Miguel Sáez, preparado para el Gran Premio de La Bañeza, cita referente

La ciudad leonesa de La Bañeza es el escenario de la que se considera la única, la última carrera de motos que queda en España que se corre íntegramente en circuito urbano. Alcañiz formaba parte de este selecto grupo, en su caso en automovilismo, y de aquella tradición queda hoy en día la carrera estival por las calles de esta histórica ciudad a medio camino entre León y Benavente. La Bañeza acoge este singular evento con un gran poder de convocatoria nacional e internacional. Se celebra anualmente desde hace 63 años, en verano. Esta edición se disputa este fin de semana, y está dedicada al motociclismo clásico, a las máquinas históricas.

Aquí entra un representante turolense, el piloto Miguel Sáez, que ya está de camino a la ciudad leonesa para tomar parte en la parrilla de salida que se conformará a partir de este mismo sábado. Un total de 180 pilotos serán los que participen finalmente en la prueba, una selección que ha tenido que dejar inscritos fuera del recorrido por cuestiones de aforo y seguridad, y que incluye a Sáez en el elenco.

Formato gran premio

Este LXIII Gran Premio de La Bañeza se configura como un gran premio de motociclismo al uso, con sesiones de clasificación el sábado que darán lugar a la correspondiente parrilla de salida para las carreras del domingo. El objetivo de Miguel Sáez es alcanzar la mejor posición posible dentro de esa línea de salida para afrontar una carrera que, en todo caso, va a ser complicada. “Ha quedado mucha gente inscrita fuera, el nivel es realmente alto, y es un orgullo poder estar aquí este fin de semana”, dice.

La de La Bañeza es una carrera como las de antaño donde se puede vivir intensamente el mundo de la moto y las carreras de velocidad en su más pura esencia, saboreándolas desde muy cerca, tal y como se desarrollaban en los años 60 y 70. “Se esperan 80.000 asistentes a la competición”, cuantifica el piloto turolense, fruto de la expectación y el buen ambiente que se respira en esta zona leonesa. Los boxes se encuentran en la calle paralela a la recta de meta, y son de acceso libre, y es posible pasear y curiosear por ellos para ver cómo los mecánicos preparan las motos ó como los corredores se enfundan el mono y se concentran para salir al circuito. El público, a pie de pista, vibra con la carrera.