La redefinición de la zona baja pone sobre aviso a los equipos turolenses de Tercera

El grupo aragonés de Tercera Federación entra ya en sus últimas diez jornadas de la temporada, esa frontera en la que las convenciones culturales relacionadas con el fútbol hablan de que se ponen en juego, con la máxima crudeza, todos los objetivos importantes en las ligas. En efecto, en el caso de esta Tercera RFEF, este último tramo de competición deberá dilucidar qué es lo que pasa con el ascenso directo, con las eliminatorias de promoción a Segunda RFEF, y quiénes son los equipos que darán con sus huesos en la Regional Preferente.

Todo está por definir. Y en esta definición inconcreta, es la lucha por la salvación el elemento que más quebraderos de cabeza va a dar, porque estas últimas jornadas están empezando a cocinar una completa reconfiguración de la zona baja de la tabla, algo que además incumbe a los equipos turolenses. A lo largo de todo el año el Brea ha sido equipo de descenso. Y le venía acompañando en los últimos dos meses el Caspe, sometidos ambos a negativas dinámicas de resultados. Pero las cosas apuntan a cambiar; se sabía que ninguno de los dos está hecho para bajar.

Y las últimas jornadas confirman que lo normal es que salgan a flote. El Caspe ha sacado siete de los últimos doce puntos en juego, ganó este fin de semana, y ya roza puntuación de permanencia. El Brea camina algo más perezoso, pero venció de nuevo el domingo, suma ya siete victorias y ya empata con la salvación. Y las alarmas saltan en el resto de los rivales. Ahora es colista el Fuentes, al que penaliza ser el plantel que más pierde de la categoría. Pero aún así está a tiro de salvación. Que es lo mismo que decir zona media, porque entre la novena posición que ocupa el Utrillas con 31 puntos y la decimosexta, el infierno, que abre el Brea con 25 hay apenas dos partidos de distancia.

En medio del meollo

Así que este estallido de la zona baja que apunta a la redención del Caspe y el Brea incumbe al Utrillas como líder de este pelotón del atasco. Incumbe al Calamocha, que sigue siendo duro de pelar pero tiene aversión a la victoria y padece en la décima plaza con 29 puntos. Evidentemente somatiza a los que están más apurados, ahora mismo Belchite y La Almunia que rozan el descenso, más Almudévar, Épila, Fraga, todos dentro del atasco.

Pero es que también coloca sobre aviso a los que están ya más rezagados en la batalla por los play-offs. Entre ellos el Andorra, que permanece tranquilo, ajeno a las urgencias con once puntos de ventaja sobre la zona roja, pero en dinámica de empates consecutivos que le advierte de que los deberes no están hechos todavía. Los equipos de la zona de descenso en el grupo aragonés de Tercera son los que más puntos tienen de entre todas las categorías de la Tercera División nacional. Eso significa igualdad. También indefinición, imprevisibilidad. Y, a medida de que la liga llegue a su final, cada vez más tensión y drama.