La hinchada rojilla se alía con el equipo para llevarlo en volandas

Que la unión hace la fuerza es algo bien sabido por todos. Pero la afición del Teruel parece tenerlo más claro todavía esta temporada después de los dos últimos compromisos del equipo, en los que ha estado sustentado por el aliento de cientos de acérrimos a sus colores. La intención es clara: llevar al equipo en volandas para tratar de cerrar una herida que el pasado curso quedó entreabierta con el triste desenlace en la final del playoff de ascenso. El masivo desplazamiento a Sagunto que protagonizó la parroquia rojilla el domingo, con unos doscientos aficionados desplazados, corroboró la ilusión que siente la hinchada alrededor del proyecto de esta temporada.

Gran ambiente para despertar

El fútbol escaseó en el choque de la mañana dominical entre el Atlético Saguntino y el CD Teruel. Sin embargo, ese factor no preocupó en exceso a los cerca de doscientos aficionados turolenses que se animaron a viajar hasta la ciudad valenciana para apoyar a los suyos en el regreso a la competición liguera, después de la eliminación copera ante Las Palmas. La hinchada turolense se hizo notar desde primera hora de la mañana en los aledaños del Nou Camp de Morverdre, donde el rojo fue el color protagonista al  ser el que ambos conjuntos lucen en su primera equipación. 
Un bombo y un megáfono fueron suficientes para generar un ambiente festivo que aportó fuerza a los muchachos de Víctor Bravo durante los momentos más complicados del encuentro, como cuando encajaron el único gol de la mañana y fueron capaces de reponerse tan solo seis minutos más tarde.
Y es que equipo y afición forman una dupla que puede resultar muy beneficiosa para los intereses del club turolense.

El camino a seguir

Los caprichos del calendario hicieron que el Teruel se desplazase a Sagunto después de disputar su eliminatoria de Copa del Rey en casa. Esa coincidencia propició que el equipo estuviese respaldado por un gran número de aficionados durante los dos últimos encuentros. En el duelo copero ante el conjunto canario, el bloque rojillo disfrutó de un campo de Pinilla casi al completo. De hecho, el feudo turolense registró la mejor entrada de los últimos años, dejando una imagen para el recuerdo tanto de jugadores como de cuerpo técnico. Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al duelo de Copa, Víctor Bravo reclamó ese mismo apoyo para los partidos de liga. Y la afición respondió sin dudarlo en Sagunto.
 

La distancia entre la capital turolense y el municipio del Camp de Morverdre favoreció a que muchos aficionados cogiesen el coche y acompañasen al bloque rojillo en su complicado duelo ante el Saguntino.

Pese al apoyo masivo, el cuadro turolense no pudo sacar los tres puntos, por lo que perdió el liderato. De tal manera, el segundo derbi aragonés de la temporada ante el Ebro que tendrá lugar el próximo domingo será clave para el conjunto de la ciudad de Los Amantes. En el regreso a casa, la hinchada rojilla tiene una nueva cita obligatoria para volver a llevar en volandas al equipo hacia la victoria. El momento de estar juntos ha llegado.

Un empate en el grupo tres sale cada vez más caro

La pelea por hacerse un hueco en la parte de arriba de la clasificación está cada vez más disputada. Seis equipos ya han conseguido formar un primer grupo de escapados y poner una distancia de cuatro puntos con el séptimo clasificado, que es el Terrassa. Entre ellos la igualdad es máxima, ya que solo tres puntos separan al nuevo líder, el Espanyol B, del Valencia Mestalla, que se encuentra sexto con veinte puntos. La equidad provoca que ganar sea la única opción posible para mantener el tipo en la parte de arriba de la clasificación, por lo que los empates salen cada vez más caros en la zona privilegiada de la tabla. 

El CD Teruel lo ha comprobado en sus propias carnes en las últimas tres jornadas. En la jornada ocho, el bloque rojillo poseía una ventaja de cuatro puntos respecto al segundo clasificado, que por aquel entonces era el filial del Espanyol. El empate en la jornada nueve le hizo reducir su renta con su perseguidor más directo, que pasó a ser la Peña Deportiva. La primera derrota del curso, que llegó en la décima fecha de campeonato, ajustó todavía más la clasificación en la parte de arriba, ya que el Espanyol B se puso a un solo punto del cuadro turolense. El pasado domingo, el conjunto de Víctor Bravo sumó un nuevo punto, que dejó un buen sabor de boca por el lugar y el rival ante el que se consiguió, pero que resultó insuficiente para mantener el liderato de un grupo en el que la pelea por el ascenso puede ser frenética.