Falo saluda a Láinez y a ‘Mele’ tras el derbi turolense en La Vega. J. G. P.
La segunda vuelta genera ilusión en Jumaya y en La Vega
Los dos conjuntos turolenses ya tienen mejores registros que en la primera fase de liga
Suele decirse que las segundas partes nunca fueron buenas. Sin embargo, en Calamocha y en Utrillas esta temporada han visto que eso no siempre es así. Los dos equipos turolenses de la Tercera RFEF ya tienen mejores registros que en toda la primera vuelta de campeonato y todavía restan dos jornadas para la conclusión del ciclo competitivo. Aunque ambos tengan poca cosa en juego en las dos fechas restantes, ya que el Utrillas necesita una carambola para meterse en el play-off de ascenso y el Calamocha solo podría verse perjudicado por un posible descenso triple de equipos aragoneses desde la Segunda RFEF, el buen rendimiento en la segunda mitad del curso es un motivo de ilusión de cara al futuro más próximo de ambas entidades.
Llegar con los deberes hechos -salvo catástrofe- a la penúltima jornada de liga es sinónimo de haber hecho las cosas bien. Utrillenses y calamochinos disputan esta semana sus partidos liberados de la presión que les acechaba hace tan solo un par de semanas. El buen rendimiento de ambos en la segunda mitad del curso ha tenido sus frutos en forma de puntos que les han permitido huir de los tres últimos clasificados del grupo XVII.
A falta de las dos últimas jornadas, los dos representantes turolenses de la categoría han sumado más puntos que en los quince primeros partidos. Una reacción a tiempo puede tener un valor incalculable. Sergio Lagunas y Pitu Lerga se han encargado de llevarlas a cabo con dos equipos que durante la temporada han vivido momentos de sufrimiento.
Inicio duro y bajas sensibles
El Utrillas regresaba a Tercera tras lograr un ascenso muy trabajado desde la Regional Preferente, que trajo consigo el valioso premio de jugar la Copa del Rey ante todo un histórico del balompié español, como el Valencia.
Sin embargo, el reestreno se antojaba complicado, ya que en las primeras jornadas tenía que verse las caras con todos los equipos que partían con posibilidades serias de pelear por el ascenso.
A los de Pitu Lerga les costó engranar la maquinaria y se situaron en la zona baja de la clasificación una vez disputados los primeros partidos. Tras seis fechas, los mineros acumulaban tan solo dos puntos y su continuidad en la categoría dependía en buena parte de lo que sucediese en las siguientes nueve jornadas hasta el final de la primera vuelta.
La reacción llegó a tiempo y los utrillenses empezaron a sumar de tres en tres hasta situarse en la zona media de la tabla con un total de 18 puntos al ecuador de la competición. No obstante, el año del regreso a Tercera les tenía guardadas un par de sorpresas más a los de La Vega. Tras una dura derrota en casa ante el Binéfar, Monteiro y Paki, los dos principales referentes ofensivos del Utrillas hasta el momento, abandonaban la entidad y los mineros se quedaban en cuadro con el mercado de fichajes a punto de echar el cierre.
Sin embargo, la adversidad hizo crecer al bloque utrillense que desde ese momento unió fuerzas y ya no volvió a conceder ni una sola derrota hasta la fecha. En nueve fechas los de Pitu Lerga sumaron 17 puntos, gracias a las cuatro victorias y los cinco empates acumulados. El despertar utrillense llegó a tiempo para salvar la categoría con cuatro jornadas de renta e incluso para soñar con una posible clasificación al play-off. El bloque turolense se encuentra a tres puntos de la séptima posición, que da acceso a la fase de ascenso, y por delante tiene dos compromisos ante rivales que se encuentran por debajo en la clasificación, como son el Cariñena y el Caspe.
Tras reponerse de las complicaciones, el vestuario minero sueña con conseguirlo y está dispuesto a pelearlo hasta el final.
Vuelta a empezar
En el Jiloca, la temporada comenzó con cambio de proyecto. Humberto Arto tomaba el banquillo de Jumaya y renovaba por completo el equipo con la intención de que el Calamocha sufriera algo menos que en la temporada previa, en la que mantuvo la categoría gracias al ascenso a Segunda RFEF del Utebo. Sin embargo, la renovación no tuvo el efecto deseado y el equipo calamochino se hundió en la zona de descenso tras doce jornadas.
Entonces la directiva volvió a llamar a un viejo conocido de la entidad. Sergio Lagunas se puso al frente del equipo a partir de la decimotercera jornada y se reestrenó con victoria ante el Almudévar.
