Lo primero, rearmar el esqueleto

Han pasado ya diez días desde que el CD Teruel terminase su temporada en Primera RFEF, y en ese tiempo, en el que el cuadro mudéjar va metabolizando su descenso de categoría, se van sabiendo ya algunas cosas de lo que pasará de cara al año que viene. La asamblea de socios que se va a celebrar mañana miércoles acapara la atención de la masa social turolense, pero por el camino el centrocampista Fran Tena se ha despedido en redes sociales de aficionados y club, y su marcha simboliza el proceso de derribo que afecta a la columna vertebral deportiva del equipo que ha competido este año en el fútbol semiprofesional.

Bajo el radar del sevillano se edificó el Teruel que optó a la permanencia casi hasta el final de la temporada. Y su marcha activa la operación de recomposición del esqueleto del equipo en Segunda RFEF. No estará Tena, tampoco estará Sierra, llamado muy probablemente a repetir experiencia en Primera RFEF con el filial del Betis. Tocará ver qué pasa con Nacho Castillo y Carmona. Y en la parte de arriba, Naranjo ha de regresar al Real Zaragoza y será difícil retener al máximo goleador, Borja Martínez. Media docena de titulares indiscutibles tienen su futuro lejos de Pinilla o bien de manera segura o con bastantes posibilidades. A ellos se añadiría Aitor Pascual, aunque su caso es algo especial.

“Ilusión y motivación”

La trayectoria, la cantidad de minutos de calidad y el nivel del lateral gallego en el CD Teruel le hacen proclive a tener sitio en no pocos equipos de la categoría de bronce del fútbol español. Pero también en redes sociales el jugador no ha dudado en destacar la “ilusión y motivación por el fútbol” que la temporada recién acabada en el Teruel ha ejercido sobre él como “hacía mucho tiempo que no sentía”. Pascual es futbolista de Segunda B, acumulaba ya más de un centenar de apariciones antes de llegar a Teruel. Pero es cierto que el año en el que ha sido indiscutible ha sido precisamente este último, casi 2.800 minutos en 34 partidos jugados, 31 de titular: “Con ganas de la siguiente temporada”, dice.

En su publicación, Pascual refiere expresamente la labor llevada a cabo por el cuerpo técnico del equipo, en especial el preparador Juan Casajús, en lo que cabría interpretarse como referencia al actual momento de impasse que se vive en el club rojillo con respecto al entrenador del equipo en Segunda RFEF. Hace pocos días el actual inquilino del banquillo, Raúl Jardiel, afirmaba en la radio autonómica aragonesa su intención de analizar en estos días su posible continuidad en Teruel; según dijo, se le ofreció la renovación hace dos meses, y la aplazó a fin de campaña.

Rumorología y asamblea

En éstas, la asamblea de socios de este 5 de junio, con balance de temporada incluido a cargo del presidente Mariano Escalera, aparece como el pistoletazo de salida de los movimientos que debe realizar el CD Teruel para que no se le empiece a hacer tarde la preparación de la próxima temporada. Lo primero, amarrar el entrenador, puesto jugoso para el que ya sonaron nombres como el de Juan Carlos Beltrán, finalmente renovado con el Utebo. Sea Jardiel, o sea quien sea.

Lo segundo, saber cuál de ese “50 por ciento de plantilla” que menciona Escalera como susceptible de renovar tiene visos de continuar en el equipo realmente. Si la unidad A finalmente decide caminar por otros caminos, se abre la vía de la unidad B, que serían los que han venido acompañando al CD Teruel estos últimos años, en algunos casos desde el último ascenso de Tercera, y que han gozado de buena cantidad de minutos este curso. En este caso estarían el portero Taliby, los defensas Julen, Sanchis y Cabetas, Aparicio y Romero en el centro del campo, y Villa en la delantera así como el cedido Redolar, este curso en Utrillas.

Alastuey, Arnau, Gabarre, Neskes, Facu, los porteros suplentes, el papel del filial, los juveniles bien asentados en Liga Nacional... Esta asamblea de mañana debe terminar de dirimir la junta directiva que pilotará al CD Teruel en esta temporada de regreso a Segunda RFEF. Y conviene una transición rápida, porque lo que le urge al equipo es tomar decisiones deportivas lo antes posible dentro de un mercado en el que tocará competir con equipos de gran potencial como los también descendidos Sabadell, Cornellá, Melilla o Atlético Baleares. Y con otros que no han logrado el ascenso, como el Numancia, el Pontevedra, el Lleida, o los dos Logroñés, entre otros muchos cocos de la cuarta categoría del fútbol español.