloque turolense y del guardameta rival. Contreras le arruinó, primero, el gol a Emaná tras una buena combinación con Villa, y después, a Hermelo, que se incorporó al ataque para culminar una nueva acción de peligro. En cinco minutos, el equipo de casa había generado mucho más que en toda la primera mitad. Señal de que el paso por vestuarios había hecho cambiar el chip.
Después de perdonar hasta en dos ocasiones, Víctor Bravo olisqueó el miedo en el cuerpo del rival e introdujo a Moha por Kevin para tener más potencial en la parcela ofensiva y tratar de cerrar el triunfo. Aunque la electricidad se fue apagando poco a poco, el bando rojillo tampoco sufría. Los que necesitaban el gol eran los visitantes, que trataron de lograrlo por medio del control del balón. Eso le permitió al Teruel encontrar espacios para volver a generar algo de peligro. Emaná se volvió a topar con el portero, que le arruinó su reencuentro con el gol tras una buena acción de Moha por banda.
Al ver que el segundo se resistía, Bravo prefirió conservar la renta de la que ya disponía. El preparador zaragozano dio entrada a Carlos Javier para componer una sólida línea de cinco atrás, que complementó con el ingreso de Borja Romero para reforzar la medular. Arriba Emaná y Moha estaban obligados a entenderse si querían batir a un acertado Contreras bajo palos.
A falta de cinco para la conclusión, con el bloque rojillo cerrado para evitar la igualada, un centro lateral se paseó por el área de Taliby sin encontrar rematador, pero generando algo de susto en la grada de Pinilla. Como ya es costumbre, el público turolense sabía que antes de celebrar tocaba sufrir. A punto estuvo de cantar gol el banquillo rojillo en el primer minuto de añadido, cuando un carrerón de Hermelo terminó en botas de Lucho, que la ajustó al palo, pero se volvió a encontrar con el portero del Ibiza. Los últimos minutos estuvieron bajo control. Apenas sufrió el CD Teruel para cerrar un nuevo triunfo celebrado con euforia por la hinchada y el vestuario turolense.
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