Poco a poco, el equipo fue enderezando el rumbo a base de solidez defensiva. De hecho, el Calamocha es uno de los tres equipos, junto al Robres y al Barbastro, con mejores registros de goles encajados en la segunda vuelta de la competición. Los del Jiloca lograron cinco triunfos, tres empates y cinco derrotas a partir de la jornada quince, aunque solo recibieron nueve goles.
Ahora, los muchachos de Lagunas esperan cerrar el curso con algún punto más para evitar el sufrimiento en caso de que desciendan otros dos equipos además del Robres. Sus próximos dos enfrentamientos serán ante el Robres y ante el Tamarite.
Llegar con los deberes hechos -salvo catástrofe- a la penúltima jornada de liga es sinónimo de haber hecho las cosas bien. Utrillenses y calamochinos disputan esta semana sus partidos liberados de la presión que les acechaba hace tan solo un par de semanas. El buen rendimiento de ambos en la segunda mitad del curso ha tenido sus frutos en forma de puntos que les han permitido huir de los tres últimos clasificados del grupo XVII.
A falta de las dos últimas jornadas, los dos representantes turolenses de la categoría han sumado más puntos que en los quince primeros partidos. Una reacción a tiempo puede tener un valor incalculable. Sergio Lagunas y Pitu Lerga se han encargado de llevarlas a cabo con dos equipos que durante la temporada han vivido momentos de sufrimiento.
Inicio duro y bajas sensibles
El Utrillas regresaba a Tercera tras lograr un ascenso muy trabajado desde la Regional Preferente, que trajo consigo el valioso premio de jugar la Copa del Rey ante todo un histórico del balompié español, como el Valencia.
Sin embargo, el reestreno se antojaba complicado, ya que en las primeras jornadas tenía que verse las caras con todos los equipos que partían con posibilidades serias de pelear por el ascenso.
A los de Pitu Lerga les costó engranar la maquinaria y se situaron en la zona baja de la clasificación una vez disputados los primeros partidos. Tras seis fechas, los mineros acumulaban tan solo dos puntos y su continuidad en la categoría dependía en buena parte de lo que sucediese en las siguientes nueve jornadas hasta el final de la primera vuelta.
La reacción llegó a tiempo y los utrillenses empezaron a sumar de tres en tres hasta situarse en la zona media de la tabla con un total de 18 puntos al ecuador de la competición. No obstante, el año del regreso a Tercera les tenía guardadas un par de sorpresas más a los de La Vega. Tras una dura derrota en casa ante el Binéfar, Monteiro y Paki, los dos principales referentes ofensivos del Utrillas hasta el momento, abandonaban la entidad y los mineros se quedaban en cuadro con el mercado de fichajes a punto de echar el cierre.
Sin embargo, la adversidad hizo crecer al bloque utrillense que desde ese momento unió fuerzas y ya no volvió a conceder ni una sola derrota hasta la fecha. En nueve fechas los de Pitu Lerga sumaron 17 puntos, gracias a las cuatro victorias y los cinco empates acumulados. El despertar utrillense llegó a tiempo para salvar la categoría con cuatro jornadas de renta e incluso para soñar con una posible clasificación al play-off. El bloque turolense se encuentra a tres puntos de la séptima posición, que da acceso a la fase de ascenso, y por delante tiene dos compromisos ante rivales que se encuentran por debajo en la clasificación, como son el Cariñena y el Caspe.
Tras reponerse de las complicaciones, el vestuario minero sueña con conseguirlo y está dispuesto a pelearlo hasta el final.
Vuelta a empezar
En el Jiloca, la temporada comenzó con cambio de proyecto. Humberto Arto tomaba el banquillo de Jumaya y renovaba por completo el equipo con la intención de que el Calamocha sufriera algo menos que en la temporada previa, en la que mantuvo la categoría gracias al ascenso a Segunda RFEF del Utebo. Sin embargo, la renovación no tuvo el efecto deseado y el equipo calamochino se hundió en la zona de descenso tras doce jornadas.
Entonces la directiva volvió a llamar a un viejo conocido de la entidad. Sergio Lagunas se puso al frente del equipo a partir de la decimotercera jornada y se reestrenó con victoria ante el Almudévar.
Poco a poco, el equipo fue enderezando el rumbo a base de solidez defensiva. De hecho, el Calamocha es uno de los tres equipos, junto al Robres y al Barbastro, con mejores registros de goles encajados en la segunda vuelta de la competición. Los del Jiloca lograron cinco triunfos, tres empates y cinco derrotas a partir de la jornada quince, aunque solo recibieron nueve goles.
Ahora, los muchachos de Lagunas esperan cerrar el curso con algún punto más para evitar el sufrimiento en caso de que desciendan otros dos equipos además del Robres. Sus próximos dos enfrentamientos serán ante el Robres y ante el Tamarite.
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